Los resultados de una encuesta realizada a profesionales de la salud de Latinoamérica revelaron que la capacitación médica tiene un impacto directo en la calidad de atención de sus pacientes y es importante para la utilización de nuevas técnicas médicas.
De acuerdo con el estudio, patrocinado por el Johnson & Johnson Medical Innovation Institute, con la colaboración del Instituto de las Américas -una organización sin fines de lucro vinculada a la Universidad de California, EEUU-, el 97% de los profesionales de la salud latinoamericanos respondió que la capacitación médica tiene “Alto impacto” o “Impacto” en la salud de los pacientes. Asimismo, 98% de los entrevistados considera la capacitación “Muy importante” o “Importante” para el empleo de nuevas técnicas médicas.
El objetivo de la encuesta era conocer las expectativas y retos de los profesionales de la salud latinoamericanos en cuanto a la capacitación médica, en el marco de la inauguración del Johnson & Johnson Medical Innovation Institute, en la ciudad de San Pablo (Brasil). El instituto será el único en su tipo para Johnson & Johnson Medical en América Latina e impartirá capacitación de alto nivel para profesionales de la salud de toda la región, con el propósito de mejorar la calidad de la atención médica.
La encuesta implicó la realización de entrevistas telefónicas a 393 profesionales de la salud de Brasil, México, Argentina, Colombia y Puerto Rico. Los resultados fueron compartidos y analizados por el Health Innovation Advisory Council (Consejo Consultivo para la Innovación en Salud) del Instituto de las Américas, conformado por especialistas del campo de la salud de esos países.
“El estudio refleja el espíritu de trabajo y la misión del Instituto de las Américas. Los resultados dejan en claro que los profesionales de la salud quieren y necesitan capacitación continua para alcanzar la excelencia en procedimientos de diagnósticos y en el uso de dispositivos médicos. Sin duda, una buena capacitación ayudará a los profesionales de la salud a mejorar el tratamiento y el diagnóstico de sus pacientes”, resaltó el Embajador Jeffrey Davidow, Presidente del Instituto de las Américas, organización que trabaja en pro de la integración y del desarrollo de América Latina.
Los encuestados señalaron, además, que todavía puede mejorarse la oferta de capacitación para los profesionales de la medicina en América Latina. Aproximadamente el 41% dijo que la oferta de capacitación médica en la región era “Muy insatisfactoria” o “Insatisfactoria”, comparada con la oferta que hay en Estados Unidos. El porcentaje cae al 33% cuando se les pedía a los entrevistados comparar con la oferta que existe en Europa.
“El Johnson & Johnson Medical Innovation Institute muestra nuestro compromiso de responder a la necesidad de aumentar la capacitación médica en Latinoamérica. Nuestros cursos, los mejores de su tipo, harán hincapié en el empleo de nuevas herramientas técnicas, tecnologías y prácticas para mejorar los resultados de los pacientes”, dijo George Marques Filho, Director del Johnson & Johnson Medical Innovation Institute.
Asimismo, el estudio indica que la capacitación ayudaría a los profesionales de la salud a enfrentar muchos de los principales retos que afrontan con el uso de dispositivos médicos y equipos de diagnóstico. Al preguntarles cuáles eran sus principales desafíos profesionales, el 72% citó asuntos relativos a capacitación, tales como la necesidad de mantenerse actualizados (alrededor del 50%).
La encuesta también reveló que el interés de los profesionales de la salud de Latinoamérica en oportunidades internacionales de capacitación es superior a su participación efectiva. El 90% de los entrevistados manifestó interés en sostener intercambio de experiencias con colegas de otros países. Sin embargo, sólo 49% dijo que había participado en cursos internacionales. Un 90% respondió que ha participado en cursos en sus respectivos países.
La mayoría de los profesionales entrevistados dijo que iba a cursos periódicamente; sin embargo, casi 7% dijo que no participaba en ninguno.
Con respecto a la frecuencia, la mayoría de los profesionales que van a cursos en su país lo hace dos veces en el año (34%). La participación en cursos internacionales de quienes tienen oportunidad de tenerla es una vez al año (46%).