Por Leonardo Coscia
Es posible lograr una mejoría en la espasticidad
19 de enero de 2009
Una de las primeras consecuencias luego de los accidentes cerebrovasculares (ACV) es la espacticidad. Afecta a los grupos musculares y su principal característica es que cuanto más intenta el paciente movilizar el miembro afectado y cuanta más velocidad se intenta ejercer, más resistencia y endurecimiento presentan los músculos. Hoy existe un tratamiento interdisciplinario que logra de manera paliativa controlar estos síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Su presencia en un brazo o una pierna se acompaña de menor fuerza muscular y de fatiga, y es así como algunas de las consecuencias más frecuentes de este cuadro son: riesgo de caídas, dificultad en la postura y al sentarse, contracturas, deformación de los miembros, dolor, depresión, movilidad reducida, dificultades para la higiene y cuidados personales, fatiga y disfunción sexual.
¿Qué es un ACV?
El cerebro, para mantenerse activo, depende del oxígeno y de la glucosa (azúcar) que le aporta la sangre. Como no tiene capacidad de almacenar energía, precisa de un flujo constante de sangre para estar nutrido. Cuando alguna de las arterias que irrigan al cerebro se obstruye, ahí se produce un daño en las neuronas que puede desencadenar en un infarto cerebral. Otra causa es la ruptura de una arteria que ocasiona una hemorragia cerebral. Esto se denomina enfermedad cerebrovascular."
La espasticidad puede tener otros orígenes en muchos cuadros clínicos como los traumatismos craneanos, lesiones medulares, parálisis cerebral y esclerosis múltiple, que son patologías que tienen algo en común: pueden causar lesiones del sistema nervioso central. Es así como la espasticidad se presenta como un fenómeno motor involuntario, caracterizado por el aumento del tono muscular en reposo y la contracción de los músculos al realizar el movimiento.
Debido a la complejidad del cuadro, en general se requiere la intervención de profesionales especialistas en diferentes áreas que actúan de manera interrelacionada para obtener los mayores beneficios para el paciente. Como resultado, el trabajo en equipo aliado a las nuevas modalidades terapéuticas promueve la prevención de deformidades y mejora la calidad de vida. El equipo está formado por:
- Fisiatra,
- Neurólogo
- Traumatólogo y ortopedista
- Fisioterapista y terapista ocupacional
Tratamientos disponibles
Para los casos de espasticidad generalizada, uno de los tratamientos de elección es la medicación oral como opción de primera línea, que puede combinarse con otros tratamientos disponibles como quimiodenervación, rizotomía dorsal selectiva, aplicaciones de BOTOX y tratamientos ortopédicos.
En la amplia mayoría de los casos, un paciente espástico presenta una contracción muscular exagerada, la cual puede interferir con la función de un miembro, es decir que es focal o localizada. La aplicación de BOTOX® en ese grupo muscular disfuncional o comprometido puede lograr su relajación, contribuyendo de esta manera a la posterior rehabilitación. Al aplicar esta medicación, facilita generalmente la tarea de rehabilitación, porque se disminuye la espasticidad y las contracturas musculares asociadas.
Además, en ocasiones, se mejoran también la función motora, el equilibrio y la estabilidad. "Existen dos factores de suma importancia: el enfoque interdisciplinario del paciente en rehabilitación y el uso de toxina botulínica como una alternativa útil para el tratamiento de la espasticidad focalizada", explica la Dra. Fisiatra Inés Viltre.
“Luego de la aplicación de BOTOX el siguiente paso es la rehabilitación física, que es realizado por un equipo de terapistas físicos y ocupacionales, ya que el trabajo interdisciplinario permite alcanzar notables mejoras en la calidad de vida del paciente, en su capacidad motriz y en su independencia diaria” comenta la Dra. Fisiatra Roxana Secundini. El efecto de BOTOX se prolonga de 3 a 6 meses, pero puede extenderse al complementarlo con el plan de rehabilitación física.
Otra ventaja del tratamiento con toxina botulínica es el efecto analgésico, es decir que es capaz de aliviar el dolor actuando a través de diversos mecanismos.
BOTOX es un medicamento seguro, utilizado en más de 72 países alrededor del mundo. Es la única toxina botulínica tipo A aprobada por la FDA. Además es el único tratamiento para la espasticidad con más de 30 ensayos randomizados y controlados con placebo, en adultos como niños.
Consejos útiles para el paciente con espasticidad post ACV:
1. Consultar con un médico especialista para que indique el tratamiento adecuado.
2. Evitar posiciones que causen o empeoren la espasticidad.
3. Hacer ejercicios lentos porque contribuyen en la rehabilitación de los músculos tratados.
4. Tomar en cuenta que mover un músculo espástico a una nueva posición puede causar más espasticidad. Si esto ocurre, deje pasar algunos minutos para que los músculos descansen.
Mejorar la calidad de vida
“Las personas con secuelas neurológicas que resultan en espasticidad se ven muy afectadas en su vida diaria tanto emocional como físicamente”, comenta la Dra. María Achadiak. Muchos presentan dificultades en la realización de tareas rutinarias como sentarse, episodios de dolor, deformación de los miembros y, en la gran mayoría de los casos, cuadros de depresión por falta de independencia y por sentirse una carga para la familia.
El objetivo del tratamiento interdisciplinario de la espasticidad es mejorar la calidad de vida del paciente, desarrollando la movilidad, aliviando el dolor, disminuyendo los espasmos, aumentando el rango de movilidad, mejorando la posición y las posibilidades de higiene y actividades de la vida diaria del paciente.