Por la doctora Marcia Oliva, responsable de diagnóstico de imágenes mamarias del Centro Dr. E. Rossi.

Los últimos adelantos tecnológicos demostraron la utilidad de la resonancia magnética (RM) en el estudio de la patología mamaria.

Su mayor beneficio radica en la búsqueda de patología neoplásica. Es una herramienta integradora y necesaria en la práctica del diagnóstico de cáncer de mama.

Su fuerza básica se basa en la detección de cáncer que está oculto en la mamografía y en ecografía.

En pacientes con biopsia positiva para cáncer de mama, es importante evaluar la extensión tumoral y descartar la presencia de otros focos para definir conducta quirúrgica.

En la búsqueda de un cáncer de mama oculto en el cual la mamografía y la ecografía arrojaron resultados negativos, con ganglios axilares metastásicos, la resonancia se impone como método diagnóstico.

En pacientes de alto riesgo, con antecedentes genéticos de ser portadora de una mutación, se debe realizar en forma anual, como screening.

Fuera del campo oncológico, se la reconoce como el estudio de elección en la evaluación de las prótesis mamarias y sus eventuales complicaciones.

Es importante valorar el contexto de la paciente y el interrogante planteado para precisar la metodología diagnóstica a emplear.