La importancia de corroborar oficialmente la pericia del profesional y la habilitación del centro escogido. Certificados que acreditan la autenticidad de las prótesis. El equipo médico requerido. son claves para minimizar los riesgos de una cirugía estética.
Según Roberto Martínez Rinaldi, especialista en Cirugía Plástica y Reconstructiva, Miembro Titular de la Soc. Cirugía Plástica de Córdoba, miembro titular SACPER y staff de la Clínica Privada Gallia, “en los últimos años la palabra “estética” ha sido utilizada como denominación común de numerosas prácticas muy diferentes una de la otra".
"Bajo este término genérico se han mezclado, por ejemplo, la cosmiatría, la medicina estética, la cirugía plástica, y otras tantas ramas que implican la estética pero cuya ejecución requiere de diferentes grados de especialización. En realidad éstas no se superponen, sino que muchas veces se complementan”, añadió.
Martínez Rinaldi comentó que “esto lleva a que en numerosas oportunidades los pacientes confíen en manos de personas no calificadas la ejecución de prácticas complejas para las cuales es necesario haber cursado la carrera de medicina y haber continuado luego con la especialización correspondiente, obteniendo una habilitación oficial para ejercer”.
“También a menudo se toma a la ligera la elección del centro médico en el cual se llevará a cabo la cirugía, tal vez por un exceso de confianza en las habilidades y conocimientos del cirujano, y/o por desconocer que todo paso por el quirófano requiere de la existencia de equipamiento especializado, por cualquier eventualidad”, dijo.
En cuanto al título habilitante, puso de relieve que “si bien muchas prácticas estéticas no requieren del título de médico, el cirujano estético debe ser ante todo cirujano general, y haber cumplimentado una subespecialidad que requiere de varios años de estudio de postgrado”.
“Este título es el requisito básico para comenzar a operar, sin tener en cuenta que a partir de este momento comienza a jugar un papel importante la calidad del profesional y los resultados que éste obtiene en la práctica diaria”, comentó Martínez Rinaldi.
El especialista dijo que las cirugías estéticas son muy seguras, siempre y cuando quienes las afronten sean profesionales preparados y dotados del equipo y comodidades adecuadas. "El bajo índice de complicaciones cuando los requisitos son cumplidos se debe a que estas prácticas se efectúan sobre gente sana (a diferencia de otros tipos de cirugías), con análisis pre-quirúrgicos de por medio y poniendo como requisito que el paciente esté bien para poder entrar en el quirófano”.
“Los riesgos son bajos porque la persona está sana y el organismo funcionando correctamente. Sin embargo, no se debe faltarle el respeto a la cirugía en ningún caso, por lo que es muy importante el CRITERIO que da una sólida formación”, indicó.
Cuidados a tener en cuenta
Los siguientes son diez puntos básicos a tener en cuenta para evitar complicaciones en el marco de una cirugía estética:
1. Cirujano especialista e integrante de una sociedad científica. Al margen del título oficial habilitante, en general los especialistas forman parte de asociaciones científicas que acreditan su aptitud, ya que éstas exigen una serie de requisitos de formación importantes. En el caso de la cirugía estética, toda persona que prevea ser intervenida debe chequear que el profesional escogido figure en la nómina de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica (www.cirplastica.org.ar) o de alguna de sus filiales provinciales (en Córdoba: www.cirugiaplasticacba.com.ar).
2. Centro médico habilitado por el Ministerio de Salud. Ninguna cirugía puede ser realizada en el marco de espacios que no estén habilitados por los Ministerios de Salud nacional, provincial y/o municipal para tal fin. La aparición del centro escogido en la nómina de instituciones avaladas oficialmente significa que en teoría éste cumple con todos los requisitos de bioseguridad para realizar el tipo de procedimientos que se plantea. Por ello es fundamental realizar las averiguaciones pertinentes.
3. Equipo integrado por profesionales entrenados. El equipo básico que se requiere para una cirugía estética debe constar de, por lo menos, cinco personas: un instrumentista, una enfermera, un anestesista, el cirujano y un ayudante. Las enfermeras deben ser profesionales con título oficial. Toda esta información también puede chequearse vía internet en las webs de las sociedades científicas.
4. Prótesis aprobadas. Las prótesis que se utilizan en Argentina son generalmente importadas. Esto significa que para ser aptas deben haber pasado por la autorización de sus países de origen y a su vez deben tener el visto bueno de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Esto también puede averiguarse en el sitio www.anmat.gov.ar, previo conocimiento de la marca a utilizarse.
5. Certificados. Las prótesis vienen en cajas estériles, con triple envoltura. En el interior de las cajas pueden encontrarse cuatro stickers que contienen todos los datos de la prótesis. Estas copias se reparten de la siguiente manera: una para la historia clínica, una para el cirujano, una para el paciente y una para el vendedor. En este marco el paciente debe exigir que le entreguen este sticker, no sólo como garantía (algunas marcas dan garantía de por vida) sino también para constatar que no se esté utilizando una prótesis usada o sin certificación de calidad del fabricante.
6. Chequear las marcas de prótesis. Se debe constatar la aprobación en el país de origen y en nuestro país. Algunas marcas también tienen la aprobación de la FDA. En general difieren en algunos detalles técnicos de fabricación y la elección dependerá del criterio de cada cirujano. Las más utilizadas son las texturizadas con gel cohesivo, independientemente de la marca.
7. Examenes pre-quirúrgicos. Todo cirujano debe ordenar la realización de análisis pre-quirúrgicos. Los dos más básicos son el de sangre y el cardiovascular. Sin embargo, en el caso de la cirugía de prótesis mamarias debe efectuarse además una ecografía o mamografía.
8. Postoperatorio. Toda intervención con anestesia, sea esta local o total, requiere de un período de recuperación. El tema debe manejarse responsablemente y con criterio y, si bien la persona no se está recuperando de una enfermedad, sí se está recuperando de un procedimiento quirúrgico. Apurar los tiempos puede ser muy perjudicial.
9. Controles. Toda cirugía realizada por un cirujano especializado requiere de una serie de consultas de control posteriores. Éstas muchas veces dependen del criterio de cada médico,
10. Recomendaciones. El paciente deberá seguir al pie de la letra todas las indicaciones y cuidados correspondientes para una correcta evolución.