Por Sofía Wachler
¿Los alquileres aumentan un 20%?
8 de marzo de 2010
Por estos días aparecieron notas en los medios afirmando que los alquileres de viviendas aumentaban un 20% no siempre aclarando en primer término, que es básicamente en el caso de las renovaciones.
Los alquileres no pueden ser indexados por lo que se pactan de manera escalonada, por un primer año y luego por el segundo año que es el término máximo que admiten los contratos de las locaciones de viviendas.
En estos casos, obviamente los propietarios tratan de resguardarse lo más que pueden de la real inflación, tomando en cuenta los valores de las consultoras privadas y desestimando los indicadores del INDEC Moreno.
No hay muchos datos en materia de alquileres ni de vivienda en general, por lo que siempre se habla sobre una parcialidad en un mercado que es, sumamente atomizado.
Cuando se dice que van a aumentar o aumentaron un 20%, no se especifica sobre qué valores, los de 2009 o los de 2008, que ahora se renuevan. Es poco claro y confunde a la opinión pública.
Para una inflación creciente, la diferencia no es poca. Además como dijimos en una nota anterior depende del poder adquisitivo del salario porque además hay que añadirle gastos de expensas, de mantenimiento y obviamente de la canasta familiar.
Tampoco se menciona cuántos rescindieron sin terminar el contrato o ni siquiera llegaron al año. Recordar que la crisis mundial se desató en octubre de 2008, luego de la caída del Lehman Brothers.
¿Cuántos propietarios con tal de no cargar con los gastos que genera un inmueble vacío, sin saber por cuánto tiempo, se avienen a cerrar un contrato con valores muy por debajo de un aumento del 15 al 20% de aumento? Se desconoce.
Tampoco se sabe a ciencia cierta cuántos departamentos se alquilaron desde que comenzó el año y de qué dimensiones. Se estima que son más requeridos los de uno o dos ambientes, pero nada más.
En materia de locaciones comerciales, fundamentalmente se nota otra vez una gran cantidad de locales vacíos, muchos ubicados sobre Florida y en arterias importantes, porque “los números no cierran”.
Como señalaron algunos comerciantes “ya no nos cerraba con el contrato anterior e insistimos en bajarlo algo, el año pasado, pero ahora como el dueño no aceptó nos vamos y buscamos otro local con un alquiler mucho menor que él que estábamos pagando”.
Otros decidieron bajar definitivamente la cortina.
Un caso de principio de mes “teníamos todo embalado en cajas para irnos sin tener otro lugar, analizando dónde dejar la mercadería cuando nos sorprendió que apareciera el dueño del local para decirnos que aceptaba la rebaja que le pedíamos con tal que nos quedáramos porque siempre fuimos buenos pagadores”. No es un caso aislado.
El mercado de locaciones comerciales, sobre todo, no es ajeno a los avatares de la economía. Sintió fuertemente el impacto del largo conflicto por el Banco Central en diciembre y enero.
Ahora la incertidumbre política y la inflación no generan confianza ni mejoran las expectativas, al menos, en el corto plazo. Cada vez hay menos bolsillos que aguanten tantas sacudidas y no hablamos precisamente de sismos, como los de Haití y Chile.