Una nueva tecnología que permite estudiar y aprender más sobre el comportamiento de los embriones hasta el quinto día de evolución. Un camino de investigación que posibilitaría estudiar el desarrollo de los embriones provenientes de fecundación in vitro, en casos particulares.
La tecnología fue introducida en Argentina por el Centro de Estudios en Ginecología y Reproducción (CEGYR).
Se trata de un microscopio digital, invertido y compacto, de 22x11x8 cm, que se encuentra conectado a un sistema de software que capta imágenes, como una cámara fotográfica. Para utilizar este microscopio, que se coloca dentro de las incubadoras, es necesario cultivar los embriones de forma diferente. Éstos se colocan en cápsulas especiales, cada una de ellas posee 9 microwells (pequeños hoyos microscópicos), en los cuales son ubicados cada uno de los embriones. El soft puede programarse para tomar fotografías del desarrollo del embrión, con una frecuencia mínima de hasta 10 minutos.
Luego, editadas en formato de secuencia fotográfica, crea una película en la que se observa el proceso de clivaje embrionario (división embrionaria), hasta el segundo, tercer o quinto día de evolución.
Este adelanto tecnológico, que está siendo implementado en Estados Unidos y algunos países de Europa y que ahora CEGYR trae a la Argentina, deja observar de manera detallada y continua el desarrollo del embrión, logrando ver por completo el proceso de división embrionaria y conocer cuál es el mejor de todos los embriones.
“Esta nueva técnica, denominada “Primo Visión”, permite el monitoreo permanente y posibilita entender nuevos patrones de comportamiento del embrión con el objetivo mejorar los resultados”, comentó la Lic. Florencia Nodar, Bióloga Molecular, Directora del Laboratorio de Embriología de CEGYR.
“La observación de este proceso nos ha permitido estudiar y conocer los tiempos cronológicos reales, en los que se produce la división celular. Teniendo el registro horario correspondiente podemos saber cuando ocurre la primera división embrionaria y las divisiones sucesivas. Asimismo puede observarse el comportamiento de la fragmentación embrionaria con detalle. Se sabe que el embrión que se divide primero tiene más oportunidades de llegar a blastocisto que los otros, con mayores posibilidades de implantación. Viendo este proceso de manera continua, podemos cotejar patrones teóricos con lo que ocurre en la realidad. Estamos en período de evaluación. Y día a día continuamos sorprendiéndonos del comportamiento del desarrollo de los embriones. Los embriones que se dividen primero, que poseen menor porcentaje de fragmentación y simetría entre sus células, son los que tienen más chances de lograr embarazo”, agregó la Lic. Florencia Nodar, Bióloga Molecular, Directora del Laboratorio de Embriología de CEGYR.
“Con la nueva tecnología “Primo Vision” de Monitoreo Permanente, observamos que hay muchos casos en los que aparece incipiente la fragmentación, pero al continuar con el proceso de clivaje ésta se reabsorbe, pareciendo no haber existido, y esos embriones tienen menor chance de embarazo.”, afirmó la Lic. Florencia Nodar, Bióloga Molecular, Directora del Laboratorio de Embriología de CEGYR.
“Con este procedimiento podremos seguir profundizando en el estudio de la morfología del embrión en diferentes situaciones clínicas como : factor masculino severo, edad avanzada de la mujer y en fallas reiteradas de implantación. Consideramos que en el futuro, está Técnica nos permitirá conocer cual es el mejor embrión, pudiendo aumentar la tasa de embarazos, disminuyendo la tasa de embarazos múltiples, una de las preocupaciones de los Centros de Reproducción Asistida de hoy.”, concluyó el Dr. Sergio Papier, Director Médico de CEGYR.
Historia de la fertilidad
Las técnicas de Reproducción Asistida se han transformado en el tratamiento de elección en casos de infertilidad femenina y masculina, pero sin embargo las tasas de embarazo permanecen en niveles relativamente bajo en los casos de factor masculino severos.
En la década de los 80’, los estudios acerca de la importancia de la morfología espermática en los resultados de Fecundación In Vitro (FIV) hablaban de la contribución paterna durante el desarrollo embrionario. En la década de los 90’, la introducción de la Inyección Intracitoplásmica de Espermatozoides (ICSI) revolucionó la medicina reproductiva y el estudio del factor masculino pareció perder validez ya que se dio por supuesto que la inyección intracitoplásmica de casi cualquier espermatozoide generaba embarazo.
Un tiempo más tarde, el estudio profundo del espermatozoide por técnicas de biología celular y molecular más sofisticadas permitió identificar los trastornos subyacentes en la gameta masculina y el diagnóstico patológico ganó nuevo reconocimiento. A pesar de que el análisis convencional de una muestra de espermatozoides brinda bastante información acerca de las características de la muestra, no es informativo acerca de la presencia de eventos de muerte celular programada (llamada apoptosis) que puede ser en gran medida responsable de una baja tasa de fecundación e implantación.
Un espermograma es la primera evaluación del varón que permite observar la cantidad, movilidad y forma de los espermatozoides. En la actualidad, un espermograma con más de 20 millones de espermatozoides por mililitro, 50% móviles con 25% de traslativos rápidos y más de 15% con morfología normal con criterio estricto o más del 30% -de acuerdo a la OMS-, se considera dentro del rango normal y la mayoría de esos hombres embarazan a sus mujeres.