Por Sofía Wachler
Controvertida Convención Anual de la CAC
30 de noviembre de 2009
La 57ª Convención de la Cámara Argentina de la Construcción tuvo notorias ausencias, de empresarios del sector, sobre todo del interior del país, de representantes gremiales e inclusive sorprendió que algunos gobernadores que estaban anunciados para disertar en el programa oficial no asistieran.
En los pasillos del Sheraton había otro movimiento muy activo durante toda la jornada: varios consultores, asesores, marketineros, analistas de mercado, buscando contactos e intercambiando tarjetas de todo tipo y color. Su interés no estaba puesto en las disertaciones precisamente.
También fue notoria la disminución de sponsors y de stands que acompañan siempre a este tradicional evento.
En la apertura, el siempre calmo Enrique Wagner, presidente de la CAC y dueño de Esuco, una importante contratista del Estado, despertó a un auditorio repleto, por sus dichos.
“No podemos soslayar la preocupación que nos transmiten varias de nuestras delegaciones provinciales referidas a las demoras excesivas en los pagos, debido a las dificultades presupuestarias y a la decisión de instrumentar el pago con bonos”.
Pero no quedó ahí “lo que nosotros pedimos es que esos bonos tengan oferta pública. Los consideramos una enorme excepción que no debe transformarse en habitual".
Y completó con esta afirmación: “preocupa la actual reducción de la obra privada” y la retracción del empleo”. Indudablemente una síntesis de la situación del sector en pocas palabras.
Por su parte, el secretario general de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), Gerardo Martínez, en su alocución de la tarde no ahorró conceptos sobre el futuro del empleo en el sector.
Enfatizó que “necesitamos previsibilidad, no sólo los empresarios para invertir, sino también los trabajadores”.
Martínez sentenció que vamos a encontrar un 2010 diferente y muchos de los problemas que tuvimos este año seguramente se van a resolver, pero es necesario jerarquizar el papel que juega la industria de la construcción, “la seguridad de los contratos es fundamental en ese sentido”.
Se sumó a las voces que reclaman viviendas para todos. “Hasta ahora se ha dado respuesta a la vivienda para los sectores más humildes, pero debemos hacer una propuesta de un plan nacional de vivienda para trabajadores de clase media, con una capacidad de ahorro familiar de entre 800 y mil pesos”.
El secretario general de la UOCRA también se expresó sobre el papel actual de los sindicatos “ buscamos dejar atrás ese sistema de organización sindical en el cual sólo defendíamos el derecho colectivo en el lugar de trabajo. Hoy debemos atender aspectos como la capacitación, en lo cual contamos con el apoyo del Ministerio de Trabajo”.
Añadió que “llevamos capacitados a más de 50 mil constructores y mantenemos un hogar para 350 niños, además de impulsar una ONG para la vivienda social, lo que permitió a 500 trabajadores tener una vivienda digna”.
El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, fue contundente e hizo una larga descripción de las obras en marcha y el futuro de la obra pública.
Afirmó que “tenemos que defender este proceso de transformación frente la operación mediática del famoso estado de crispación”.
Remaracó que “la operación mediática de la crispación obedece al miedo de aquellos que temen por la profundización de este proceso de transformación. Defendamos los 50.000 millones de pesos previstos para obra pública en 2010 o volvemos al presupuesto de 776 millones de pesos de hace siete años. No hay camino alternativo".
Al cierre la presidente Cristina Fernández dijo que “ viene un ciclo de crecimiento económico importante. Y quizá la participación del sector de la construcción en el PBI no será del 13, sino del 15 por ciento o más”.
En la convención de noviembre de 2008 había anunciado la inversión de 71 millones de pesos destinadas a la industria de la construcción y la creación de entre 300 a 700 puestos de trabajo.
2009 fue un año muy difícil para el sector de la construcción. Todo indica que el 2010 será mucho mejor.