Por Leonardo Coscia
Esquizofrenia: se puede mejorar la calidad de vida
27 de febrero de 2008
En las últimas dos décadas se produjeron importantes avances en la comprensión de la esquizofrenia. Importantes inversiones de la industria farmacéutica han sido dirigidas a la obtención de fármacos que permitan tener una mejor calidad de vida a aquellas personas que sufren la enfermedad. Sabemos que entre un 0,5 y 1,2 por ciento de la población padece dicho desorden psíquico.
Sin ninguna duda, los enfermos se han beneficiado con el uso de medicamentos de última generación, con un mejor perfil de tolerancia y con una considerable reducción de los efectos colaterales y adversos. Las familias de estos pacientes también han visto resueltos algunos problemas asociados, tales como el abandono del tratamiento por parte del enfermo, ocasionado por los efectos indeseados que se sumaban al malestar de la dolencia, haciendo, de ese modo, que la existencia fuera muy penosa.
Estudios recientes a los que tuvo acceso Asteriscos.TV y que fueron llevados a cabo en el Nathan S. Kline Institute for Psychiatric Research in Orangeburg, New York, han probado que los antipsicóticos de última generación son eficaces para controlar los estados de agitación sin provocar síntomas extrapiramidales (parkinsonismo), tanto para esquizofrénicos como para bipolares.
En la actualidad de la evolución farmacológica combinada con los avances en la comprensión de los mecanismos biológicos de la enfermedad sabemos que es muy importante poder establecer el tratamiento médico precozmente, de ese modo la evolución de la patología puede ser más leve.
Los antipsicóticos de última generación permiten esta conducta terapéutica con menores efectos adversos. Es un hecho que la adherencia al tratamiento por parte de los pacientes ha mejorado en un porcentaje altísimo.
La genética ha asociado la presencia de un gen anómalo que puede manifestarse tanto para desencadenar esquizofrenia como así también TBP. Por ello, con más razón se debe impedir la evolución de la enfermedad implantando el tratamiento lo más precozmente posible, con la aparición de los primeros síntomas psicóticos.
No siempre explosivos y dramáticos, a veces pueden ser sutiles, como ser el retraimiento, las “personalidades especiales” con dificultades en las relaciones sociales y los rendimientos escolares. Muchas veces el consumo de sustancias puede ser un primer llamado de atención.
La esquizofrenia presenta características polifacéticas con abundantes formas de expresión que parten de un tronco común patológico.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud: "La Esquizofrenia está caracterizada por un disturbio fundamental de la personalidad, una distorsión del pensamiento, delusiones bizarras, percepciones alteradas, respuestas emocionales inapropiadas y un grado de autismo. Estos síntomas son experimentados en presencia de conciencia clara y (generalmente) capacidad intelectual conservada"
Hay aproximadamente 2 millones de nuevos casos reportados cada año en todo el mundo. En países industrializados se hallan 16 a 28 nuevos casos cada 100.000 pacientes.
La Esquizofrenia suele hacer su irrupción en la segunda década de la vida, pero se reportan episodios agudos en niños y adultos mayores. Los hijos de pacientes esquizofrénicos tienen una probabilidad mayor de padecer la enfermedad que la población general, pero los hijos de ambos padres esquizofrénicos no necesariamente enfermaran.
El instituto de Salud Mental de los Estados Unidos ha colocado a la Esquizofrenia entre las dos primeras causas de admisión en los centros especializados en Psiquiatría de ese país.