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Por Leonardo Coscia
Azúcar y Edulcorantes: administrar, no prohibir
14 de septiembre de 2007
El manejo de las calorías por medio del equilibrio entre las "calorías consumidas contra calorías gastadas" es la única manera de obtener y mantener un peso sano. Además, en virtud de la relación del ser humano con lo dulce, es necesario administrar, no prohibir, además de optar por un estilo de vida saludable que incluya una actividad física regular.
“El mantenimiento de un peso corporal saludable depende de una sabia administración de la energía proveniente de todas las fuentes de alimentos y bebidas, junto con opciones de estilos de vida que incluyan una actividad física regular”, resume uno de los puntos del Consenso Científico sobre lo Dulce y los Endulzantes presentado por la Federación Argentina de Graduados en Nutrición (FAGRAN) y Oldways, en la sede de la Asociación Médica Argentina (AMA).
Este Consenso, al que llegaron científicos y profesionales de la salud de prestigio internacional luego de dos años de trabajo, es una toma de posición respecto de la administración de lo dulce y los endulzantes, en virtud de la evidencia científica sobre los factores que influyen en las conductas alimentarias.
En la Declaración se destaca la preferencia natural de los humanos hacia el azúcar, dado que es esencial para los procesos básicos de la vida, a la vez que se advierte que todas las calorías, ya vengan de carbohidratos, proteínas o grasas, cuando son excesivas, causan sobrepeso y obesidad.
Esta afirmación se fundamenta en estudios científicos que prueban que el manejo de las calorías por medio del equilibrio entre las “calorías consumidas contra calorías gastadas” es la única manera de obtener y mantener un peso sano, y que, en virtud de la relación del ser humano con lo dulce, estudiada desde distintas disciplinas del conocimiento, es necesario administrar, no prohibir.
El año pasado, prestigiosos científicos de Europa y Estados Unidos acordaron la importancia del azúcar y los edulcorantes intensivos en una dieta equilibrada y solicitan políticas que permitan a las personas realizar elecciones individuales responsables respecto a su nutrición.
La Declaración de este Consenso Científico se alcanzó en la conferencia “Managing Sweetness” realizada por Oldways, una organización sin fines de lucro especializada en alimentación. Dicha conferencia se concretó en el marco de la Plataforma Europea de Acción sobre Dieta, Actividad Física y Salud y fue respaldada por varios de sus miembros.
Los principales puntos de la Declaración del Consenso son los siguientes:
1. La aceptación de lo dulce es innata y universal. Lo dulce guía a los mamíferos recién nacidos hacia los alimentos y bebidas seguros y nutritivos; mientras que lo amargo señala un potencial peligro.
2. De los cinco sabores más reconocidos, tres generalmente señalan aceptación (dulce, salado y umami, asociado a los aminoácidos) mientras los otros dos habitualmente son evitados (agrio y amargo). Estas respuestas tempranas se modifican con las experiencias de vida, generando en la edad adulta preferencias de sabores.
3. Los humanos hemos buscado alimentos dulces, bebidas dulces y edulcorantes a través de la historia; el sabor dulce continúa siendo un factor primordial para la elección de alimentos y bebidas, e influye en grandes sectores de la vida moderna.
4. Existen varias y diferentes fuentes de azúcares en la naturaleza, además del azúcar de caña, el azúcar de remolacha y de maíz. Éstas incluyen frutas, vegetales y leche.
5. El deseo por lo dulce también se satisface con edulcorantes intensivos, edulcorantes de bajo valor energético (como los polialcoholes) o con una combinación de ambos.
6. El azúcar, los edulcorantes intensivos y los edulcorantes de bajo valor energético, en conjunto, ofrecen buenas opciones para la administración de lo dulce.
7. La digestión y el metabolismo humano no diferencian los azúcares que se encuentran naturalmente en los alimentos de aquellos que se adicionan a los mismos. Todos los azúcares contribuyen 4 calorías por gramo (4 kcal o 17 kJ/g).
8. La glucosa es esencial para la vida porque es el combustible primario que el cuerpo quema en sus procesos metabólicos para generar energía para las células.
9. Mantener un peso corporal saludable depende de un manejo sensato de la energía proveniente de todas las fuentes de alimentos y bebidas, conjuntamente con la elección de estilos de vida inteligentes que incluyan una actividad física regular. Esto es especialmente importante en aquellas sociedades donde no exista un balance entre el ingreso de energía y la actividad física.
