Entre el 15 y el 20 de noviembre se celebrará en Uruguay, la Cuarta Conferencia de las Partes del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial de la Salud.
Allí, representantes de los 171 países partes del Convenio debatirán una serie de acuerdos para la implementación de políticas de control de tabaco a nivel mundial. La Argentina no podrá participar activamente de esta Conferencia por no haber ratificado aún el Convenio.
Según la Fundación InterAmericana del Corazón (FIC) los Diputados y Senadores de la Nación "son responsables de que nuestro país sea uno de los pocos del mundo que está fuera de este tratado mundial de salud y que ni siquiera tenga una ley de salud que proteja a la población de la epidemia de tabaquismo".
La Conferencia de las Partes es el órgano deliberante del CMCT. En la reunión que se llevará a cabo en Punta del Este, Uruguay, se realizará una evaluación global acerca de los avances en la aplicación del Convenio y se definirán líneas de trabajo para los próximos dos años.
En este sentido, se considerarán nuevos instrumentos para la aplicación del tratado tales como el proyecto de protocolo sobre comercio ilícito de productos de tabaco y las directrices sobre diversos artículos del Convenio, en particular la reglamentación y divulgación del contenido de los productos de tabaco. Las decisiones que allí se tomen afectarán a nuestro país pero el Estado argentino no podrá participar en las decisiones que se tomen durante esta Conferencia ya que el Congreso de la Nación no ratificó aún el CMCT, por presión de la industria tabacalera.
Para Verónica Schoj, directora ejecutiva de FIC Argentina, la situación es alarmante “Argentina sigue a la cola de los países de la región en materia de control de tabaco. En toda América Latina y el Caribe se han registrado avances significativos a partir de la implementación del Convenio Marco, mientras que en nuestro país parece que la industria tabacalera es la única que celebra. No se ratificó el Convenio Marco, sigue dilatándose la sanción de la ley de salud, pero sí se sancionaron las leyes que benefician los intereses de la industria, como el aumento del FET en el 2008. Esta situación es vergonzosa e inadmisible”.
Y agregó que “mientras los gobiernos piden reducir la interferencia de la industria tabacalera en las políticas de salud, y los Estados de todo el mundo estarán debatiendo en la reunión cumbre en Uruguay la mejor forma de implementar el CMCT para reducir la primer causa de muerte evitable, Argentina sigue siendo funcional a las tabacaleras: seguimos afuera del tratado y sin ley nacional”.
El Convenio Marco es, centralmente, una estrategia de cooperación internacional en materia de control de tabaco que permite a los países enfrentar a las megacorporaciones tabacaleras y poder así concretar políticas de salud pública efectivas para controlar la epidemia. En algunos casos, las ganancias anuales de estas empresas multiplican ampliamente los productos brutos internos de los países y eso hace que sea imprescindible una estrategia mundial para enfrentarlas.
A diferencia del atraso que se observa en Argentina, los avances en las políticas de control de tabaco en América Latina han sido muy importantes, y no han pasado desapercibidos para la industria tabacalera transnacional. Por ello ha comenzado a contraatacar en nuestra región con el fin de doblegar este movimiento de salud.
“Argentina necesita con urgencia incorporarse plenamente al Convenio y para ello se necesita el compromiso político de los legisladores y funcionarios para defender la salud pública por encima del interés mezquino de las corporaciones tabacaleras”, concluyó Schoj.