El objetivo principal de todo tratamiento de fertilidad es mejorar la tasa de embarazo en pacientes con infertilidad y, en este contexto, la estimulación de la ovulación ha contribuido enormemente a través de los años. La eficacia de estas técnicas se relaciona con un esquema personalizado según la historia de cada pareja y una adecuada recuperación de ovocitos pero ¿qué pasa si no hay buena respuesta?
Normalmente, la mujer produce sólo un óvulo en cada ciclo pero con la estimulación ovárica con hormonas, la idea es que se produzcan varios óvulos que dependerán de a capacidad de respuesta del ovario y del esquema y dosis utilizados. La respuesta de algunas mujeres a la estimulación ovárica estándar no siempre es la esperada y resulta en la imposibilidad de recuperar óvulos adecuados para el tratamiento, a estas mujeres se las denomina bajas respondedoras.
“Una baja respuesta está relacionada con una reserva ovárica reducida y aunque suele estar relacionado con la edad materna, puede presentarse también en mujeres jóvenes. Pero ¿cuándo hablamos de baja respuesta? Una respuesta pobre sería obtener menos de tres ovocitos con estimulación. No existe aún ningún test que pueda detectar a una mujer que será baja respondedora. Pero nosotros incluimos también dentro de ese grupo a aquellas mujeres de las que se obtienen varios óvulos pero cuya calidad hace imposible llevar a cabo ese ciclo. En cualquiera de estos casos, muchas veces llevar a cabo un ciclo natural permite el éxito del tratamiento”, explica Sergio Pasqualini, director de Halitus Instituto Médico.
“Las ganas de tener un hijo no eran tan, tan imperiosas pero hacía 5 años que estábamos juntos, casi 8 en pareja, para ser una familia y materializar el amor que nos tenemos, vamos a tener un hijo. Fue como un mandato, pasar una barrera porque nos decían que no íbamos a poder. Cuando él me conoció creo que a la semana me dijo que no podía tener hijos. Empezamos a ver médicos ni bien nos conocimos, más que nada para ver si alguien nos decía sí, pueden”, relató Marcela.
Ciclo natural para bajas respondedoras
“Marcela y Martín son el típico caso de pareja, es decir, se presenta uno de los dos con el problema a la consulta, en este caso, Martin por un problema en las vías espermáticas -los espermatozoides no podían salir al exterior y entonces había que ir a buscarlos por arriba de la obstrucción, un caso de azoospermia, falta de espermatozoides en el eyaculado-. Uno tiene la indicación de hacer un ICSI, inyección intracitoplasmática, con los espermatozoides obtenidos por biopsia, y, ¡oh sorpresa!, nos encontramos con otro problema: la mujer es baja respondedora”, sostiene Pasqualini.
“Existe la azoospermia, falta de espermatozoides en el eyaculado, de causa obstructiva, caso Martín, y está la azoospermia de causa secretora que es aquella en la cual el testículo producen en tan poca cantidad que no se ven espermatozoides en el eyaculado. En ese caso también hay que recurrir a la biopsia pero a diferencia de la de causa obstructiva en el cual la producción es normal, podés encontrarte con una ínfima cantidad y tenés que trabajar con eso” dice el médico especialista en fertilidad y refiere: “La baja respondedora es aquella mujer a quien le están funcionando sus ovarios menos de lo que corresponde y vos podés presumir una baja respondedora antes inclusive de estimularla para una fertilización in Vitro”.
“Lo logramos con mucha ayuda, no sólo de Sergio Pasqualini. Judith Cosogliad me apuntaló. Yo no quería saber nada, yo tenía mi psicóloga. Tuvimos que ir a buscar 6 resultados negativos. Yo llegaba sin menstruar al análisis entonces eran más expectativas, decía estoy. Yo le preguntaba a la persona que me atendía en el laboratorio me decía hable con su médico. Cuando fue el valor adecuado, yo dije no, no estoy embarazada. Llamálo vos a Pasqualini pero no estoy embarazada. Y ya antes de llamar a Pasqualini, Martín ya sabía que era positivo. Es muy raro, yo estaba como anestesiada. Tal vez lloraba dos días y mi bronca era ¿por qué no puedo?. ¿Por qué mi marido que tenía un no, salió adelante con una operación, pudo, lo logró y lo convirtió en sí? ¿Por qué yo con un sí, porque yo tenía un sí de Pasqualini -él me decía vos más que ser un poco perezosa con los óvulos no tenés nada- no puedo?…Llegué después del sexto tratamiento a lo de Judith y me enteré de que habían encontrado a alguien parecido para la ovodonación. Era la posibilidad de tener un óvulo para adoptar que fuera parecido a mí”, cuenta Marcela.
