Un sondeo del Instituto Nacional de Estadística de España (INE) reveló que casi el 40% de los inmigrantes es propietario de una vivienda y más del 80% de ellos tiene previsto traer a sus familias para que vivan con ellos.
Estos resultados sorprenden precisamente en un momento en que la inmigración extranjera es un tema preocupante y de gran complejidad en Europa Central.
En cuanto a la vivienda, el 38,1% de los inmigrantes es propietario y el 40,3%, vive en casas alquiladas.
En España en 1995 vivían en el país 39,2 millones de personas, de las cuales sólo 500.000 eran extranjeras (algo más del 1%). Actualmente, según el avance del Padrón Municipal publicado en junio del 2007 publicado por el INE, la población española es de 45,1 millones personas, de las cuales casi el 10%, unos 4,48 millones son extranjeras.
La Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI) de 2007 abordó esta cuestión por primera vez y consigna como aspecto destacado que actualmente hay 2,16 millones de hogares en los que por lo menos uno de sus miembros de 16 o más años nació fuera de España.
”Una mejor calidad de vida, un empleo mejor o razones de tipo familiar" fueron las principales razones para trasladarse al país que respondieron los 15.500 encuestados.
El impacto de la inmigración también fue reflejado también por otra encuesta de la patronal de las compañías de seguros (Unespa), que informó que el 70% de los inmigrantes latinoamericanos que residen en España tiene la intención de quedarse en el país.
Como muestra del deseo de permanencia, el 37,2% de los extranjeros ahorra para la jubilación; entre ellos, los latinoamericanos figuran como los más previsores.