El Congreso de Estados Unidos aprobó ayer un multimillonario paquete de rescate para el sector inmobiliario, donde el año último se gestó la crisis financiera que primero golpeó a ese país y luego se extendió al resto del mundo y que varios analistas catalogaron como la más grave desde el crac bursátil de 1929.
El paquete ofrece un financiamiento de emergencia para las dos compañías hipotecarias más importantes de Estados Unidos, Fannie Mae y Freddie Mac, que están a un paso de la quiebra. Crea también un fondo de "garantías estatales" de 300.000 millones de dólares -el equivalente al PBI de la Argentina- para asistir a los propietarios de viviendas hipotecadas. Esto significa que los cerca de 400.000 dueños altamente endeudados y a punto de verse obligados a entregar su casa podrán refinanciar su deuda en condiciones más favorables. La ley eximirá del pago de impuestos a jóvenes propietarios por un valor de US$ 15.000 millones e incluye otros 180 millones para asesoramiento legal a propietarios.
El Senado aprobó la norma por 72 votos a favor y 13 en contra. Se prevé que el presidente George W. Bush lo promulgue de inmediato.
Bush tenía previsto, en principio, vetar la ley porque proveía 4000 millones de dólares a las autoridades de localidades para comprar propiedades en remate. La Casa Blanca se oponía por considerar que una medida semejante abriría las puertas a la especulación y a los prestamistas de dudosa reputación. Pero ante la dramática situación, el gobierno norteamericano prefirió evitar las "largas luchas" que generaría un veto. "Está bien que el Congreso demócrata haya finalmente actuado", comentó el vocero de la Casa Blanca, Tony Fratto.
La crisis, que en Estados Unidos afectó a los mercados inmobiliario, hipotecario, bursátil y financiero, no concluirá gracias a la ley, dijeron, sin embargo, activistas inmobiliarios y expertos. "Tenemos un mercado inmobiliario que sufre un ataque cardíaco. El proyecto es una resucitación para estabilizar la situación", interpretó David Abromowitz, del Centro para el Progreso de Estados Unidos, un grupo de lobby.
El fondo de garantías estará a cargo de la Administración Federal de Vivienda. Su éxito dependerá de la voluntad de los prestamistas para aceptar pérdidas en créditos originales y otorgar otros nuevos.
Fanny Mae y Freddie Mac, dueñas o garantes de casi la mitad de los 12 billones de dólares en deudas hipotecarias del país, podrán usar una línea temporal de crédito del Tesoro estadounidense y el gobierno podrá comprar parte de sus acciones si tienen problemas para salir de la crisis.
Los candidados a presidentes demócrata y republicano, Barack Obama y John McCain, respectivamente, elogiaron la aprobación del proyecto de ley en el Senado. Obama dijo en un comunicado que la ley "se necesitaba con urgencia" y representaba "un comienzo importante para proteger a los propietarios de viviendas y restablecer la estabilidad del mercado inmobiliario y de la economía". McCain señaló en un comunicado que "aplaude la aprobación de la legislación", aunque agregó que "el alivio para los complicados propietarios de viviendas debería haberse garantizado mucho antes".
Según las últimas cifras de la Oficina de Vigilancia Federal del Inmobiliario Estadounidense, los precios de las viviendas bajaron en mayo 4,8% anual y los embargos inmobiliarios se siguen multiplicando: en el segundo trimestre se incrementaron 14% comparado con el anterior trimestre, y aumentaron 121% en un año.
En total, 2,2 millones de causas fueron iniciadas en 2007.