En el marco de una reunión de médicos infectólogos pediatras realizada en la Ciudad de Córdoba se informó que los pacientes más afectados por tos convulsa durante el último año en esa provincia fueron los niños menores de seis meses: el 92% de los 131 casos totales corresponde a la franja etaria que más complicaciones presenta ante la presencia de la enfermedad. Además , la cantidad de afectados en este grupo aumentó un 17% con respecto al año anterior.
Para hacerle frente a esta situación que preocupa altamente a la comunidad médica, se explicó que una de las estrategias a emplear es la vacunación de adolescentes y adultos para evitar la transmisión a los bebés y niños de sus círculos cercanos, denominada “vacunación capullo”.
“Esta estrategia es fundamental para combatir la enfermedad, ya que los adultos pierden la protección de la vacuna aunque la hayan recibido de pequeños: después de 10 años los anticuerpos declinan y es necesaria la revacunación” indicó el Dr. Eduardo López , Jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de la Ciudad de Bs. As. Además, la tos convulsa en adultos por lo general no presenta síntomas o suelen ser más leves comparado con los infantes, lo que aumenta aún más el riesgo de contagio.
Se trata de una enfermedad respiratoria provocada por la bacteria Bordetella pertussis, conocida también como “pertussis”, “tos ferina”, “coqueluche” o “tosse comprida”. Se caracteriza principalmente por fuertes accesos de tos que se reiteran varias veces al día y pueden llegar a durar hasta 30 minutos, causándole muchas molestias al paciente, dificultad para respirar e incluso puede llegar a vomitar una vez finalizado el ataque de tos. Pero a diferencia de otras enfermedades respiratorias, raramente provoca fiebre en los recién nacidos y la tos puede ser tan intensa que genera dificultades para respirar y al inhalar la persona necesita hacer mucha fuerza, lo que le provoca un fuerte silbido en el pecho.
Estos malestares se manifiestan durante 6 semanas aproximadamente y provocan mucho sufrimiento, sobre todo en el caso de los niños pequeños.
“La tasa de mortalidad en los niños que contraen pertussis varía de un 3 a un 6% dependiendo de la edad”, agregó el Dr. Eduardo Glatstein, Jefe de División Infectología del Hospital de Niños de la Santísima Trinidad de Córdoba, por lo que es actualmente considerada como la quinta causa de muerte provocada por enfermedades que serían prevenibles a través de la vacunación.
En la Argentina la cantidad de casos de enfermos por tos convulsa se duplicó en sólo 3 años: se aumentó de 1607 enfermos a 3085 casos en 2008. A nivel mundial, según cifras de la OMS , se reportan anualmente alrededor de 18 millones de casos de tos convulsa y, más de 250 mil de éstos terminan cobrándose la vida del paciente.
Entre las diferentes causas de reemergencia de la enfermedad se encuentran la cobertura de vacunación subóptima y el hecho de que la inmunidad disminuye entre los 8 y 10 años posteriores al último refuerzo de la vacunación. Dado que el último refuerzo con la vacuna es entre los 5 y 6 años de edad, queda una población de niños susceptibles, que constituye un reservorio de la enfermedad y es fuente de transmisión para los no vacunados. Por ello se incorporó al Calendario Nacional de Vacunación un refuerzo para los niños de 11 años de edad para incrementar su inmunidad y protección contra la enfermedad.