10. Una frecuencia elevada de consumo de azúcares y otros carbohidratos fermentables, combinada con la falta de una apropiada higiene bucal, ha sido vinculada al aumento del riesgo de caries dentales.
“El mantenimiento de un peso corporal saludable depende de una sabia administración de la energía proveniente de todas las fuentes de alimentos y bebidas, junto con opciones de estilos de vida que incluyan una actividad física regular”, resume uno de los puntos del Consenso Científico sobre lo Dulce y los Endulzantes presentado por la Federación Argentina de Graduados en Nutrición (FAGRAN) y Oldways, en la sede de la Asociación Médica Argentina (AMA).
Este Consenso, al que llegaron científicos y profesionales de la salud de prestigio internacional luego de dos años de trabajo, es una toma de posición respecto de la administración de lo dulce y los endulzantes, en virtud de la evidencia científica sobre los factores que influyen en las conductas alimentarias.
En la Declaración se destaca la preferencia natural de los humanos hacia el azúcar, dado que es esencial para los procesos básicos de la vida, a la vez que se advierte que todas las calorías, ya vengan de carbohidratos, proteínas o grasas, cuando son excesivas, causan sobrepeso y obesidad.
Esta afirmación se fundamenta en estudios científicos que prueban que el manejo de las calorías por medio del equilibrio entre las “calorías consumidas contra calorías gastadas” es la única manera de obtener y mantener un peso sano, y que, en virtud de la relación del ser humano con lo dulce, estudiada desde distintas disciplinas del conocimiento, es necesario administrar, no prohibir.
El año pasado, prestigiosos científicos de Europa y Estados Unidos acordaron la importancia del azúcar y los edulcorantes intensivos en una dieta equilibrada y solicitan políticas que permitan a las personas realizar elecciones individuales responsables respecto a su nutrición.
La Declaración de este Consenso Científico se alcanzó en la conferencia “Managing Sweetness” realizada por Oldways, una organización sin fines de lucro especializada en alimentación. Dicha conferencia se concretó en el marco de la Plataforma Europea de Acción sobre Dieta, Actividad Física y Salud y fue respaldada por varios de sus miembros.
Los principales puntos de la Declaración del Consenso son los siguientes:
1. La aceptación de lo dulce es innata y universal. Lo dulce guía a los mamíferos recién nacidos hacia los alimentos y bebidas seguros y nutritivos; mientras que lo amargo señala un potencial peligro.
2. De los cinco sabores más reconocidos, tres generalmente señalan aceptación (dulce, salado y umami, asociado a los aminoácidos) mientras los otros dos habitualmente son evitados (agrio y amargo). Estas respuestas tempranas se modifican con las experiencias de vida, generando en la edad adulta preferencias de sabores.
3. Los humanos hemos buscado alimentos dulces, bebidas dulces y edulcorantes a través de la historia; el sabor dulce continúa siendo un factor primordial para la elección de alimentos y bebidas, e influye en grandes sectores de la vida moderna.
4. Existen varias y diferentes fuentes de azúcares en la naturaleza, además del azúcar de caña, el azúcar de remolacha y de maíz. Éstas incluyen frutas, vegetales y leche.
5. El deseo por lo dulce también se satisface con edulcorantes intensivos, edulcorantes de bajo valor energético (como los polialcoholes) o con una combinación de ambos.
6. El azúcar, los edulcorantes intensivos y los edulcorantes de bajo valor energético, en conjunto, ofrecen buenas opciones para la administración de lo dulce.
7. La digestión y el metabolismo humano no diferencian los azúcares que se encuentran naturalmente en los alimentos de aquellos que se adicionan a los mismos. Todos los azúcares contribuyen 4 calorías por gramo (4 kcal o 17 kJ/g).
8. La glucosa es esencial para la vida porque es el combustible primario que el cuerpo quema en sus procesos metabólicos para generar energía para las células.
9. Mantener un peso corporal saludable depende de un manejo sensato de la energía proveniente de todas las fuentes de alimentos y bebidas, conjuntamente con la elección de estilos de vida inteligentes que incluyan una actividad física regular. Esto es especialmente importante en aquellas sociedades donde no exista un balance entre el ingreso de energía y la actividad física.
10. Una frecuencia elevada de consumo de azúcares y otros carbohidratos fermentables, combinada con la falta de una apropiada higiene bucal, ha sido vinculada al aumento del riesgo de caries dentales.