La compraventa de reliquias de un santo a través de Internet es un sacrilegio, aclaró el Vicariato de Roma a través de su página web.
Así, la Iglesia planteó su postura ante el creciente comercio on line, en especial a partir de la muerte de Juan Pablo II.
El responsable de la oficina litúrgica del Vicariato de Roma, Marco Frisina, subrayó que "no se pueden comprar ni vender reliquias (de ningún género) en absoluto, porque son algo sagrado y que no tiene precio", al tiempo que recalcó que "las reliquias son verdaderas cuando han sido confirmadas por el obispo".