La incontinencia urinaria es un trastorno frecuente en las mujeres a tal punto que la Organización Mundial de la Salud la reconoce como un problema con alto impacto psico-físico y social. Entre el 10 al 25% de las mujeres de entre 30 años y 64 años lo sufren, cifra que asciende hasta 40% si se considera sólo a las mayores de 60 años. Pero sólo el 10% consulta al médico. Un diagnóstico correcto es fundamental para poder instaurar el tratamiento que corresponda.
Manuel Nolting, presidente Sociedad Argentina de Endocrinología Ginecología Reproductiva (SAEGRE), explicó que "la incontinencia es un problema que con frecuencia altera el día a día de la persona que lo padece. Ocasiona localmente trastornos que genera dermatopatías en los genitales externos sumamente incómodos".
"Estos por distintos motivos, como la vergüenza por ejemplo, no son informados debidamente al médico, llevando muchas veces a la paciente a un estado de aislamiento y depresión", dijo el médico.
El especialista destacó que existen diferentes tipos de incontinencia que pueden presentarse según las distintas etapas de la vida de una mujer: embarazo, postparto, etc. Estas situaciones pueden causar daños de los nervios que tienen relación con el control de la vejiga.
Durante la menopausia, la incontinencia urinaria es un problema muy prevalente. La disminución de hormonas, principalmente estrógenos, en esta etapa conduce a la pérdida del trofismo de los tejidos tanto vesicales como vaginales, ocasionando síntomas como dolor y/o ardor al orinar, urgencia miccional (deseo frecuente y urgente) y a nivel vaginal principalmente dispareunia (dolor coital). Existen diferentes tratamientos para el control y la resolución de la incontinencia urinaria, según el motivo de la misma.
Estos pueden ser desde cirugías reconstructivas en casos que estén indicados, hasta tratamientos médicos sencillos como la aplicación de estrógenos de acción local, por ejemplo orgestriol, que restituye el trofismo de los tejidos en cuestión.
"En síntesis, podemos decir que ante esta eventualidad se recomienda la consulta con el ginecólogo, quien previa evaluación del motivo del trastorno que provoca el síntoma, indicará la terapia adecuada para cada circunstancia en particular. El tratamiento, por lo tanto, siempre deberá ser individualizado para lograr el éxito del mismo", concluyó.