Por Leonardo Coscia
Distonías, un problema a cualquier edad
28 de mayo de 2009
Hombres y mujeres de cualquier edad pueden sufrir distonías. La distonía es un cuadro neurológico que afecta a los músculos, se define como un síndrome de contracción muscular sostenida. Las distonías abarcan a aquellas enfermedades neurológicas caracterizadas por la contracción involuntaria y sostenida de uno o varios grupos musculares.
"A menudo, origina posturas anormales y/o movimientos de torsión de una o más partes del cuerpo, que alteran la vida de la persona y, si el cuadro es severo pueden ocasionar discapacidad", comenta Guillermo Zeppa, neurólogo del Hospital Privado de Córdoba.
Las regiones del cuerpo más afectadas, como consecuencias de las distonías, son la cabeza, la cara, el tronco, los brazos y/o las piernas. Las contracciones musculares pueden ser leves o más severas, dificultando o impidiendo realizar movimientos voluntarios como caminar, hablar o comer, causando a veces episodios de mucho dolor.
La distonías pueden ser en ocasiones confundidas o subestimadas, es probable que una parte de la población padezca distonía sin saberlo y por ende sin recibir el tratamiento adecuado. En muchos casos, un blefaroespasmo (contracción sostenida de los músculos de los párpados) se confunde con un problema oftalmológico, cuando en realidad es neurológico.
"La experiencia diaria en el consultorio médico muestra fuertes indicios de que la población de pacientes con distonía es mucho mayor de lo que se sospecha, que en ocasiones no se diagnostica como tal y que esto lleva a demoras en recibir un tratamiento adecuado", explica Raúl Piedrabuena, neurólogo de la Fundación Lennox.
El diagnóstico de la distonía es clínico, ya que estas posturas y movimientos involuntarios son detectados al examinar al paciente. Por otra parte, el médico indagara minuciosamente el árbol familiar, buscando antecedentes de distonía en sus distintas modalidades: focal, segmentaria, generalizada. Hasta el más pequeño caso de tortícolis (un tipo de Distonía Cervical) será tenido en cuenta. Esta información será crucial para decidir realizar una prueba genética, un procedimiento que es posible en algunos casos. Una vez identificado el tipo de distonía, el neurólogo en base a su experiencia podrá indicar la mejor terapia según cada caso.
Un tratamiento biológico y único
La toxina botulínica Botox® es un producto biológico, es decir, elaborado con principios activos de origen biológico. El proceso de elaboración de estos productos es clave, ya que puede ser producida por un solo fabricante para mantener el perfil único de calidad, seguridad y eficacia. Los productos biológicos no tienen copias, cada producto es un original con características propias no intercambiables con otras preparaciones. Solo un estudio de comparabilidad puede medir el impacto clínico del cambio de un producto por otro, con el objetivo de preservar y cuidar la salud de los pacientes.
La aplicación de Botox® ha demostrado ser la primera opción de tratamiento seguro y efectivo en distonías focales, “debe ser aplicado por profesionales entrenados en su uso y debe ser repetido aproximadamente tres o cuatro veces al año”, enfatiza el Dr. Zeppa.