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Diabetes: cuidar los pies también es importante
18 de noviembre de 2010
Se estima que en la Argentina 2 millones de personas padecen diabetes y unas 600 mil personas lo desconocen. Los niveles elevados de glucosa en sangre, característicos de la enfermedad, incluso cuando no hay síntomas que alerten al individuo sobre la presencia de diabetes, producen un daño progresivo de los nervios y de los vasos sanguíneos que conlleva a serias complicaciones entre las que se encuentra el denominado “pie diabético”.

El daño progresivo de los nervios lleva a la falta de sensibilidad en los miembros inferiores (la neuropatía diabética), la pérdida de sensibilidad frente al dolor, al calor o al frío; y favorece la generación de lesiones sin que la persona lo advierta por lo que un simple corte o raspadura puede dar lugar a la formación de una herida. Por otro lado, puede darse una mala circulación y/o disminución del flujo sanguíneo en los miembros inferiores (enfermedad vascular periférica o pie isquémico) lo que impide la cicatrización y por consiguiente la curación de las heridas.

Ambas problemáticas –la neuropática y la isquémica– se potencian y pueden generar serias dificultades en las extremidades del diabético, hasta llegar incluso a una gangrena. Si se llega a este punto, para evitar que se extienda y corra riego la vida del paciente, en muchos casos el tratamiento habitual consiste en extirpar quirúrgicamente el dedo del pie, el pie y, en ocasiones, hasta parte de la pierna.

“El pie diabético es el responsable de más del 50 por ciento de las amputaciones no traumáticas. Toda lesión, sobre todo en el paciente con pie diabético, demora mucho tiempo en cicatrizar, por lo que es mayor la posibilidad de infección y por lo tanto mayor también la probabilidad de amputaciones” afirmó la doctora Marta Calvagno, miembro del Servicio de nutrición del Hospital Tornú. La especialista agregó además que cuando se habla de amputaciones mayores, se estima que el riesgo de mortalidad aumenta en un 50 por ciento dentro de los 3 y 4 años de producida la amputación.

“La morbi-mortalidad es sumamente alta, es por eso que en la actualidad, el pie diabético en sí, se toma como un factor de riesgo cardiovascular alto. De los pacientes amputados el 85 por ciento tuvieron antecedentes de lesiones previas, por lo que el sólo hecho de tener o haber tenido una lesión implica que el paciente ya debe ser considerado de alto riesgo cardiovascular” indicó.

Se estima que un 15 y un 25 por ciento de los pacientes con diabetes desarrollarán úlceras en algún momento de su vida; y de estos pacientes entre un 10 y un 30 por ciento sufrirá además una amputación. Según estadísticas de la Federación Internacional de Diabetes (IDF, según sus siglas en inglés) como consecuencia de la progresión de estas heridas, cada 30 segundos se produce en algún lugar del mundo una amputación a causa de la diabetes.

Tratamiento
El tratamiento de las heridas o también llamadas ulceras de pie diabético busca lograr la cicatrización de la lesión; ya que cuanto más rápido se cierre, existen menores posibilidades de infección y amputación. Si bien en los últimos años se han desarrollado innumerables herramientas para tratar de manera rápida y selectiva cualquier herida, y mejorar las posibilidades de recuperación y fundamentalmente evitar las amputaciones; un gran número de pacientes ya sea por el tamaño de la lesión o por la falta de cuidado o diagnóstico correcto deben someterse a una amputación.

La utilización de la biotecnología ha permitido desarrollar nuevos tratamientos que han logrado disminuir en forma significativa la gravedad de las lesiones y por consiguiente el número de amputaciones. El factor de crecimiento epidérmico estimula la formación de tejido, así como la formación de nuevos vasos sanguíneos o angiogénesis.

“Es una formulación inyectable que se aplica directamente en el sitio de la herida y promueve el rápido cierre de la lesión en pacientes diabéticos que tienen dificultad para cicatrizar sus heridas, y evita la amputación de un alto porcentaje de pacientes con lesiones profundas que, en muchos casos, eran resistentes al tratamiento” afirmó el doctor José Fernández Montequín, asesor del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de La Habana, Cuba, donde fue desarrollado el medicamento.

El factor de crecimiento epidérmico, o Heberprot-p, está disponible en varios países del mundo desde hace unos años y se utiliza con muy buenos resultados: en Venezuela más de 11.000 pacientes ya lo han utilizado y más del 50 por ciento ya han sido curados y dados de alta mientras que en Cuba más de 4000 pacientes ya han sido atendidos.

