Cerca del 1% de la población está infectada con estas lesiones sumamente contagiosas. De transmisión sexual, el riesgo de adquirirlas si se tiene contacto con alguien infectado es superior al 70%. Son producidas por el Virus del Papiloma Humano (HPV). Muy raramente producen cáncer. Como se transmiten piel a piel el preservativo no es protección suficiente.
La vacunación antes del inicio de las relaciones sexuales con un agente inmunizador que protege contra los tipos 6 y 11 del virus –causantes del 90% de las verrugas- es la manera más adecuada de evitar el contagio.
Durante el Congreso Mundial de la Federación Internacional de Colposcopia IFCPC realizado recientemente en la Ciudad de Rio de Janeiro se mostró que la vacuna cuadrivalente con los subtipos virales 6 y 11, que son el agente etiológico de las verrugas genitales, logra un impacto más rápido en la disminución de la circulación y transmisibilidad del virus del HPV en la población joven vacunada.
El Virus del Papiloma Humano (HPV, por sus siglas en inglés) es un pequeño virus con doble cadena de ADN circular del que se han detectado hasta ahora más de 70 tipos distintos, de los cuales entre 30 y 40 infectan el Tracto Anogenital de ambos sexos. Un grupo de estos tipos tiene probado potencial cancerígeno.
La vía principal de contagio es la sexual. Una vez que está en el organismo, el HPV puede permanecer latente o dar lugar a dos tipos básicos de lesiones: intraepiteliales en el cuello uterino, vagina, vulva, región perineal, región perianal, ano y pene, o lesiones acuminadas, llamadas condilomas virales acuminados (CVA) o verrugas genitales. Las verrugas pueden aparecer en el área genital de ambos sexos pero también en mucosas como la boca y la laringe, y dar lugar allí a una afección llamada papilomatosis respiratoria recurrente, con la formación de condilomas en las cuerdas vocales, que obstruyen la entrada de aire.
Los HPV se dividen en dos grupos según el riesgo oncogénico
- HPV de bajo riesgo: 6, 11, 26, 42, 44, 54, 70, 73
- HPV de alto riesgo: 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 55, 56, 58, 59, 66, 68
El HPV infecta a través de las mucosas y de la piel y no se disemina sistémicamente, sino que ocasiona una infección a nivel local. Los tipos 6 y 11 –de bajo riesgo oncogénico- son los responsables de más del 90% de las verrugas genitales.
“Las verrugas genitales son lesiones muy contagiosas, debido a que se elimina el virus intacto, con gran capacidad infectante –expresa la doctora Laura Fleider, Médica Ginecóloga del Hospital de Clínicas José de San Martín y docente de la Universidad de Buenos Aires-.
El índice de infectividad es mayor al 70%; es decir, que si una persona tiene relaciones sexuales con alguien que presenta verrugas genitales, el riesgo de contagio es mayor al 70%. Cualquier tipo de relación sexual contagia HPV, no únicamente la penetración vaginal, ni de la eyaculación. Inclusive el sexo oral puede contagiar verrugas genitales o lesiones por HPV. La única vía de contagio totalmente demostrada es la sexual, pero tal vez pueda contagiarse por otras, como por ejemplo al compartir la ropa interior.”
Como el HPV es la enfermedad de transmisión sexual más frecuente, el mayor riesgo de padecer verrugas genitales está dado por el contacto con nuevas parejas sexuales: a mayor número de parejas, más riesgo.
Se estima que el 70% de las mujeres que inicia sus relaciones sexuales adquiere una infección por HPV en los primeros 5 años; y que las verrugas anogenitales son una de las manifestaciones más frecuentes de esta infección.
Predominan en jóvenes, la edad de mayor frecuencia es entre los 20 y los 29 años, con el mayor índice de prevalencia entre los 20 y 24 años y sin distinción de grupo étnico ni estado socioeconómico. Anualmente se detectan aproximadamente en el mundo 30 000 000 de pacientes con verrugas genitales.
