Por Iván Damianovich
El Papa “crea” dos nuevos cardenales argentinos
17 de octubre de 2007
Argentina tendrá el próximo 24 de noviembre dos nuevos cardenales, uno de ellos con capacidad para elegir un nuevo papa, anunció Benedicto XVI en la audiencia de los miércoles.
Leonardo Sandri, actual prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, y Estanislao Karlic, arzobispo emérito de Paraná y ex titular del Episcopado, se convertirán en los nuevos Príncipes de la Iglesia.
Así, la Argentina contará desde el próximo consistorio con cuatro cardenales: Jorge Mejía, Jorge Bergoglio, Leonardo Sandri y Estanislao Karlic. De ellos, los únicos que pueden participar del futuro cónclave son Bergoglio y Sandri.
La “creación” de los nuevos cardenales tuvo un elemento sorpresa. Si bien es cierto que se esperaba la designación de Sandri (que cobró notoriedad al convertirse en la “voz” de Juan Pablo II en sus últimos años), el nombramiento de Karlic resultó una novedad.
Con todo, es posible trazar un breve panorama respecto de la decisión del Papa que involucra a los dos argentinos.
Mientras uno cultivó un alto grado de exposición pública a nivel mundial, cosechó fuertes críticas y se convirtió en un hombre de gran influencia en la Curia romana, otro desempeñó el más alto cargo de la Iglesia en el país, ofreció espacios de encuentro en tiempos difíciles para la Argentina y regresó a su provincia para dedicarse al estudio teológico, una de las áreas en las que más se destaca.
Leonardo Sandri, tiene 63 años y ostenta una experiencia fuerte en el Vaticano. Llegó a ser el número tres del Papa en épocas de Juan Pablo II. Fue el sustituto de la Secretaría de Estado, cargo que era ejercido por el influyente cardenal Angelo Sodano. Sandri se convirtió en la “voz” del Papa cuando éste enfermó y sus apariciones públicas se multiplicaron toda vez que debía leer las homilías del pontífice. Fue, además, el encargado de anunciar la muerte de Juan Pablo II el 2 de abril de 2005.
Al mismo tiempo, Sandri logró un excelente vínculo con parte de la dirigencia política argentina alineada tras la condena al aborto que Menem ofreció al Vaticano para alistarse entre los países amigos. El ex embajador ante la Santa Sede Esteban Caselli y el arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, acudieron en reiteradas ocasiones a este hombre que trabajó a la sombra de Sodano. No pocos sectores de la Iglesia ahorraron sus críticas hacia su figura.
La persona de Karlic, en cambio, encuentra pocos detractores. Quienes lo frecuentaron durante las últimas décadas coinciden en el trato apacible y atento que prodiga a cuanto interlocutor lo visite.
Karlic fue uno de los ocho prelados a nivel mundial que Juan Pablo II encomendó la redacción del nuevo Catecismo de la Iglesia en virtud de sus conocimientos teológicos.
Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina entre los años 1996 y 2002, Karlic tuvo, además, un destacado rol en la peor crisis que recuerda el país. Proveniente del sector moderado de la Iglesia, supo acompañar los días más difíciles con una acción directa de la Iglesia en pos de la paz social de aquellos días.