Cuando intentar dormir es una pesadilla de 'Freddie' - Asteriscos.Tv
Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
27 de diciembre de 2024
Seguinos en
Cuando intentar dormir es una pesadilla de 'Freddie'
14 de mayo de 2010
Tener trastornos de sueño es algo común y si bien la mayoría no llegan a ser tan patológicos como para consultar a un médico, dormir mal tiene sus consecuencias. En el país la medicina del sueño tiene un lugar importante a la hora de querer solucionar uno de los conflictos que el hombre actual padece especialmente en grandes ciudades.

Es importante saber que existe una especialización que es la medicina del sueño, saber que existen investigadores y médicos a quienes consultar porque más que un problema en sí, el sueño repercute sobre todo lo que se hace: al dormir mal, aparece el malhumor, hay más accidentes y equivocaciones en el ámbito laboral y, está comprobado, si se vuelve crónico se producen enfermedades como problemas gastrointestinales, metabólicos y cardiovasculares.

El sueño y la vigilia
Dentro de los trastornos de sueño hay una subcategoría conocido como trastornos circadianos de sueño.

Los seres humanos somos generalmente diurnos y todo se organiza en 24 horas. “En algunas ocasiones, ese ciclo pasa a ser de 23 o 25 lo que aparentemente lleva a pensar que nada cambia. Sin embargo, al cabo de unos días se pierde la sincronización de ese ciclo de sueño-vigilia., se puede dejar de ser un “bicho diurno”, explica el doctor en Biología, Diego Golombek, investigador del Conicet.

Esto ocurre cuando el sincronizador, que le dice al cuerpo qué hora es, es muy débil. Y se da especialmente en personas que están durante mucho tiempo en condiciones constantes de indiferenciación sueño/vigilia. Uno de los casos conocidos es el de los mineros que suelen pasar 10 días dentro de los túneles –algo muy común en Chile ya que en Argentina se hace más minería a cielo abierto-, ciegos que por cuestiones obvias, la sincronización por luz es muy débil y necesita otros sincronizadores.

Pero hay otra categoría de trastornos circadianos de sueño y es cuando nuestro ciclo de 24 horas no se ajusta bien temporalmente: cuando alguien se duerme muy temprano y se levanta muy temprano, es un sindrome conocido como insomnio por avance de la fase del sueño. “Todo ocurre más temprano, cosa común en las personas mayores, y eso les genera un problema; tan temprano no tienen nada para hacer y, al mismo tiempo, la falta de sueño produce angustia” agrega Golombek.

Lo contrario a eso es el síndrome de insomnio por retraso de fase de sueño, cuando todo ocurre más tarde El caso típico es el de los adolescentes que en la jerga se los conoce como búhos.

Si bien se trata de un fenómeno social con costumbres ya asentadas como chatear a la noche, salir a bailar tarde, etcétera, hay, además, un fenómeno por el que el reloj biológico, o mejor dicho sus agujas apuntan hacia más tarde, tienen un retraso de fase.

Búhos y alondras
Las personas se dividen en más matutinas –alondras- y vespertinas o nocturnas –búhos. Y aquí, entre búhos y alondras, se hablará de un término relativamente nuevo, el jet lag social.

El término jet lag se origina en la desincronización por vuelos transmeridianos, es el desequilibrio producido entre el reloj interno de una persona (que marca los períodos de sueño y vigilia) y el nuevo horario que se establece al viajar en avión largas distancias.

Pero el jet lag social es cuando las distintas actividades, la escuela o el trabajo no se condicen con lo que dicta el reloj biológico.

Se puede ser una persona búho, pero el colegio exige que los alumnos entren a las 7 y media que trae como consecuencia que en la primera hora los adolescentes estén dormidos.

A la inversa, se puede ser una persona matutina pero el trabajo de mozo obliga a permanecer despierto durante la noche. Cualquiera de las dos situaciones significa el comienzo de problemas a la hora de dormir. En estos casos, el tratamiento más higiénico, es la sincronización natural.

Otros casos
"Supongamos, ejemplifica Golombek, que una persona viaja de Buenos Aires a Sudáfrica y se queda una semana; de allí va a India y se queda también un semana, después a la Isla de Pascua, se queda otra semana y después de nuevo a Buenos Aires”.

En estos casos, todas las semanas el cuerpo se tuvo que adaptar. Lo mismo sucede con los trabajadores de turnos rotativos en los que una semana trabajan de día, otra de tarde y otra de noche –algo bastante común en Estados Unidos donde se estima que el 20% trabaja en esas condiciones. Ellos nunca terminan de adaptarse y, lo más grave, es que se ha comprobado que ocurren accidentes graves de trabajo, se enferman significativamente más que quienes concurren a sus ocupaciones con horarios fijo y diurno”.

Es que el que trabaja por las noches hace lo siguiente: al terminar su turno, duerme una siesta de un par de horas y después hace la vida de una persona normal por lo que acumula una deuda de sueño y de luz.

