La meningitis es una enfermedad potencialmente mortal que se caracteriza por la inflamación de las membranas que recubren el cerebro la cual puede ser causada por virus o por bacterias, entre otros gérmenes. A diferencia de la reciente surgida Gripe A, la meningitis cuenta con medidas preventivas para evitar su contagio especialmente a través de vacunas dentro del primer año de vida.
Los niños de entre 1 y 5 años son los más vulnerables porque no tienen desarrollado completamente el sistema inmune. La meningitis bacteriana es la de mayor riesgo. En Argentina, alrededor del 20% de los casos de meningitis bacteriana que se presentan son meningocócicas, y el 20% de ellas son meningocócicas C.
Según el Dr. Hugo Paganini, Profesor asociado de Instituo Universitario CEMIC, Médico infectólogo del Htal. Alemán y del FUNCEI, “en Argentina se reportan entre 1.000 y 1.200 casos de meningitis por año que afectan especialmente a niños, de los cuales entre el 5 y el 10 % fallece los primeros días luego de contraer la enfermedad, mientras que entre el 10 y el 20%de los infectados sufre secuelas de por vida”.
A su vez agregó, “es importante que sepamos que es una enfermedad que se puede prevenir y trabajar en la educación a padres, docentes y a la comunidad en general para fomentar esta prevención es el factor clave para evitar el contagio y cuidar la salud”.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la meningitis es una de las diez afecciones principales del ser humano y debe ser considerada como una emergencia infectológica. Las estadísticas indican que en períodos no epidémicos, el 25% de los afectados son menores de 1 año, el 50% menor de 3 años y el 80% menor de 15 años. Anualmente, se registran entre 200 y 300 casos de meningitis por meningococo.
A nivel mundial, la mortalidad por meningitis es del 5%, en tanto que el 20 % de las personas queda con secuelas que generalmente son de tipo sensoriales, entre ellas la sordera es la más frecuente. También se pueden presentar trastornos motores y déficit intelectual. La mortalidad depende del tipo de germen, de la edad del chico y de la precocidad del diagnóstico.
La importancia de la prevención
Siendo una enfermedad potencialmente mortal que requiere de atención médica inmediata, ya que puede causar la muerte en menos de 24 horas, es clave la prevención para impedir su contagio y evitar la mortalidad de quienes la padecen. La meningitis por meningococo C, uno de los tipos de meningitis bacteriana, es una enfermedad contagiosa, producida por la bacteria Neisseria meningitidis del grupo serogrupo C.
Existe una vacuna antimeningocócica conjugada C que brinda protección inmunológica preventiva de la enfermedad. Para el Dr. Pagannini, “la vacunación es de gran ayuda especialmente a que en la actualidad contamos con una vacuna para cada tipo de meningitis. Desde 1995 se está vacunando contra el Haemophilus influenzae tipo b todos los niños de nuestro país, medida preventiva clave para prevenir la meningitis causada por esta bacteria. También se dispone de una vacuna para prevenir la meningitis por neumococo”.
La vacuna antimeningocócica polisacárida conjugada C se aplica en 2 dosis antes del año de vida y 1 refuerzo a partir del año. Puede administrarse desde los dos meses de vida, como así también en niños, adolescentes y adultos. Es una vacuna segura y muy efectiva para prevenir la infección.
Síntomas a tener en cuenta
Los síntomas en los niños se caracterizan por la presencia de fiebre alta y trastornos del carácter. Aumentan las horas de sueño, pueden tener vómitos y manchas en la piel de color borravino. Además, y como parte del cuadro propio de la enfermedad, también pueden padecer dolores de cabeza, convulsiones y el llamado síntoma de la “fotofobia”, o fobia a la luz.
Ante la aparición de estos síntomas debe consultarse al especialista de inmediato para evitar la progresión de la enfermedad y sus posteriores riesgos y complicaciones.
Recomendaciones preventivas para evitar el contagio
• Estar atentos a signos de alerta
• Vacunar a los bebés antes del año de vida
• Amamantar hasta los primeros 6 meses de vida
• Cuidar la limpieza e higiene
• Evitar compartir vasos, utensilios de comida, toallas, golosinas y chupetes con otros niños.
• Ventilar los ambientes para convivir en espacios libres de gérmenes o humo de cigarrillo.