Por Sofía Wachler
Se espera un buen 2011 en el sector construcción
14 de marzo de 2011
Pese a ser un año electoral, las perspectivas del sector construcción son buenas, de alguna manera por cierto efecto derrame, a partir del crecimiento sostenido en el tercer trimestre del 2010 y considerando que sus proyecciones se manejan en el mediano y largo plazo.
Según el INDEC, en enero, el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), aumentó un 0,9% en términos desestacionalizados respecto a diciembre, siendo esta la sexta suba mensual consecutiva. Al igual que en noviembre, este último dato marcó un nuevo pico máximo histórico en este indicador.
En términos estacionalizados, el índice ISAC registró en enero una suba interanual del 11,6%, con lo que el sector acumula dieciséis meses consecutivas de aumentos interanuales, consolidando el crecimiento del sector.
Lo que sí quedó demostrado es el gran protagonismo del sector público en la actividad en el que el gasto de capital en términos reales está creciendo a tasas cada vez más aceleradas. Casi con seguridad, en fechas más cercanas a las elecciones presidenciales se le vuelva a dar otro fuerte impulso a las obras públicas, por lo que su incidencia superará al sector privado.
Este no es un tema menor porque la gran incógnita es cuánto de lo anunciado finalmente llegará a buen puerto y sobre todo, en cuantos años se finalizarán las obras, considerando productos e insumos, niveles de empleo.
Pese a la suba en enero de un 17,5% respecto del mismo período del 2010 en lo referente a la superficie autorizada a construir medida en miles de metros cuadrados, todavía falta bastante para llegar a los registros de odavía no alcanzó los registros de enero de 2006, 2007 y 2008.
En lo referente al Índice de Costos de la Construcción (ICC) del INDEC para el Gran Buenos Aires, arrancó el 2011 con una inflación del 2,1% con respecto al mes anterior. Además, en comparación con el mismo mes del año anterior, se observó un alza del 23%, registrando la mayor suba interanual de los últimos 4 años. Tema preocupante porque incide fuertemente, sobre todo, en el costo de construcción de viviendas.
Uno de los registros más emblemáticos cuando se analiza por provincias es la caída en los permisos de la Capital Federal y por ende, del empleo y del consumo de cemento.
Una de las explicaciones son los altísimos precios de los terrenos que no han cesado de subir y que produce una significativa incidencia en el costo de la construcción por metro cuadrado, difícil de sostener en un emprendimiento, sumado a los aumentos de precios de insumos, mano de obra, inflación, por lo que la rentabilidad resulta en muchos casos, prácticamente nula.