Por Iván Damianovich
La Iglesia quiere opinar en la nueva Ley de Radiodifusión
8 de mayo de 2008
El espacio que abrió la presidenta Cristina Fernández para discutir una nueva Ley Nacional de Radiodifusión requiere el aporte de todos los actores sociales. Así lo recordó la propia Iglesia católica que solicitó ser tenida en consideración a la hora de establecer el marco de acción de la nueva normativa.
El pedido llegó por parte del obispo Mario Maulión, titular de la Comisión Episcopal de Comunicación a través de una carta enviada al secretario de Medios, Enrique Albistur.
“La totalidad de los actores sociales deben tener derecho a acceder a ese bien de todos que constituye la comunicación", advierte la Iglesia en la misiva, al tiempo que pone en manos de los funcionarios nacionales el “aporte” que desde la institución aseguran están en condiciones de acercar.
La propuesta eclesiástica llega en un momento de fuerte discusión sobre el adecuado ejercicio de la libertad de prensa en el país y las reiteradas críticas de la oposición sobre las acciones que le atribuyen al Gobierno para amedrentar o descalificar el trabajo de los periodistas.
Para los obispos, la nueva legislación tendrá que estar a la altura de los tiempos que corren, acorde con los avances tecnológicos del siglo XXI y la pluralidad de las voces de los diferentes actores, única vía para garantizar una democracia real.
En su carta, Maulión resaltó la "trascendencia para el orden jurídico de la nación de tal regulación y, esencialmente, por el valor central y estratégico que tiene la comunicación social para sostener los valores de la familia, la educación y la sana convivencia".
"La Iglesia es también actor y protagonista de ese proceso de comunicación social a través de herramientas que permitieron llevar su mensaje mediante el acceso a los medios y a las tecnologías de nuestros tiempos", recuerda el purpurado en la carta que también lleva la firma del vocero del Episcopado, el presbítero Jorge Oesterheld, Julio Rimoldi, a cargo del Canal 21 del Arzobispado de Buenos Aires y Javier Sotera de Radio María.
Un punto de vital importante para la institución radica en las frecuencias asignadas por el Estado para la tarea de difusión. En tal sentido, recuerdan que "la Iglesia, preexistiendo al ser nacional, quiere seguir desarrollando esta tarea desde su obra de evangelización para la construcción del bien común y para la consolidación institucional del país".
En tren de consultas, es de esperar que el Ejecutivo tome también en consideración las inquietudes del sector representado por la Iglesia y haga espacio al intercambio de ideas, tronco central de la comunicación y actitud irrenunciable a la hora de legislar sobre la cuestión.