Por Nino Fernández
Aporte clave de las pymes a la baja del desempleo
11 de marzo de 2007
Finalmente, lo que hace menos de tres años parecía imposible, se hizo realidad a comienzos del 2007: que el desempleo se ubicara por debajo del 10% de la población económicamente activa. Más allá de las connotaciones políticas, dos factores hicieron posible el “milagro”.
Por un lado el crecimiento económico, que por supuesto remite a una estrategia de Gobierno y por el otro, el desarrollo de miles de Pymes, que buscando sacarle provecho al nuevo modelo, invirtieron y reforzaron sus dotaciones. Primero fueron las industriales, que encabezaron el proceso de sustitución de importaciones e incursionaron en la actividad exportadora y luego siguieron sectores recursos humanos intensivos, como la Construcción y los Servicios.
Según una fuente del Ministerio de Trabajo de la Nación, en los últimos tres años se crearon 3,4 millones de puestos de trabajo, la mayor parte generados por Pymes y en blanco, dato significativo si se tiene en cuenta el estigma de informalidad que arrastra esa comunidad empresaria.
Con todo, el panorama no es uniforme. No faltan empresas que en este tiempo han destruido empleo y por otra parte no todas tienen oportunidades de crecer e incorporar personal. Además, muchas chocan con la falta de recursos humanos calificados, con lo cual terminan pagando horas extras o, lo que es peor, renunciando a la posibilidad de crecer.
Chicas y jóvenes
Para el INDEC la creación de empleo desde el 2002 a la fecha exhibe una recuperación acumulada superior al 30%, pero aún así el Indice de Obreros Ocupados (IOO), que se ubica actualmente en 92, 2 está por debajo del registro de 1998 (99,5). Bastante menor en cambio es la brecha en el Indice de Horas Trabajadas (IHT) que se ubica en 90,2 cuando en el 98 marcaba 91,2.
Según un experto del mercado laboral esto “estaría reflejando un aumento de la productividad por operario, aunque no debería descartarse que se esté midiendo el empleo en empresas de cierta antigüedad sin tener en cuenta a las nuevas”.
“La participación de las PyMEs ha resultado clave para explicar la recuperación del empleo, dado que el 70% de los nuevos puestos son creados por empresas jóvenes, de modo que si agregamos a las PyMEs maduras, es claro que el empleo se está generando allí. Esto tiene que ver en parte con el ciclo económico, pero hay que recordar que no siempre el crecimiento económico estuvo acompañado del vigor de las PyMEs”, afirma Hugo Kantis, investigador de la Universidad Nacional General Sarmiento y coautor del informe “Estrategias empresariales y generación de empleo productivo”.
Según este estudio las Pymes creadoras de empleo son en su mayoría empresas jóvenes, que se destacan por sus conductas emprendedoras, sus capacidades empresariales y por una mayor proactividad estratégica .
“Mientras que las creadoras están buscando la construcción de la estructura básica de soporte organizacional (primeras áreas, primeras gerencias), las empresas destructoras se
caracterizaron por la búsqueda de una flexibilización y adaptación de la estructura existente”, dice el informe.
Por su parte, Diego Schelsr, especialista de la Subsecretaría de Programación y Estudios Laborales del Ministerio de Trabajo, destaca el papel de las firmas más chicas, característica que muchas veces coincide con la condición de jóvenes.
“Entre el primer trimestre del 2003 hasta el tercer trimestre del año pasado, el empleo creció 16,8% en los establecimientos de hasta cinco personas; mientras que el aumento en las empresas de 6 a 40 empleados fue del 38,3% y en las de más de 40 del 37,3%. Pero si la medición se hace respecto al crecimiento total del empleo, las más chicas aportaron algo más del 33% y los otros dos estratos definidos estuvieron en el orden del 32%”, asegura Schelsr.
Así las Pymes, que recordemos, ocupan hasta 200 trabajadores en el caso de la Industria, se erigen en las grandes protagonistas de la recuperación del empleo de post-crisis.
La Construcción, con 17,8% fue el sector de actividad que más creció en ese lapso; seguido por la Industria y el Comercio, en ambos casos, con 17,2% y Servicios financieros y a empresas (14,2%)
Esto pone en evidencia, de que más allá de cualquier caracterización, la creación /destrucción de empleos en las empresas está vinculada al ritmo de actividad de cada sector, aunque por supuesto no puede desligarse de la marcha de cada negocio en particular.
Por los sectores
Carlos Pallotti, presidente de CESSI (Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos) asegura que por cuarto año consecutivo el sector creció en el 2006 un 20%, en tanto que el empleo lo hizo un 23%.
Por el lado de la industria manufacturera, las estadísticas del vapuleado INDEC revelan que las ramas más activas fueron: “Fabricación de equipos de radio y comunicaciones”, que registró un aumento del 20,8% en el índice de obreros ocupados y del 16,8% en el de horas trabajadas; “Fabricación de vehículos y remolques” (15,4 y 15%, respectivamente); “Producción de maquinarias y equipos” (10,8% y 7,.6%) y la “Fabricación de prendas de vestir y terminación de pieles” (7,7 y 9,8%).
Las excepciones al crecimiento del empleo en la Industria aparecen por el lado de la “Elaboración de productos de tabaco”, en el que la cantidad de trabajadores se redujo 1,3%, pero con aumento de la cantidad de horas trabajadas (2,5%) y en “Curtido y terminación de cueros, marroquinería y calzados”, donde los indicadores se contrajeron 0,2% y 2,2%, respectivamente.
Esteban Ferreira, economista de la Cámara de la Industria Manufacturera del Cuero y Afines (CIMA), que agrupa a todas las industrias del sector menos a la del calzado, dice que el año pasado el empleo cayó básicamente en el subsector Tapicería.
“El sector debería aumentar el empleo porque hay demanda, pero la falta de cuero, al exportarse entre el 80 y el 85% de la producción, y la suba en el precio, le está haciendo perder competitividad y márgenes a empresas que todavía se están recuperando de la crisis. Hay incertidumbre y desconfianza como para invertir y emplear más gente”, explica Ferreira.
Distinto es el panorama en la industria del software, donde proyectan una expansión de la actividad en línea con los años anteriores, pero la falta de recursos humanos
calificados podría desacelerar el crecimiento del empleo en el sector.