El especialista Carlos Damin expuso sobre la problemática de los jóvenes con el alcohol, en el marco de un encuentro organizado y auspiciado por la Federación de la Industria Licorista Argentina (FILA), como parte de su Programa de RSE (Responsabilidad Social Empresaria), y llevado a cabo en la Facultad de Medicina de la Universidad Católica Argentina (UCA), el Dr. Carlos Damin, Jefe de Toxicología del Hospital Fernández, y Profesor Titular de la misma cátedra en la Universidad de Buenos Aires (UBA), ofreció la siguiente disertación: “El alcohol y los jóvenes, una problemática actual”.
Unas 100 personas, entre ellas jóvenes, docentes y profesionales, siguieron atentamente la exposición del doctor Damin.
En el marco de un encuentro organizado y auspiciado por la Federación de la Industria Licorista Argentina (FILA), como parte de su Programa de RSE (Responsabilidad Social Empresaria), y llevado a cabo en la Facultad de Medicina de la Universidad Católica Argentina (UCA), el Dr. Carlos Damin, Jefe de Toxicología del Hospital Fernández, y Profesor Titular de la misma cátedra en la Universidad de Buenos Aires (UBA), ofreció la siguiente disertación: “El alcohol y los jóvenes, una problemática actual”.
Unas 100 personas, entre ellas jóvenes, docentes y profesionales, siguieron la exposición.
“El alcohol y los jóvenes, una problemática actual” “Consumo problemático de sustancias psicoactivas”.
Por Carlos Damin
El consumo de sustancias psicoactivas es una modalidad que se presenta en las unidades asistenciales con una frecuencia cada vez más creciente, por cuadros cada vez más graves y a más temprana edad de los pacientes que consultan.
Tienen una relación casi lineal con cualquier evento relacionado con la reunión de pares, salidas de fines de semana, fiestas de graduación, recitales, competencias o prendas de “consumo sin límites”, preparación “previa” antes del ingreso a algún local o fiesta bailable, celebraciones religiosas tradicionales, reservadas inicialmente para ciertas comunidades, las que fueron extendiendo su ámbito e influencia en la población joven.
Así, el consumo de bebidas alcohólicas en exceso se transformó en “normal” en la adolescencia y en grupos de adultos jóvenes, donde el objetivo en muchos casos es “perder el control”, para lo que es “necesario” consumir sin límites. Además en estos grupos, “no beber en exceso” significa no pertenecer, ser excluido del grupo de pertenencia.
En muchas ocasiones, las bebidas alcohólicas se consumen asociadas a sustancias de incorporación relativamente reciente, denominadas “bebidas energizantes”, clasificadas como suplemento dietario (Código Alimentario Argentino), destinadas a promover un alto nivel de energía y mejorar el rendimiento físico y psíquico, sin un concluyente sustento científico que respalde tales propiedades benéficas. Estas últimas, constituyen verdaderos estimulantes del sistema nervioso central; y en su asociación con el alcohol, permiten ingerir cantidades superiores del mismo por disminución de las señales de fatiga y aumento del estado de alerta.
Las causas de ingreso a los dispositivos sanitarios de urgencia son múltiples: intoxicaciones, pérdida de conocimiento, alteración de la conducta, agitación psicomotriz, lesiones por caídas, riñas, accidentes de tránsito; etc.; todas situaciones de gran riesgo personal y con consecuencias médicas.
Esta problemática se manifiesta de forma aguda y crónica y de ambas maneras debe ser atendida desde la órbita de lo sanitario, porque es tratable y su recuperación es posible.