En Estados Unidos el 0.6 al 1% de la población sexualmente activa presenta verrugas genitales, y alcanzan valores de hasta el 13% en consultorios especializados de enfermedades de transmisión sexual.
Un estudio europeo estima 250 000 nuevos casos anuales de verrugas genitales en Europa en las mujeres, con un incremento de 6 veces en los últimos años, tanto en hombres como en mujeres11; el 65% de las mismas ocurren en menores de 25 años. El período de incubación varía entre 3 semanas hasta 8 meses, con una media de 2 a 3 meses luego del contacto inicial con el virus.
“La infección por HPV con virus de bajo riesgo que se va a manifestar como verruga lo hace en un lapso promedio de 3 meses a partir de la infección, a diferencia del cáncer, que puede aparecer luego de años de infección persistente. Esto hace que en la población adolescente las verrugas sean más frecuentes que el cáncer por HPV”, explica la doctora Hebe Vázquez, médica Infectóloga y Coordinadora de Grupo de Trabajo HPV de las Fundaciones del Centro de Estudios Infectológicos (Funcei) y Fighting Infectious Diseases in Emerging Countries.(Fidec)
En la última década se puede observar un claro aumento de las pacientes que consultan por verrugas genitales.
“Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, 300 millones de personas están infectadas en el mundo por el HPV sin lesiones detectables, 30 millones padecen verrugas genitales, 30 millones tienen lesiones de bajo grado en el cuello de útero, 10 millones tienen lesiones precancerosas de alto grado y aproximadamente 600 mil mujeres padecen cáncer cervical” añade Vázquez.
A menudo, las lesiones producidas por el VPH, incluyendo las verrugas, no son fáciles de detectar y además resultan asintomáticas.
“No hay una prueba generalizada como el Papanicolau y la colposcopía para detectar verrugas, aunque hay grupos de riesgo, como por ejemplo quienes padecen cualquier infección de transmisión sexual, al igual a todas aquellas pacientes que toman corticoides en forma crónica o son HIV positivas• -dice el doctor Silvio Tatti, director del Programa de Prevención de HPV del hospital de Clínicas José de San Martín-. Cuando son visibles, están en la zona genital: pene, escroto o ingle en el hombre y en la vulva y región perianal en la mujer. Algunas veces pueden ubicarse en la vagina o la uretra, y muy raramente en el cuello del útero.”
Vulnerabilidad y tratamientos
“Todas las personas sexualmente activas son vulnerables a infectarse por el HPV –dice la doctora Fleider-. Las infecciones generalmente son asintomáticas, la mayoría de los individuos desconocen que está infectados y pueden contagiar a su pareja sexual: es por eso que el HPV es la enfermedad de transmisión sexual más frecuente. Si bien el preservativo es muy útil en la prevención del contagio de distintas afecciones que se contagian por esta vía, no es tan efectivo en el caso del HPV, ya que es un virus que está en forma latente en toda la piel y mucosas del área genital y eso hace que durante el contacto sexual haya áreas infectadas que se contactan sin estar cubiertas por el preservativo. Es decir: no existe ningún método ciento por ciento efectivo para evitar el contagio de las verrugas genitales.”
Por otra parte, ninguno de los tratamientos disponibles actualmente para las verrugas –distintos medicamentos, láser, escisión quirúrgica tradicional, criocirugía- logra que el HPV sea eliminado del organismo. Este es el motivo por el cual es HPV sigue latente y la posibilidad que las verrugas recidiven es de aproximadamente el 40%.
“Si bien las verrugas genitales difícilmente se malignizan, ya que esto ocurre en menos del 1% de los casos, el 75% de las personas que tienen contacto con las verrugas se infecta, el 60% requiere tratamiento por no remitir espontáneamente y pueden evolucionar a una enfermedad recurrente, aun luego de cualquier tratamiento adecuado”, agrega la doctora Vázquez.
Para evitar el contagio de las verrugas genitales, “la mejor prevención es la vacuna profiláctica cuadrivalente para el HPV, que otorga una protección mayor del 90% para el riesgo de contagio de las verrugas genitales (producidas por los tipos 6 y 11 del virus, en el 90% de los casos) –explica la doctora Fleider-.
