El factor Rh o antígeno D es una proteína presente en la membrana de los glóbulos rojos, indispensable para mantener la integridad de los mismos. Aquellos individuos que poseen esta proteína se denominan Rh (D) Positivos y los que carecen del mismo Rh (D) Negativos. Por qué es importante esto durante el embarazo?
“La incidencia de individuos Rh Negativos en la población de nuestro país es de aproximadamente 12 a 15 %. El antígeno Rh (D) es uno de los más inmunogénicos; eso quiere decir que si, en un individuo Rh (D) Negativo ingresan glóbulos Rh (D) positivos -ya sea por embarazo o por transfusión- el sistema inmune no lo reconoce, lo considera como extraño y puede generar anticuerpos contra el factor Rh: anti D. A este mecanismo lo llamamos inmunización o sensibilización. Cuando esto ocurre durante un embarazo, los anticuerpos anti-D son capaces de atravesar la placenta y fijarse en los glóbulos rojos del feto Rh Positivo acortándoles su vida media, produciendo un mayor o menor grado de anemia fetal”, comienza el Dr. Ariel Masquef, Dto. de Ginecología y Ostetricia de Halitus Instituto Médico.
Como en los glóbulos rojos existen más de 25 sistemas antigénicos con más de 220 antígenos, pueden encontrarse otras incompatibilidades distintas del Rh (D) - la más frecuente-.
Según el Dr. Masquef, es raro que la sensibilización ocurra durante la primera gestación, pero ante ciertas circunstancias como pérdidas en el primer trimestre, traumatismos abdominales, hematomas placentarios, procedimientos invasivos -Biopsia coriónica, punciones amnióticas, etc.- puede haber un mayor pasaje de glóbulos rojos fetales a la circulación materna y provocar la generación de anticuerpos en ella. Durante el parto, la posibilidad de sensibilización es mayor por ser mayor el ingreso de sangre del recién nacido a la circulación sanguínea materna”.
La importancia del estudio de compatibilidad sanguínea
“El estudio de compatibilidad sanguínea matrimonial en todas las embarazadas es importante porque no sólo se estudian los antígenos globulares maternos y paternos en busca de incompatibilidades potenciales, sino que también se busca en el suero materno la presencia de anticuerpos capaces de atravesar placenta, sea ella Rh Negativa o no”, explica el Dr. Masquef.
*Si la mamá es Rh Negativo y su esposo Rh Positivo, ingresará en un canal de seguimiento durante la gestación, investigando regularmente la presencia de anticuerpos mediante la Prueba de Coombs Indirecta (PCI). Si dichos anticuerpos continúan negativos, en la semana 28-30 de la gestación se recomienda realizar una dosis de Gammaglobulina anti-Rh (D) con el fin de disminuir la sensibilización intragestacional (Profilaxis anti-D prenatal). Después del parto, si el recién nacido es Rh Positivo recibirá otra dosis de Gammaglobulina anti-Rh (D) dentro de las 72 hs.(Profilaxis anti-D post-natal).
Del mismo modo se indicará profilaxis anti-D en todos aquellos eventos gestacionales capaces de producir inmunización -Biopsia Coriónica, pérdidas, traumas abdominales, etc.- y también ante la pérdida de un embarazo -abortos espontáneos, legrados obstétricos, embarazos ectópicos, etc.-. Si se tienen en cuenta todos estos recaudos, una mujer Rh Negativo puede, estadísticamente, tener los hijos Rh Positivos que desee sin sensibilizarse”, sostiene el especialista.
Es muy importante que se detecten estas madres con riesgo de sensibilización y que se realice la profilaxis adecuada, ya que una vez que su sistema inmune inició la producción de anticuerpos es un proceso irreversible: no es posible limitar una respuesta inmune secundaria. De ahí en más todos sus niños que posean el antígeno Rh (D) tendrán algún grado de afectación (anemia) de leve a grave según el tipo y la cantidad de anticuerpos presentes.
Prevención, profilaxis y tratamiento
“No existe forma de prevenir enfermedades hemolíticas del recién nacido distintas de la Rh (D), por lo tanto, la única forma de detectarlas prenatalmente y que no nos sorprenda un recién nacido afectado en el momento del parto será realizar un control de anticuerpos irregulares -Prueba de Coombs indirecta- durante el embarazo. Cuando se detectan anticuerpos irregulares en una embarazada, es importante que se realice un exhaustivo estudio para determinar cuál es el anticuerpo presente -anti-Rh(D), anti-c, anti-E, etc -, cuantificarlo, determinar su agresividad, analizar los glóbulos rojos paternos para ver qué probabilidades tiene esa pareja de tener niños afectados o no afectados de enfermedad hemolítica fetoneonatal”, explica el doctor.
Con esos datos la embarazada ingresa en un equipo multidisciplinario formado por su Obstetra, Inmunohematólogos, Ecografistas, Neonatólogos y Obstetras intervencionistas, quienes decidirán en cada momento la conducta a seguir según el grado de anemia presente. Dichas conductas van desde la no intervención hasta la terminación temprana de la gestación, transfusiones intrauterinas u otros tratamientos no invasivos como la Gammaglobulina poliespecífica en altas dosis (IGIV).
Y concluye, “es importante que la gestante sepa que esta patología sólo producirá anemia por pasaje transplacentario de anticuerpos y fijación a los glóbulos fetales, pero de ninguna manera genera trastornos neurológicos en su bebé. Cualquier problema de este tipo sería un agregado a la enfermedad hemolítica e independiente de ella”.