3 de diciembre de 2024
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Por Iván Damianovich
Cristina y Bergoglio, otra oportunidad
26 de noviembre de 2008
No son tiempos para andar peleados. En realidad nunca es buen momento para la distancia pero menos ahora, cuando la incertidumbre y el miedo a nuevas crisis sociales aparecen.
Ese puede ser uno de los argumentos que llevó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a conceder casi automáticamente una audiencia con el cardenal primado de la Argentina Jorge Bergoglio, quien acaba de ser reelecto al frente del Episcopado.
Años de desencuentros y sospechas mutuas sembraron la relación de los obispos con el matrimonio Kirchner.
Es difícil creer que con un encuentro protocolar –como será el que tenga lugar este jueves en la Casa Rosada- esas suspicacias desaparezcan. No obstante, la rapidez de la presidenta en concretar la cita pedida por el Episcopado encierra en sí mismo un gesto que abre cierta esperanza en las atribuladas relaciones.
La nueva Comisión Ejecutiva del cuerpo eclesiástico llegará hasta la Casa de Gobierno apenas dos semanas después de haber difundido un crítico documento que, entre otros destinatarios, tenía al mismísimo kirchnerismo.
Además, la visita de forma se adelanta a un compromiso que los prelados buscan por parte del Gobierno nacional: lograr la asistencia de la Presidenta a la misa en la Basílica de Luján con motivo del 30 aniversario de la mediación papal en el conflicto entre Argentina y Chile. La celebración será el 22 de diciembre.
Más allá de todas las especulaciones, siempre resulta sano para la vida democrática e institucional de la República que estos encuentros se produzcan con naturalidad, sin dilaciones y con el objetivo de aunar esfuerzos para la construcción del bien común. Ahora, otra oportunidad.
Ese puede ser uno de los argumentos que llevó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a conceder casi automáticamente una audiencia con el cardenal primado de la Argentina Jorge Bergoglio, quien acaba de ser reelecto al frente del Episcopado.
Años de desencuentros y sospechas mutuas sembraron la relación de los obispos con el matrimonio Kirchner.
Es difícil creer que con un encuentro protocolar –como será el que tenga lugar este jueves en la Casa Rosada- esas suspicacias desaparezcan. No obstante, la rapidez de la presidenta en concretar la cita pedida por el Episcopado encierra en sí mismo un gesto que abre cierta esperanza en las atribuladas relaciones.
La nueva Comisión Ejecutiva del cuerpo eclesiástico llegará hasta la Casa de Gobierno apenas dos semanas después de haber difundido un crítico documento que, entre otros destinatarios, tenía al mismísimo kirchnerismo.
Además, la visita de forma se adelanta a un compromiso que los prelados buscan por parte del Gobierno nacional: lograr la asistencia de la Presidenta a la misa en la Basílica de Luján con motivo del 30 aniversario de la mediación papal en el conflicto entre Argentina y Chile. La celebración será el 22 de diciembre.
Más allá de todas las especulaciones, siempre resulta sano para la vida democrática e institucional de la República que estos encuentros se produzcan con naturalidad, sin dilaciones y con el objetivo de aunar esfuerzos para la construcción del bien común. Ahora, otra oportunidad.