El mejor momento para vacunarse es antes del inicio de las relaciones sexuales. Sin embargo, es poco probable que una persona que haya iniciado relaciones esté infectada por los 4 tipos de HPV que protege la vacuna cuadrivalente. Por lo tanto, cualquiera está en condiciones de vacunarse, ya que protege contra los 4 tipos más comunes. Si una persona se encuentra ya infectada por alguno de ellos, la vacuna lo estaría protegiendo del resto. Inclusive aquellos que hayan sido tratados por alguna lesión vinculada al HPV, pueden vacunarse para evitar contagio de otros tipos de HPV.”
“Al mismo tiempo, la FDA ha aprobado a la misma vacuna en la protección del cáncer de recto, ya que la etiología del mismo en un 90% de las veces se debe a los tipos virales 16 y 18 y debe ser usada en este caso por hombres y mujeres. Se destaca que la vacuna cuadrivalente tiene demostrada su eficacia protectora para los cánceres de vulva y vagina y sus lesiones precursoras en cifras que superan el 90%” declaró el Dr, Silvio Tatti.
Sin embargo, la vacuna no otorga ninguna protección hacia tipos de HPV ya presentes en el cuerpo, ni siquiera aunque ya hayan sido tratados, ya que el HPV que provocó estas lesiones sigue latente y con riesgo de producir nuevas lesiones.
“La vacuna cuadrivalente está aprobada para mujeres y hombres a partir de los 9 años de edad –añade la especialista del hospital de Clínicas-. La inclusión de los hombres en la vacunación es ventajosa porque disminuye el contagio a sus parejas y además previene en los hombres la posibilidad de verrugas genitales y cáncer de pene y ano, y sus lesiones preinvasoras. El plan de vacunación consiste en 3 dosis: meses 0 – 2 y 6. Hasta ahora no es necesaria una dosis de refuerzo; la duración máxima evaluada de la inmunización es de 7.5 años.”
Identikit de las verrugas
Las verrugas anogenitales son muy contagiosas. Afectan a mujeres y hombres por igual y se localizan con mayor frecuencia en:
• Vulva: Monte de Venus, Labios mayores y Labios menores
• Introito
• Vagina
• Cuello uterino
• Periné
• Región perianal
• Mucosa anal
• Pene: Cuerpo del pene (especialmente pliegue subrepucial), Glande y Meato uretral
• Areas extragenitales: laringe – cavidad oral
Las verrugas intranales se observan predominantemente en personas que tienen sexo anal receptivo, pero ocurren también en hombres y mujeres que no han tenido historia de contacto sexual anal. Generalmente son asintomáticas, en algunas circunstancias pueden presentar prurito. En ocasiones se sobreinfectan y producen sangrado y/o dolor.
Los pacientes afectados por verrugas genitales sienten que su calidad de vida disminuye considerablemente, teniendo efectos negativos tanto a nivel sexual como social.
Mortensen G y Larsen H, evaluaron el impacto psíquico que tiene el tratamiento de las verrugas anogenitales. Los participantes de un estudio refirieron que no todos los médicos las trataban en forma similar. Algunos consideraron los tratamientos inconsistentes y experimentales. Tenían amplias expectativas ante las soluciones que les brindarían los médicos y se daban cuenta que no existían “soluciones mágicas” contra el problema. Las amplias variaciones en la efectividad de los tratamientos tuvieron un considerable impacto en el estado mental de los pacientes.
“En una encuesta anónima realizada por Mortensen y Larsen –afirma la doctora Fleider- un paciente varón de 23 años escribió: ‘ésta es una de las cosas de las cuales hay poca información. Quiero decir que no sólo tenés la sensación que esto lastima el alma y podés tener problemas con tu vida sexual y cosas así. No es una enfermedad peligrosa como el SIDA, y eso hace que a las verrugas genitales no se las tome tan seriamente; pero psicológicamente te golpea.