El Asma es una de las enfermedades más habituales del mundo; según la Organización Mundial de la Salud, en el planeta hay más de 150 millones de afectados de distinto tipo de gravedad. Si bien durante años se ha atribuido como causante de esta enfermedad a factores hereditarios, alergias, condiciones ambientales y el peso del paciente; es importante destacar el indiscutible impacto del Sistema Nervioso Central en esta enfermedad.
“El cuerpo humano es una máquina perfecta”, declara el Dr. Diego Mellino, Director de La Clínica de la Columna, el primer Centro Internacional de Quiropraxia del país. “El órgano más importante del cuerpo es el cerebro, es como un director de orquesta que dirige al resto de los otros órganos. La red de transferencia entre el cerebro y los órganos es el Sistema Nervioso que se encuentra protegido por la columna vertebral. Cuando una vértebra se desalinea (subluxación vertebral) se produce una compresión en el Sistema Nervioso y la información que llega al cerebro es errónea produciendo enfermedades como el Asma”, explicó Mellino.
Según la Clínica de la Columna las subluxaciones vertebrales que están directamente conectadas con los pulmones y demás órganos componentes del sistema respiratorio son las C1 y C2 respectivamente (cervical 1 = Atlas y la C2 = Axis) Luego le sigue la cervical 7 y las vértebras dorsales o torácicas: T1, T2 y T3 (o D1, D2 y D3) (ver gráfico). Esto lleva a la incorrecta generación de mucus, factor que se encuentra en el 97 % de los casos de asma.
Por su parte, Marcelo Barroso Griffiths , quiropráctico de La Clínica de la Columna, detalla que la quiropraxia no trata síntomas o afecciones, sino que tiene un enfoque preventivo, integrador y natural de la salud. “La clave para lograr ese estado saludable y mantenerlo en el tiempo está en educar al paciente, en hacerle entender que el cuidado quiropráctico es permanente, ya que las subluxaciones (ya sean causadas por estrés físico, químico o emocional – ver explicación de cada uno en anexo) siempre van a estar presentes en nuestra existencia y puede afectarnos de modos diferentes. La clave está en mantener organizado y libre de subluxaciones nuestro sistema nervioso para que cuando nos enfrentemos a esos cambios, podamos responder con un organismo sano y preparado para los desafíos del día a día”, explicó el profesional.
La quiropraxia parte del concepto de que es el sistema nervioso el que controla y coordina el funcionamiento de todos los órganos, glándulas y tejidos del cuerpo. En tal sentido es fundamental comprender que si esta comunicación se interrumpe, el cuerpo humano no funciona correctamente y puede manifestarse con diversos síntomas y afecciones. Un sistema inmunológico deficitario puede deberse a varios factores (mala alimentación, estrés, poca o nula actividad física, hábitos desaconsejables como tomar, fumar, entre otros); pero la causa principal es una alineación incorrecta de la columna. Formado por cantidades de células, órganos, tejidos, glóbulos blancos, el sistema inmunológico en su conjunto también está regido por el sistema nervioso central que lo coordina y controla.
Tipos de estrés
El estrés químico es el que resulta de una mala alimentación, consumo de tabaco, alcohol, drogas, contaminación ambiental y otros factores del entorno que pueden ser nocivos para el individuo. Generalmente produce una reacción no satisfactoria en el cuerpo lo que libera radicales libres, producto del envejecimiento temprano de las células y órganos.
Por su parte, el estrés físico está directamente relacionado con las actividades diarias del cuerpo. Largas horas frente a la computadora o al televisor, posturas incorrectas que se toman mientras se duerme, golpes, accidentes y movimientos bruscos son algunos de los factores que pueden desencadenarlo.
Finalmente, el tercer tipo de estrés y que se estima afecta a casi el 95% de la población, es el estrés emocional: conflictos laborales, sociales, de pareja, climáticos, económicos; diverso, universal y silencioso como sus pares, es el que más consecuencias ocasiona al no tener un factor determinante que lo manifieste en el organismo.