En la actualidd, es natural utilizar protector solar al exponerse al sol para que la piel no sufra daños. Pero no siempre se tiene en cuenta que los ojos necesitan del mismo cuidado.
Según indica Clelia Crespo Nano, entre las enfermedades más típicas causadas por descuidos en el verano figuran las infecciones, la conjuntivitis, la resequedad, la irritación y otras más graves como fotoqueratitis, catarata y degeneración macular.
En verano es más común la transmisión de enfermedades provocadas por bacterias o virus a través del contacto con piletas contaminadas o con altos niveles de cloro. También es típico que los chicos manipulen arena o superficies sucias, seguido del hábito de frotarse los ojos.
En lo que respecta a la conjuntivitis no sólo se debe pensar en las piletas sino también en la luz ultravioleta (UV) que puede desencadenar la inflamación de la conjuntiva (membrana transparente que recubre el ojo). Esto produce síntomas como lagrimeo, dolor y enrojecimiento. Cuando la exposición es intensa y continua puede dar lugar a crecimientos anormales de la conjuntiva (pinguecula) o a la formación de una superficie carnosa en la conjuntiva (pterigion).
Otro problema típico es la resequedad causada por elevadas temperaturas y un uso excesivo del aire acondicionado, lo cual genera fatiga ocular y aparición de lesiones superficiales que pueden infectarse.
Respecto a la irritación, esta suele ser generada por el contacto directo del agua de mar o de la pileta con los ojos, lo que provoca enrojecimiento, molestias y hasta lesiones en la cornea y el globo ocular.
La fotoqueratitis es una quemadura en la cornea que puede generar distintas lesiones debido a la acción de los rayos UV, dicha lesión genera dolor, lagrimeo, sensación de arenilla y en casos extremos fotofobia.
En la Catarata el cristalino (lente natural que se localiza detrás de la cornea) absorbe la radiación UV actuando como filtro que evita que aquella llegue a la retina. Sin embargo la excesiva exposición al sol puede desencadenar la opacidad del cristalino (catarata), lo que dificulta el paso de la luz y provoca visión limitada.
Por su parte, en la degeneración macular, la mácula (parte central y más importante de la retina) se seca o se forma una cicatriz, lo cual genera problemas para captar imágenes. A pesar de tener varias causas, se considera a la exposición solar como uno de los factores de riesgo.
La prevención es la mejor forma de evitar la aparición de estas afecciones, por lo que la Dra. Clelia Crespo Nano recomienda:
• Usar anteojos para el sol que bloqueen 100% los rayos UV y que cumplan las normas de calidad para la protección ocular. Los anteojos de mala calidad generan mayor daño al favorecer la dilatación de la pupila, y al contrario de lo que se desea, aumentan el paso de la radiación.
• Si usa todos los días anteojos con aumento, consulte con su oftalmólogo para que le recete anteojos con filtro UV según sus necesidades.
• No tome sol con lentes de contacto, y si los usa, asegúrese de que tengan filtros para rayos UV.
• Evite tomar sol entre las 11 y las 17 hs., horario en que la radiación aumenta.
• Use gorra o sombrero.
• Evite el uso de lentes de contacto al nadar, ya que esto aumenta el riesgo de contraer infecciones y sufrir resequedad ocular.
• Vigile que los niños no se froten los ojos con las manos sucias para evitar infecciones.
• Use protección ocular durante la práctica de deportes para evitar golpes en los ojos, más aun si tiene un ojo con baja visión.
• Una buena medida para reducir el contacto con el agua de la pileta y el mar es el uso de antiparras.
• En caso de sentir resequedad e irritación puede usar sustitutos lagrimales en colirios.
• Cuando entra una basurita en el ojo evite frotarlo, lávelo con abundante agua limpia.
• Trate de no pasar mucho tiempo en ambientes con aire acondicionado. Si tiene uno de estos en su habitación, no lo deje prendido toda la noche ya que reseca el ambiente, lo cual perjudica los globos oculares.
No todas las lesiones aparecen inmediatamente. Algunas como pterigion, cataratas y degeneración macular surgen después de prolongadas y repetidas exposiciones al sol. Por eso, no hay que descuidarse, los ojos tienen "memoria" de las condiciones a las que han sido sometidas.