Por Sofía Wachler
Uruguay: incentivos fiscales para construir
2 de agosto de 2010
El gobierno uruguayo anunció el jueves pasado, estímulos fiscales al sector privado para fomentar su participación en la construcción de viviendas.
El anuncio lo realizó el propio vicepresidente de ese país, Danilo Astori en un almuerzo con la Asociación de Promotores Privados de la Construcción del Uruguay (APPCU), del que también participó el presidente José Mujica.
El propio Mujica comentó que se hizo eco de “las dificultades, las necesidades y posibilidades de afincar mucho capital en la construcción en un momento que se presenta con perspectivas positivas para Uruguay”.
Astori enfatizó que “estos estímulos fiscales estarán pensados para los inversores que se unan al sector público "cualquiera sea su nacionalidad", aunque estimó que en este campo predominará la inversión nacional".
Y añadió que “esta iniciativa incluirá una renuncia fiscal que será "importante" por parte del Estado, pero que en virtud de la importancia del sector de la construcción dará prioridad a la vivienda a través del presupuesto“.
Por su parte, el presidente de APPCU, Ariel Cagnoli, dijo que esa asociación se puso "a disposición del gobierno para trabajar en los planes de viviendas”.
Los empresarios ofrecieron "dar una mano" y señalaron su interés en participar en planes tales como el que promoverá la Agencia Nacional de Vivienda (ANV) para la construcción de soluciones habitacionales para sectores de medianos ingresos.
Además se conversó además sobre la posibilidad de la unión de intereses entre el sector privado y el público donde pueda haber aportes de privados para la construcción de viviendas.
Las propuestas incluyen proyectos de desarrollo urbanos en áreas deprimidas de la capital, con inversiones dirigidas a la vivienda para alquilar.
La APPCU hizo hincapié en crear una ley similar a la de promoción de inversiones, referida a la construcción de viviendas para alquilar, que contaría con exoneraciones y ayude al mercado inmobiliario.
Hasta aquí la noticia del Uruguay. Cabría preguntarse por qué no se producen medidas similares en la Argentina, entre el sector privado y el público.
Los desarrolladores inmobiliarios argentinos siempre encuentran negativas ante cualquier acercamiento con el Estado, sin entrar en Honduras.
Después nos preguntamos por qué las inversiones inmobiliarias van hacia otros países.
El problema habitacional no cesa de agravarse y el déficit de viviendas aumenta, aunque no se conocen los números actualizados.
También, cada vez es más difícil el acceso a la primera vivienda para la clase media.
Como se dicen coloquialmente, los sueldos son en pesos y las propiedades siempre se compran en dólares.
Ecuación cada día más difícil de resolver además, con el grave aditamento del contexto inflacionario.