La leucemia mieloide crónica (LMC) es una patología que produce al año, en la Argentina, un promedio de 600 nuevos casos.
Se da con más frecuencia en hombres que en mujeres. Además, algunos pacientes desarrollan la variedad linfoblástica aguda subtipo cromosoma Filadelfia positivo (LLA Ph +).
La droga Dasatinib fue aprobada el 28 de junio de 2006 por la Food & Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos y ya está a disposición de médicos y pacientes en la Argentina.
Esta situación coloca al país a la vanguardia de los avances científicos al ser el primer país de Latinoamérica que comercializa este medicamento.
El innovador abordaje amplía auspiciosamente las estrategias para enfrentar con éxito la LMC. Lo esperable para los pacientes tratados con Dasatinib es una reducción del número de células leucémicas reflejado en la normal producción de glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas.
En una cantidad considerable de pacientes, el tratamiento convencional en base a la droga imatinib, en determinado momento, deja de producir resultados o genera intolerancia. Dasatinib, esta nueva alternativa terapéutica, permite que ahora exista otra herramienta para reducir la actividad de una o más proteínas responsables del crecimiento descontrolado de las células leucémicas.
Opera con un nuevo mecanismo de acción de blancos múltiples, que logra la inhibición de las quinasas BCR-ABL y SRC. Estas quinasas son las que regulan el constante recambio de las células de la sangre que en esta enfermedad se encuentra alterado.
Esta reducción permite que la médula ósea ( tejido situado en el interior de algunos huesos responsable de la producción de las células de la sangre) reanude la generación de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas normales, mejorando el bienestar y la calidad de vida de los pacientes.
Esta alternativa, al alcance de todos los que la necesiten a través del Banco de Drogas Oncológicas, ha demostrado ostensibles índices de respuesta hematológica y citogenética. Además ofrece la comodidad de que el tratamiento se realiza por vía oral en dos tomas diarias, con dosis diferentes 20, 50 o 70 mg según se requiera en cada caso.
En la leucemia, los glóbulos blancos se multiplican de manera descontrolada, ocupando el espacio medular y se envían al torrente sanguíneo. En consecuencia, se compromete la producción de glóbulos rojos normales (células que transportan oxígeno), glóbulos blancos (células que combaten las infecciones), y plaquetas (células que ayudan a la coagulación de la sangre). Por lo tanto, los pacientes con leucemia están en riesgo de contraer anemia, infecciones, y hemorragias serias.
La leucemia mieloide crónica o LMC es una de las formas de esta enfermedad. El progreso de la LMC puede llevar años porque es una enfermedad de crecimiento lento o crónico. A medida que la LMC progresa, los pacientes atraviesan tres fases: la fase crónica, la fase acelerada, y la fase de crisis blástica.
La leucemia linfoblástica aguda Ph+, o LLA Ph+, es otra forma de la patología con un pronóstico menos favorable. En la LLA Ph+, los glóbulos blancos linfoblásticos se multiplican de manera descontrolada.
Durante el Congreso de la Sociedad Americana de Hematología llevado a cabo entre el 9 y el 12 de diciembre de 2006 en Orlando (USA), se presentaron resultados de ensayos clínicos que confirman los beneficios de esta terapéutica.