“Cuando supimos de la posibilidad de la donación de un óvulo, yo le dije, ahora que sabemos que está el plan B, que tampoco es un éxito asegurado pero está, hagamos uno más. Porque ella después del sexto se había frustrado un poco. Queríamos agotar las instancias que nos dieran nuestras posibilidades”, sostiene Martin Liberman.
“El acompañamiento es fundamental. En ese acompañamiento, la psicóloga es un apoyo, los grupos de co-ayuda son otro apoyo, lo que incorporamos, el Sistema de Entrenamiento Especial, que ya lanzamos el primer grupo y están todas encantadas, y hasta la acupuntura que incorporamos pensamos que puede ayudar a todo este acompañamiento. Lo de Marcela y Martín fue en el 2009 y no lo teníamos. Hoy contamos con todo eso que puede aportar y ayudar”, expresa el Dr. Pasqualini.
La opción del ciclo natural
Un ciclo natural o un ciclo con estimulación moderada es muchas veces una buena opción para mujeres que son bajas respondedoras. El ciclo normal de la mujer marca que una mujer desarrolla cada mes un óvulo, sólo uno, de los tantos folículos que al comienzo del ciclo comienzan a desarrollarse. Entre el sexto y séptimo día de desarrollo uno de esos folículos toma el lugar dominante e impide el desarrollo de los demás convirtiéndose en el único que llega al momento de la ovulación. “Cuando llevamos adelante un ciclo natural, nos valemos de ese óvulo maduro, se utiliza el único óvulo que la mujer produjo en ese mes para intentar la fecundación sin utilizar hormonas para estimular el desarrollo de los folículos. Esto es lo que hicimos con Marcela”, dice Pasqualini.
“Nosotros hicimos siete fertilizaciones in Vitro, siete tratamientos. Por suerte, en todos logramos embriones pero sus óvulos eran perezosos. Sólo en uno desertamos nosotros”, refiere Martín.
“Si, desertamos en uno. Yo decía si tengo siete embriones y son de mala calidad y no van a llegar, ¿para qué voy a hacer todo otra vez si no voy a lograr buenos embriones? … y es que no lograba nunca buenos”, cuenta Marcela. Y Martín continúa: “Blas era el último intento. O sea, le sacaron dos óvulos, ¡dos óvulos! -yo escucho amigos nuestros que hasta le han aspirado 18- y Blas fue uno de dos óvulos, de los cuales al inyectarlos quedó un solo embrión y bueno, ahí está Blas”, y sonríe.
Es importante saber que cada paciente es un caso particular y que la solución puede ser distinta en cada caso. Según el Dr. Pasqualini, “En los casos de baja respuesta, hay mujeres que acumulan fracasos en una fertilización in Vitro por generar una mala respuesta a la estimulación ovárica pero que logran el embarazo en un ciclo natural. Este fue el caso de Marcela y Martín. Nuestras estadísticas muestran que hay un 14% de probabilidades de que una mujer que ha sido baja respondedora, lo logre en un ciclo natural.
Inicialmente, el 14% parece poco pero estamos hablando de mujeres con un porcentaje de éxito anterior de 0%. Esta es la razón por la cual, los especialistas hacemos hincapié no en hablar de estimulación sino en el arte del manejo del ovario para obtener una buena respuesta. Esto se logra a través de la experiencia, la capacidad y capacitación y claro, algo de creatividad en cada caso”.
Y concluye el médico, “cuando te encontrás con una potencial o confirmada baja respondedora. Tenés que hacer 3 cosas previas: bajar de peso si tiene sobrepeso, alimentarse bien si se está alimentando mal, no es el caso de Marcela ninguno de los dos. Y también vitaminas, minerales y aminoácidos son importantes como suplemento nutricional, la DHEA, Dehidroepiandrosterona, hay varios trabajos que dicen que puede ayudar a la buena respuesta ovárica y nosotros la damos. Y planeás cómo vas a manejar el ovario. Manejar el ovario es un arte, cada ovario es como cada mujer, son diferentes todos. Y lo que nosotros hacemos con cada tratamiento que hacemos con una pareja es conocer a esa mujer y esos ovarios y a partir de la experiencia, vamos a ir modificando el tratamiento” dice Pasqualini.