Zenic ® Levofloxacina, está indicado en el tratamiento específico de las infecciones del tracto respiratorio y urinario. Cada presentación de Zenic® (250, 500 y 750 mg) se adapta a una indicación específica. Zenic® 500mg: De primera elección en cuadros de neumonía, sinusitis, prostatitis y epididimitis e indicada en el tratamiento de la enfermedad pélvica inflamatoria no gonocócica.
Zenic 750 mg: Efectivo para el tratamiento de Neumonías por gérmenes resistentes, y en pacientes con pielonefritis aguda o infecciones complicadas del tracto urinario mediante tratamientos cortos de 5 días. Zenic ®250mg: Altamente efectiva en el tratamiento de la pielonefritis aguda y en las infecciones del tracto urinario no complicadas.
Presentación: Zenic® 250mg, envases conteniendo 10 comprimidos recubiertos. Zenic® 500mg, envases conteniendo 7 comprimidos recubiertos. Zenic® 750mg, envases conteniendo 5 comprimidos recubiertos.
Infecciones respiratorias altas y bajas:
• Infecciones respiratorias altas:
Una infección respiratoria alta o Infección de vía respiratoria superior, es una enfermedad causada por una infección aguda del tracto respiratorio superior: nariz, senos nasales, faringe o laringe.
Las más importantes son:
*Otitis media
Infección del oído medio, usualmente en niños.
* Sinusitis
Infección de los senos frontal y maxilar
* Faringitis
Las infecciones de las vías respiratorias altas incluyen la rinosinusitis, la gripe común, sinusitis, faringitis/adenitis, laringitis y, ocasionalmente la otitis media. Los síntomas principales incluyen congestión nasal, tos, rinitis, dolor de garganta, fiebre y estornudos. La aparición de los síntomas tarda de 1-3 días después de la exposición al gérmen patógeno y duran entre 7 y 10 días, aunque pueden persistir por más tiempo.
• Infecciones del tracto respiratorio inferior (ITRI)
* Neumonía
Una infección seria de los pulmones que causa destrucción y consolidación del tejido pulmonar.
La neumonía lobar está confinada a uno o más lóbulos pulmonares. Bronconeumonía, áreas en parche de tejidos consolidados diseminadas a través de los pulmones.
El neumococo (Streptococcus pneumoniae) continúa siendo la causa más frecuente de neumonía bacteriana, aunque las cepas responsables por las infecciones varía en diferentes regiones del mundo. La neumonía por Haemophilus influenza tipo b ocurre principalmente en niños entre 4 meses y 4 años de edad. Neumonías por Klebsiella pneumoniae tienden a ser especialmente frecuentes en pacientes alcohólicos y diabéticos en comparación con otras poblaciones.
Las neumonías bacterianas cursan con fiebre, tos generalmente productiva de secreciones y producción de esputo purulento.
El tratamiento de elección para una neumonía causada por bacterias son los antibióticos. Dependiendo de las características de la infección, del organismo que cause la neumonía y el estado inmune y de salud general del paciente, se escoge uno o una combinación de antibióticos. Por ejemplo, se utiliza con frecuencia la amoxicilina más ácido clavulánico, claritromicina, azitromicina o levofloxacina como primera línea de terapia en la gran mayoría de los pacientes con neumonía adquirida en la comunidad.
* Bronquitis
Es una inflamación de las vías aéreas pulmonares de pequeño y mediano tamaño. La mayoría de casos de bronquitis aguda están causados por infecciones virales y usualmente remiten sin tratamiento luego de pocos días. La bronquitis crónica es una fibrosis degenerativa de los pulmones, una situación en la cual una infección puede ocurrir fácilmente.
• Infecciones urinarias
Las infecciones urinarias son causadas por gérmenes, por lo general bacterias, que ingresan a la uretra y luego a la vejiga. Esto puede llevar a infectar, con mayor frecuencia, la vejiga misma pudiéndose extender a los riñones. La mayoría de las veces el cuerpo puede librarse de estas bacterias, sin embargo, ciertas afecciones aumentan el riesgo de padecer infecciones urinarias.
Las mujeres tienden a contraerlas con más frecuencia debido a que su uretra es más corta y está más cerca del ano que en los hombres. Debido a esto, las mujeres tienen mayor probabilidad de contraer una infección después de la actividad sexual o al usar un diafragma para el control de la natalidad. La menopausia también aumenta el riesgo de una infección urinaria.
Hay diferentes tipos de bacterias: las que infectan sólo la uretra (el tubo corto que lleva la orina de la vejiga al exterior del cuerpo) causan uretritis. Estas bacterias también pueden causar una infección de la vejiga, que se conoce como cistitis. Otro tipo más grave de infección es aquella que afecta al riñón mismo, conocida como pielonefritis. Las personas que sufren esta infección tienen dolor de espalda, fiebre alta y vómitos.
La infección de la vejiga, la más común de todas, causa mayormente sólo molestia e inconveniencia. Esta se puede tratar rápida y fácilmente pero es muy importante detectarla de inmediato para evitar que la infección llegue a los riñones y sea más grave.
Las mujeres tienden a tener infecciones del tracto urinario más frecuentemente que los hombres puesto que las bacterias pueden alcanzar la vejiga más fácilmente. La uretra en la mujer es más corta que en el hombre entonces las bacterias tienen que recorrer una distancia más pequeña. Además, la uretra en la mujer está localizada cerca del recto. Las bacterias del recto pueden ascender hacia la uretra fácilmente y causar infecciones.
Toda persona con una infección renal o vesical debe tomar mucha agua.
Para las infecciones leves de vejiga y riñón se recomiendan antibióticos tomados por vía oral que por lo regular se tomarán durante 7 a 14 días. Los antibióticos más comúnmente recetados son el Trimetoprima con sulfametoxazol y fluoroquinolonas como la levofloxacina.
Además se suelen recomendar fármacos para aliviar el dolor urgente y la necesidad de orinar, aunque de todas formas se deberán recetar antibióticos. El clorhidrato de fenazopiridina es el más común de este tipo de drogas.