En Argentina, el producto se utiliza desde hace apenas un año, pero ya han sido atendidos más de 100 pacientes y el tratamiento ha sido exitoso en el 90 por ciento de los casos. Se inyecta tres veces por semana en la lesión, durante aproximadamente 12 semanas, la eficacia es muy rápida por lo que el paciente no necesita internarse.

“La inyección de la molécula hace que el tejido ‘organice’ el crecimiento de abajo hacia arriba y de los bordes hacia el centro en una herida de pie diabético, evitando el ciclo herida cerrada-abierta-cerrada; por lo tanto el esfuerzo médico es menor a lo largo del tratamiento y se genera además mayor confianza por parte del enfermo”, afirmó el doctor Axel Tolstano, Cirujano Vascular del Hospital Santojanni y del Sanatorio Modelo de Burzaco.

Heberprot-p, es un novedoso tratamiento, único en su clase, constituye una nueva opción terapéutica para el tratamiento de estas lesiones que ayuda a acelerar la cicatrización de úlceras profundas y complejas derivadas de la diabetes. “En mi experiencia personal con el producto he logrado cicatrizar lesiones de larga data que no habían respondido a tratamientos convencionales. El Heberprot-p permite, no sólo cicatrizar lesiones que no responden a otros tratamientos, sino también acortar los tiempos de cicatrización, evitando con ello posibles infecciones y logrando que el paciente vuelva a deambular y a su vida habitual más prontamente” afirmó Calvagno.

“El beneficio del producto es significativo, existe por primera vez un producto confiable con resultados evidentes. Este nuevo tratamiento está destinado a corregir el terrible destino de amputaciones en el diabético, una clásica evolución de la patología, en aquellos pacientes que no toman los recaudos necesarios o no se controlan. Poder salvar la extremidad de un paciente diabético es fabuloso”, agregó por su parte el doctor Tolstano.

Otmar, paciente de la Ciudad de Rosario, es una de las personas que ha respondido con éxito a este tratamiento. “Me apliqué las inyecciones y el resultado es muy bueno. La herida cicatrizó perfectamente”. Manifestó que debido a su diabetes y a la falta de atención en el cuidado de sus pies, tuvo que someterse hace unos años a la amputación de 3 de sus 5 dedos de un pie. “Comencé con una llaga en el dedo, una lastimadura chica que luego se infectó y que requirió una amputación. Hasta este último tratamiento me pasaba que muchas heridas que cicatrizaban volvían a infectarse”, contó Otmar.

Para evitar llegar a las complicaciones derivadas por el pie diabético, toda persona con diabetes debería controlar, al menos una vez por año, el estado de sus pies. El examen es mínimo, indoloro y se puede realizar en poco tiempo, revisar los pies además de los niveles de glucosa puede evitar lesiones y prevenir a tiempo complicaciones. Cerca del 85 por ciento de todos los problemas relacionados con el pie diabético podrían evitarse mediante una combinación de buenos cuidados podológicos una y educación adecuada, tanto para personas con diabetes como para los profesionales sanitarios que las atienden.

EL FACTOR DE CRECIMIENTO EPIDÉRMICO (FCE)
El Factor de Crecimiento Epidérmico Humano recombinante (FCE Hu-r) es una proteína presente en animales y en el hombre elaborada y segregada por las células. Es una molécula proteica, sencilla, que estimula tanto la proliferación de fibroblastos como de células epiteliales. El científico estadounidense Stanley Cohen lo identificó en los años 60 y recibió en 1986 el Premio Nobel de Medicina. El efecto del Factor de Crecimiento ha sido ampliamente estudiado en el proceso de cicatrización y su eficacia ha sido demostrada tanto in vitro como in vivo.

El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana, a mediados de la década de los noventa, estudió el efecto del factor de crecimiento sobre la restauración de daños en los nervios periféricos sometidos a traumas severos. La infiltración local demostró ser eficaz ya que contribuía al restablecimiento del tejido de granulación, que es el material de unión de los tejidos ante los traumas abiertos. Estas evidencias preclínicas permitieron el desarrollo del nuevo producto (Heberprot-p) y fue así que el CIGB y el Instituto Nacional de Angiología y Cirugía Vascular (INACV) lo emplearon con éxito en el primer estudio clínico piloto realizado entre 2001 y 2002.

El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba, es una institución de desarrollo dinámico que le ha permitido alcanzar un alto nivel en la investigación, desarrollo, producción y comercialización de productos biológicos obtenidos a través de los métodos de la biotecnología moderna. Esta institución, tiene un papel integrador en la esfera de la Biotecnología Cubana, con alta capacidad científico técnica.

Pag. Web: http://www.cigb.edu.cu/