Por Sofía Wachler
El sueño de la vivienda propia, cada vez más lejos
7 de junio de 2010
Falta de financiamiento, dificultades crecientes de acceder a la vivienda propia para la clase media, política impositiva asfixiante, aumento constante de la incidencia de los costos de la construcción fueron los conceptos más relevantes que se escucharon en la Segunda Convención de Desarrolladores Inmobiliarios organizada por la AEV, Asociación de Empresarios de la Vivienda y Desarrollos Inmobiliarios, bajo el lema “Construyendo en el 2010”, en el marco de Batimat Expovivienda 2010.
“Se construyen emprendimientos dirigidos a los que pueden pagarlos al contado. Nosotros estamos obligados a vender sin financiamiento por la falta de créditos, situación que limita mucho el tipo de viviendas que podemos construir y dónde tenemos que construirlas” señalo Moisés Altman, directivo de la AEV.
El sector inmobiliario cambió a partir de principios del 2000 cuando la oferta de créditos hipotecarios comenzó a mermar casi abruptamente, por complejas razones tanto económicas como políticas, sumadas a las distintas crisis internacionales.
Al respecto, Roberto Tizado, comercializador inmobiliario, señaló que “en los 90º el mercado estaba dirigido al consumidor final con acceso al crédito, pero esto cambió desde el 2000. Se atiende al público inversor que busca al ladrillo como refugio seguro de inversión.
Los sectores medios son los más postergados en temas de vivienda desde hace muchísimos años, a quienes se les dificulta cada vez más el acceso a la primera vivienda, precisamente por la falta de financiamiento a la que pueden acceder.
El mercado inmobiliario argentino es en dólares y de contado desde tiempos inmemoriables, en los que el crédito hipotecario fue la excepción y no la regla.
Pero los tiempos han cambiado y mucho y lo cierto es que quienes más necesitan una vivienda propia ven alejarse cada día esa posibilidad. Ni hablar en tiempos de alta inflación, como la que estamos atravesando.
Por eso, desde la AEV, hace tiempo impulsan propuestas basadas en la instrumentación de líneas de créditos hipotecarios a 30 años de plazo, ajustables según la variación de ingresos del tomador, con tasa de interés del orden del 4 al 5% de interés anual, y con seguros que cubran la pérdida de trabajo y un eventual desfasaje entre los ingresos y la evolución de la cuota.
Fernando Esquerro, presidente de la AEV pidió que “los festejos del Bicentenario nos ayuden a encontrar un rumbo, capaz de dar un techo a más argentinos”.
Es de esperar que las autoridades nacionales se hagan eco de este reclamo que contribuiría a lograr que más argentinos accedan a su vivienda propia, disminuyendo el histórico déficit habitacional que no cesa de incrementarse.
También mejoraría y sostendría en el tiempo el nivel de actividad de la industria de la construcción, denominada madre de industrias, porque se compone de 118 gremios. También generaría mucha mano de obra de manera directa e indirecta. Ampliaría en mucho su participación en el PBI.