1º Cirugía Robótica de Cáncer de Recto
Gracias a la tecnología robótica, hay menos lesiones y mayor probabilidad de conservar el aparato esfinteriano, preservando una óptima calidad de vida.
1 de diciembre de 2011
En el Hospital Italiano de Buenos Aires se realizaron las primeras cirugías robóticas de Argentina para tratar el cáncer de recto. En estos casos, la intervención consistió en la extirpación del recto comprometido por el tumor.
Por su ubicación en la pelvis y su cercanía con los órganos urológicos y sexuales, el cáncer de recto representa uno de los máximos desafíos quirúrgicos para los médicos. Por ello, el principal objetivo de la intervención es lograr la curación de los pacientes removiendo el órgano, conservando el aparto esfinteriano siempre que sea factible, y preservando una óptima calidad de vida.
En este sentido, la asistencia del sistema quirúrgico da Vinci resulta beneficiosa, ya que en muchos casos el procedimiento resulta complejo y existe probabilidad de que se lesionen estructuras de la esfera urogenital, que luego podrían traducirse en alguna disfunción sexual.
Los procedimientos fueron realizados por el Dr. Gustavo Rossi, asistido por el Dr. Ricardo Mentz y secundados por los Dres. Carlos Vaccaro y Guillermo Ojea Quintana. Todos ellos integrantes de la Sección de Coloproctología del Servicio de Cirugía General.
El cáncer de recto y el de colon representan el tercer tumor en orden de frecuencia luego del cáncer de próstata y del cáncer de pulmón en los varones, y del cáncer de mama y de pulmón en las mujeres, y afecta tanto a hombres como a mujeres a partir de la sexta década de la vida.
Acerca del Sistema Quirúrgico da Vinci
Es un tratamiento de última generación que consiste en una cirugía asistida por computadoras. Este equipamiento permite graduar, filtrar y transformar los movimientos del cirujano en movimientos más precisos del microinstrumental y contar además con magnificación óptica.
Este avance tecnológico está transformando las prácticas quirúrgicas convencionales y ofrece beneficios tanto para el paciente como para el cirujano. Posibilita una internación más corta y una cirugía con: menos dolor, menor riesgo de infección, menor pérdida de sangre, menos transfusiones, cicatrices más pequeñas y recuperación más rápida.