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27 de diciembre de 2024
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Controlar el asma para reducir internaciones
28 de abril de 2011
En el marco del Día Mundial del Asma, a celebrarse el próximo 3 de mayo, y bajo el lema “Usted puede controlar su asma”, tres sociedades científicas argentinas se sumarán al objetivo planteado por la organización internacional Global Initiative for Asthma (GINA): Reducir las hospitalizaciones causadas por esta enfermedad en un 50% para el año 2015.

“El asma afecta a 4.000.000 de personas en nuestro país. Aunque la mortalidad por asma ha disminuido, probablemente debido a la existencia de mejores tratamientos, muchos pacientes aún no alcanzan los objetivos adecuados de control”, afirma el Dr. Guillermo Menga, presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.

La Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica en conjunto con la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria y la Sociedad Argentina de Medicina han estado trabajando en conjunto para hacer realidad el objetivo primordial de la GINA en el país y es por ello que el día 6 de mayo brindarán una jornada con especialistas dirigida a la comunidad médica: “El Asma en diferentes escenarios de la Salud”.

En el encuentro se desarrollarán las siguientes temáticas: Diagnóstico y Evaluación del Control, Estrategias de tratamiento y Manejo y prevención de las exacerbaciones, donde se tratarán las medidas de implementación del programa GINA para reducir las hospitalizaciones en Argentina.

“Si bien el tratamiento de mantenimiento de la enfermedad tiene como primer objetivo prevenir las exacerbaciones, éstas siguen ocurriendo, siendo una causa frecuente de consulta en los servicios de emergencia. De ellas 20 al 30% requieren de hospitalización, con una importante carga económica para el sistema de salud”, añade el doctor Menga.

Actualmente, más de 300 millones de personas en el mundo padecen asma. La enfermedad no controlada provoca una reducción en la calidad de vida de los pacientes debido a que sus síntomas afectan la calidad del sueño, limitan las actividades normales, condicionan las actividades deportivas, perturban la vida laboral o escolar y la vida cotidiana, causan afecciones psicológicas tanto en el paciente como en su familia, y pueden conducir a frecuentes hospitalizaciones e, incluso, la muerte.

En este sentido, el Doctor Menga explica que “el asma puede estar controlada, parcialmente controlada o no controlada y estas dos últimas situaciones se observan por un inadecuado tratamiento o incumplimiento”.

Por su parte, el Dr. Hugo Ghiani, presidente de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica y Coordinador Referente del PROBAS (Programa Bonarense de Asma Infanto-Juvenil) del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, comparte datos actualizados y recientes derivados de conclusiones de un estudio llevado a cabo en América Latina.

“El estudio denominado Asthma Insights and Reality in Latin America (AIRLA) implementado en la región y encabezado por el Dr. Hugo Neffen, reveló que la mitad de los pacientes que padecían de asma moderada manifestaban que su enfermedad se encontraba bien controlada”.

“La principal conclusión del estudio AIRLA, agrega el Dr. Ghiani, radica en el hecho que sólo el 2,4% de los pacientes (2,3% de los adultos y 2,6% de los niños) cumplían todos los criterios correspondientes a un control total del asma”.

Los datos demuestran que la mayoría de los pacientes asmáticos no tienen control sobre su afección y asumen con normalidad vivir con síntomas constantes de la enfermedad. Desconocen que con una evaluación periódica y el tratamiento adecuado, es posible lograr un buen control del asma de forma sostenida, lo que significa que podrían disfrutar de una vida normal. Actualmente, existen numerosos tratamientos y opciones efectivas.

Tipos de tratamiento para abordar la enfermedad:
Existen dos tipos de medicación disponibles para el tratamiento del asma:
1. De rescate: Que se usan sólo para aliviar rápidamente los síntomas: Entre estos cabe citar a los broncodilatadores de acción rápida, que suelen presentarse en aerosol o solución para nebulizar y a los corticoides orales o inyectables.
2. De control: Son medicamentos que se usan de manera continua y permanente a fin de prevenir la presentación de síntomas, evitar que se usen los medicamentos de rescate y reducir los riesgos asociados con la enfermedad: de internarse, de concurrir a guardia, de presentar efectos adversos por los medicamentos y de morirse.

El uso de medicación de rescate es un indicador del nivel de control del asma. Y, en este sentido el estudio AIRLA indica que es alarmante el poco uso de la medicación controladora respecto al consumo de rescatadores en todos los estadios de la enfermedad y en el promedio general.

Si el asma se encuentra bien controlada, el riesgo se reduce de manera sustancial, en este sentido se dispone del Asthma Control TestTM como test de rutina para conocer el nivel de control de asma que tiene un paciente. Las guías internacionales establecen que el uso de medicación de rescate más de dos veces por semana es resultado de un mal control del asma.

El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías aéreas, cuyos síntomas principales son sibilancias (silbidos en el pecho), falta de aire, sensación de opresión en el pecho y tos, los síntomas suelen presentarse por la noche, interrumpiendo el sueño a la madrugada, y/o por la mañana poco después de despertar. Por medio de la espirometría puede evaluarse la magnitud de la obstrucción bronquial. Esta suele mejorar parcial o totalmente con broncodilatadores y con otros medicamentos que reducen la inflamación.

Los factores desencadenantes más comunes que provocan síntomas son las infecciones virales, la inhalación de alérgenos (como los ácaros del polvo ambiental, los epitelios de animales, etc), el humo de tabaco, ciertos contaminantes del aire como los gases de combustión de autos, camiones y colectivos. Muchos asmáticos presentan estos síntomas con la actividad física o el deporte, así como luego de ingerir determinados alimentos, aditivos y ciertos medicamentos.

Los tratamientos disponibles, basados en el uso de corticoides inhalados, broncodilatadores de acción prolongada, de acción rápida y antileucotrienos permiten reducir o suprimir notablemente el impacto de estos estímulos en la vida cotidiana de los asmáticos.