De sueños, insomnios y despertares
Hasta aquí las subcategorías. Después está todo el universo de trastornos de sueño: el insomnio o lo que son las parasomnias que son trastornos asociados al sueño: pesadillas, terrores nocturnos en los niños que hace que no puedan dormir, enuresis. Otro trastorno muy común son las apneas del sueño, muy graves en bebés, pero que en los adultos se convierte en ronquido crónico, “respiran mal y duermen mal y eso hay que tratarlo”, advierte el especialista.

Por lo general es la pareja la que consulta al médico, porque dormir mal relaciona directamente a los trastornos del sueño del otro y hace que ese otro que también duerma mal, lo que consecuentemente genera problemas sociales.

Dormir diferente de descancar
Si esto es así, ¿cuál es la función del sueño? Tal vez, el error se debe a una interpretación de la mitología griega.

El dios del sueño hipno, es el hermano de la muerte. La sensación es que cuando uno duerme se apaga todo.

Sin embargo es todo lo contrario. Para que uno pueda dormir hay cosas que se tienen que “prender” en el cerebro. El sueño es un proceso activo. Se prende el sueño, no se apaga la vigilia.

“Ese concepto del sueño como ausencia de vigilia es el que lleva al concepto que el sueño es para descansar. El sueño es imprescindible y vital: animales privados de sueño mueren. Durante el sueño hay hormonas que se secretan, hay procesos de reparación y crecimiento (la hormona de crecimiento secreta de noche), repara, consolida memorias.

Por eso hay personas que duermen pero no descansan ni aun inducidas por hipnóticos. Hay quienes los necesitan y obtienen buenos resultados, pero no es exactamente el mismo sueño ayudado por hipnóticos que el sueño fisiológico.

No hice nada pero estoy cansado
Aun cuando siempre se aconsejó “hay que dormir 8 horas”, es común escuchar frases como “no tengo necesidad de dormir tanto” y quejas de la pareja que sufre los ronquidos, desvelos o el simple hecho que una persona activa se duerma ni bien se sienta en un sillón con intenciones de conversar.

“Lo importante a tener en cuenta es que no hay un patrón estándar de sueño y hay personas que indefectiblemente con seis horas de sueño está bien. También es cierto que la misma persona a lo largo de su vida tendrá necesidades de sueño distintas” aclara Golombek.

Y así, para algunos la siesta es algo imprescindible, para otros al contrario, les produce mal humor, a otro le rinden los microsueños pospandrial que es el que sentimos después de comer. Paradójicamente estos microsueños no están directamente relacionados con la comida, ya que aun sin comer, por alguna razón que no se conoce, el ciclo de sueño-vigilia humano tiene una caída después del mediodía. Si uno come más será más acuciante.

Cuando el trastorno es algo grave
En este sinfín de posibilidades hay quienes en un extremo, tienen narcolepsia, trastorno que se diagnostica muy precisamente con electroencefalograma.

Actualmene se habla de otro diagnóstico no aceptado por todos, que es el sindrome de Fatiga Crónica, del que están buscando bases genéticas por estos trastornos de sueño.

Hay un componente social tan marcado que si se leen los síntomas de fatiga crónica, la sufre la mitad de la sociedad. Mucho trabajo, corridas, solo se escucha “vivo cansado”.

¿Cómo se registra el sueño?
Generalmente se usa la poli-somno-grafía que tiene 3 o 4 elementos estándar: electroencefalograma; luego se mide la actividad muscular a través de un electromiograma; se mide la actividad de los párpados y otros músculos para ver si están realmente relajados; temperatura, frecuencia de movimiento, etcétera.

Tratamientos
Desde hace años el tratamiento farmacológico es la melatonina, que no tiene efectos secundarios, sino que actúa como si “moviera” las agujas del reloj biológico y se la usa más como cronobiótico, que como hipnótico.

Pero una noticia nueva es que la FDA aprobó en tiempo record el armodafinilo, relacionado con un fármaco llamado modafinilo que fue desarrollado por la Agencia de Ciencia y Tecnología de las Fuerzas Armadas de USA para que un soldado durante la guerra pudiera mantenerse despierto 2 o 3 días y para trastornos graves de sueño como la narcolepsia.

“El peligro de estos fármacos es que se lo use en forma recreativa: la fantasía de estar 2 o 3 días despierto y después se va a la cama por ocho horas y listo” advierte el investigador especialista en la regulación de los ritmos circadianos y en la sincronización del reloj biológico.

El armodafinilo, que aún no está en el mercado, está desarrollado en cambio para el jet lag, para ordenar en qué momento estar despierto y cuándo dormir y cuándo estar alerta.

Buenas costumbres sin pastillas
Para dormir bien se recomienda:
· La regularidad: El ciclo de sueño se empobrece si no es regular. Dormirse o despertarse a horas distintas no es bueno.

· La luz: Uno de los mejores reguladores es la luz. Por lo tanto tener una buena exposición lumínica durante el día y de oscuridad a la noche es muy importante. Despertarse con luz natural es lo más recomendable tanto que hay empresas que desarrollaron una luz que simula un amanecer.

· Evitar el café, dejar un tiempo entre la cena y el sueño.

· Recordar ese antiguo dicho: “desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como mendigo” y por supuesto ponerlo en práctica.