Por Leonardo Coscia
Muchas personas con psoriasis no se tratan
8 de agosto de 2008
De acuerdo con un estudio de la National Psoriasis Foundation, más del 35 por ciento de los pacientes con psoriasis no está recibiendo ningún tipo de tratamiento. Además, de acuerdo con las guías internacionales de tratamiento1, no se le está administrando la terapia correcta al 39 por ciento de las personas con psoriasis moderada a severa.
Según datos estadísticos incluidos en el mismo estudio, el 75 por ciento de los pacientes considera que sus médicos subestiman el impacto de la psoriasis sobre su calidad de vida. Mientras que cuando se consulta a la comunidad médica, solamente el 22 por ciento está de acuerdo con esa afirmación.
“Estos datos refieren a investigaciones internacionales, que por la manera en que fueron diseñadas permiten su extrapolación a otras poblaciones, como la nuestra. En Argentina, existe una elevada frustración del paciente con psoriasis, que primero se acerca al dermatólogo, pero si no encuentra respuestas efectivas, se inclinará por la medicina alternativa hacia supuestas soluciones mágicas, y no obtendrá resultados positivos. Finalmente se frustra, deja de intentar, sufre enormemente en silencio y no se entera de que hoy existen alternativas que le permitirían controlar su enfermedad”, explicó Edgardo Chouela, profesor titular de Dermatología de la Universidad de Buenos Aires y director del Centro de Investigaciones Dermatológicas.
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria de origen inmunológico. Se manifiesta en la superficie de la piel a través de la aparición de manchas o placas, sobreelevadas en forma de mesetas rojas con o sin escamas blancas, con frecuencia muy irritadas y en ocasiones lastimadas por rascado. Es más frecuente el compromiso de cuero cabelludo, codos y rodillas, tronco y miembros.
También suele presentar fisuras dolorosas en pliegues y/o palmas o plantas, axilas, región inguinal y genital, infecciones superficiales y dolor en casos asociados a gran inflamación.
Para el paciente con psoriasis, es fundamental tener su enfermedad diagnosticada rápido y estar recibiendo la terapia correcta para su cuadro específico. “Todo tratamiento eficaz y seguro permite recuperar calidad de vida. Volver a usar ropa cómoda, mangas cortas en verano, polleras, shorts, reiniciar actividades deportivas, dejar de rascarse y lastimarse, dormir y descansar, movilizarse y mejorar las relaciones sociales, entre otras modificaciones sustanciales”, confirió Javier G. Ubogui, médico dermatólogo de la Academia Nacional de Medicina y director de Psoriahue Medicina Interdisciplinaria.
De acuerdo con Fernando Stengel, jefe de la Sección de Dermatología del Departamento de Medicina Interna del Instituto Universitario CEMIC, “habitualmente se considera severa a una psoriasis que compromete al menos el diez por ciento de la piel. Esta distribución por porcentajes es infeliz e injusta, porque si una persona tiene ambas palmas de la mano totalmente comprometidas, sólo representa el dos por ciento de su superficie, pero su vida laboral, social y familiar está profundamente comprometida. ¿Es o no es severa la psoriasis de ese paciente?”.
Las complicaciones de la psoriasis deben considerar dos aspectos: el cutáneo y el del organismo en general. La psoriasis es una enfermedad inflamatoria sistémica, no sólo de la piel.
Es frecuente observar otras patologías, denominadas co-morbilidades: obesidad, artritis, hipertensión arterial, alteraciones cardiovasculares, de los lípidos en sangre, depresión y/u otros síntomas psíquicos.
“La psoriasis es una enfermedad frecuente, subdiagnosticada y subtratada en Argentina. Aquí no disponemos de estadísticas fehacientes sobre psoriasis. De hecho, sobre casi ninguna enfermedad en forma correcta y con base poblacional. Se han "importado" cifras de prevalencia de entre 1 al 2 % de la población. Muchos dermatólogos no consideran que el 2% refleje la frecuencia actual de la población de psoriasis en el país. No obstante, al tratarse de una enfermedad crónica, se acumulan casos a lo largo de toda una vida, por lo que los niveles de prevalencia puede que se acerquen al 1 ó 2%”, declaró el Dr. Fernando Stengel.
Con respecto al impacto familiar que la enfermedad produce, el Dr. Chouela refirió: “Pensemos en el caso de un hijo pequeño que quiere abrazar a su padre, que presenta manifestaciones severas en el rostro por la psoriasis. Es necesario trabajar mucho en la comunicación dentro del seno familiar para sobrellevar situaciones de este tipo. Por eso, a fin de cuentas, decimos que el paciente siempre viene acompañado a la consulta por su familia, aunque físicamente no la traiga con él”.
Los costos directos e indirectos que padecen el paciente y su familia no son frecuentemente considerados, pero pueden representar una carga significativa en la economía familiar.
Para Chouela, va más allá de si su medicación es cubierta totalmente por su prepaga, obra social o si se encuentra dentro del Programa Médico Obligatorio (PMO).
“Hay muchos aspectos no contemplados y que la persona deberá financiar por sus propios medios, como el uso de un shampoo especial, crema humectante, la frecuencia del cambio de ropa y su lavado continuo, la utilización de prendas específicas que no le generen dolor y que cubran la mayor cantidad de superficie corporal posible, al margen de en qué temporada uno se encuentre”.
Chouela explicó que el sistema de salud es un asunto central en el tratamiento de esta enfermedad: “Existen muchos pacientes relegados por estar fuera del sistema de salud o que no acceden a los tratamientos por insuficiencia del propio sistema. Sucede en todas las áreas de la medicina y es un asunto particularmente severo en psoriasis. Por citar un ejemplo, a un paciente se le indica Fototerapia UVB tres veces a la semana y se le reconoce la cobertura total. No obstante, quizás no cuenta con un hospital o centro que posea ese equipamiento en 500 km. a la redonda, por lo que se le imposibilita recibir el tratamiento. La accesibilidad pasa también por ese tipo de inconvenientes”.