La publicación resume las conclusiones del taller realizado durante el 2008, en Buenos Aires. En el mismo se reunieron 30 expertos de Argentina, Chile y Uruguay para trabajar junto con la participación especial del Prof. David Barker, científico británico que ha sido pionero de una nueva visión de la importancia del crecimiento y desarrollo temprano sobre las enfermedades crónicas, las cuales son la principal causa de muerte y discapacidad del cono sur.
Las reflexiones del Taller con especialistas de los tres países del Cono Sur que comparten una similar identidad cultural son un paso que se debe dar para comprender y actuar a través de intervenciones oportunas a lo largo del ciclo vital. Una estrategia en la que deben coincidir educadores, investigadores, responsables de políticas públicas, médicos, nutricionistas, trabajadores sociales y todos aquellos que hoy en el Cono Sur están trabajando para combatir el flagelo de la desnutrición temprana.
Esta iniciativa fue convocada por el Instituto Danone del Cono Sur (IDCS) una organización sin fines de lucro dirigida por el Prof. Ricardo Uauy y el Dr. Esteban Carmuega que comparten la misma visión y objetivos de la red global de Institutos Danone Internacional. Ambos fueron los compiladores, junto con el Dr. Barker, de esta publicación.
Para el IDCS la publicación de este primer libro es doblemente significativa porque, más allá de inaugurar su actividad científica, aspira a definir un estilo en sus esfuerzos por acortar la brecha entre la generación de conocimientos nuevos y el establecimiento de cambios de actitudes y conductas, que mejoren la salud y nutrición de la población.
La hipótesis de Barker sobre el origen temprano y sus implicancias para las políticas de salud publica a nivel Cono Sur
Desde hace poco más de dos décadas ha venido cobrando fuerza la tesis en virtud de la cual los problemas –muy frecuentes en el país y Latinoamérica en general- que afectan el crecimiento y desarrollo intrauterino y durante los primeros años de la vida incrementan los riesgos de padecer enfermedades crónicas en la edad adulta.
Las primeras evidencias científicas descriptas por David Barker, un epidemiólogo británico que ha ido convocando distintos grupos independientes de investigación alrededor del mundo que han contribuido con un importante cuerpo de evidencia que sustenta la importancia de la prevención basada en cuidados durante la etapa pre-concepcional, embarazo y crecimiento y desarrollo infantil temprano. Esta evidencia es importante para orientar el desarrollo, ejecución y evaluación de programas de salud y nutrición, la asignación de recursos de investigación, la definición de prioridades de educación y divulgación.
Estas reflexiones adquieren especial importancia en los paises del cono sur en los cuales el bajo peso de nacimiento se asocia con situaciones de pobreza, desnutrición materna y con cifras crecientes año tras año en enfermedades crónicas como la obesidad, la enfermedad cardiovascular, hipertensión y diabetes. Todas estas enfermedades tienen consecuencias sobre las familias, la sociedad y a su vez representan un aumento en el gasto en salud pública.
A partir de los nuevos conocimientos surgidos de la investigación del Profesor Barker hay suficiente evidencia que puede ser implementada en las políticas de salud pública:
• Evitar delgadez excesiva o sobrepreso en mujeres antes de la concepción.
• Acceso a una dieta balanceada para las niñas y mujeres jovenes en la niñez, adolescencia, jovenes-adultos y el embarazo.
• Protección del crecimiento infantil.
• Evitar el sobrepeso en los niños que tienen bajo peso al nacer y vigilar cuidadosamente su crecimiento para que no desarrollen sobrepeso.
Costo de la desnutrición en Argentina
El costo de la desnutrición temprana se expresa en varias dimensiones.
Costos en mortalidad temprana: en Argentina alrededor del 40% de la mortalidad infantil de la última década se concentró en niños con bajo peso de nacimiento. Pero además, el bajo peso de nacimiento implica una mayor probabilidad de no alcanzar todo el potencial de crecimiento en la infancia que se traduce en la pérdida de alrededor de 5 cm de altura, menos fuerza en las manos (alrededor de 5 Kg) y una pérdida del potencial intelectual.
A estas consecuencias tempranas que comprometen la capacidad de trabajo debemos agregarle las que se expresan en la vida adulta como consecuencia de la menor plasticidad del metabolismo para adaptarse al medio ambiente.
La diabetes tipo II, el síndrome metabólico, el riesgo cardiovascular hoy constituyen uno de los mayores costos sanitarios que afronta el sistema de salud por no mencionar algo tan valioso como intangible como es la desaparición o morbilidad de de adultos jóvenes -habitualmente sostén de sus familias- en la etapa más productiva de la vida.
Paradójicamente, costos elevados económicos y sociales que se manifiestan a corto y largo plazo que pueden ser prevenibles con intervenciones prácticas y sencillas en el cuidado oportuno del embarazo y los primeros años de la vida.