21 de noviembre de 2024
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Por Nino Fernández
Las pymes se acercan al diseño
1 de enero de 2000
10-01-06
La mayor parte de las pymes se ha mantenido alejada del mundo del Diseño. Sus dueños o gerentes siempre concibieron a esta disciplina como una abstracción que poco o nada podía aportarle al desempeño de sus firmas o simplemente ignoraban de qué se trataba.
Embarcados en la tarea de sobrevivir, lo consideraban absolutamente prescindible. Pero de a poco la situación fue cambiando. Por un lado a causa de la recuperación económica y el aumento de las ventas y cierta toma de conciencia de los empresarios de sumar herramientas que ayuden a diferenciarse y dar respuestas al desafío competitivo. Por el otro, gracias a distintos esfuerzos, públicos y privados, destinados a ‘desacartonar’ el concepto de Diseño, promoviendo un mutuo acercamiento con la industria manufacturera. El resultado es una creciente cultura del Diseño entre los pequeños y medianos empresarios de varios sectores y la incorporación de sus valores a la producción.
“La realidad indica que hay muchas empresas, radicadas sobre todo en Bs. As. y sus alrededores, que han incorporado y trabajan el Diseño; otras que recién lo están incorporando y una gran cantidad que todavía no han evaluado sus beneficios”, afirma María Laura Risso, Coordinadora del Plan Nacional de Diseño de la secretaría de Industria, Comercio y Pyme.
Por su parte, Adrián Lebendiker, director del Centro Metropolitano de Diseño de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, afirma que “el Diseño es un componente inseparable de la producción industrial y digital en esta etapa de la modernidad. Para la Pyme, el dilema pasa por entenderlo como fenómeno productivo, económico y cultural e incorporarlo a su estrategia como herramienta, más potente que onerosa, en la búsqueda de una mayor competitividad”.
Marcar diferencias
En momentos en que se discute acerca de la vigencia – total o parcial- de los beneficios de la devaluación, los expertos aseguran que las empresas deben apuntar a mejorar su capacidad competitiva de un modo consistente, en el marco de una economía abierta. Y agregan que el Diseño es una herramienta útil para marcar diferencias con la competencia a través de la innovación. “El Diseño interviene en la innovación de los materiales y de las materias primas, en determinados procesos, en las funciones y en la semántica del producto. Esto es, en lo que el producto nos refiere en relación a nuestros valores, en el relato que ese producto connota, en la forma de comunicar todas estas cosas de acuerdo a los canales por donde se vende, en qué lugar se va a vender, en la proyección de los deseos de los usuarios que modifican nuestros actuales productos y disparan nuevas necesidades”, dice Lebendiker.
Para este funcionario, los resultados que obtenga la Pyme, tanto en el terreno estratégico como en las ventas de corto plazo, dependen muchas veces de la mayor y mejor articulación de las intervenciones de Diseño en el producto que busca comercializar.
Por lo demás está fuera de discusión que un buen Diseño también posibilita enfrentar a las producciones que solo compiten por precios.
Alberto Sellaro, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado, dice que hace unos años, “los zapatos chinos entraban a Italia a un tercio del precio de los productos locales, y por lo tanto amenazaban con desplazar a la industria de ese país. Sin embargo los italianos recuperaron importantes porciones de mercado al hacer hincapié en el valor agregado del Diseño y la calidad. La misma fórmula se está aplicando en la Argentina y se debe profundizar para competir con la producción importada”.
En efecto, el sector del calzado, considerado sensible en el intercambio regional, es uno de los más aplicados en el uso y desarrollo del Diseño, como elemento diferenciador. Tal es así que, según un alto funcionario del SEBRAE (Servicio Brasileño de Apoyo a Micro y Pequeñas Empresas), hace unos años se discutió en una comisión técnica del MERCOSUR, la posibilidad de hacer una suerte de ‘joint venture piloto’ entre empresas brasileñas y argentinas, en el que se proponía que las firmas nacionales aportaran el cuero y el Diseño y las del vecino país, los productos químicos y la fabricación.
Risso sostiene que además del calzado y manufacturas del cuero, otros sectores trabajan fuerte en esta disciplina, aunque no todas las Pymes lo hacen por igual: “textil- indumentaria, mobiliario y luminarias. En alimentos se lo usa mucho a través de los envases y embalajes y en la Metalmecánica se destaca lo que se hace en maquinaría agrícola y línea blanca”, dice.
En muchos casos “se trata de sectores intensivos en Diseño, ya que operan en mercados muy saturados donde el Diseño aporta un diferencial de rentabilidad a partir de la frecuencia de cambio que el sistema de la moda impone”, dice Lebendiker.
Pero en la Argentina de post-crisis, también las Grandes Empresas están muy activas en la promoción y difusión de la disciplina. Tal los casos de Unilever y Grupo Techint que organizan concursos anuales entre sus Pymes vinculadas, a partir de la utilización de sus productos. En la misma sintonía se ubica la Cámara del PVC, que realiza distintos eventos sobre el tema y son numerosas las organizaciones empresarias que participan y apoyan las actividades que lleva adelante el gobierno porteño a través del Centro Metropolitano de Diseño (CMD).
La reina del Diseño.
En octubre del año pasado Bs.As. fue declarada por la UNESCO ‘Ciudad Creativa del Diseño’. Y si bien en otras ciudades del interior (Córdoba, Rosario, Mendoza, San Juan, Pergamino y 9 de Julio) hay mucha actividad en esta materia, es en la capital del país donde se advierte una suerte de furor por el Diseño.
Datos del Centro de Estudios para el Desarrollo Económico Metropolitano (CEDEM), revelan que en la Ciudad de Buenos Aires las industrias y servicios vinculados al Diseño, a las industrias culturales y al turismo constituyen el 17% del Producto Bruto Geográfico (PBG) y el 16% del empleo de la ciudad.
En el barrio de Palermo se ha constituido un circuito ‘alternativo’, que combina negocios de indumentaria, equipamiento, iluminación, productos para el Diseño de interiores y gastronomía de autor, con numerosas ferias de diseñadores y productores.
En marzo del 2001, ModaBA (el evento de la moda en Buenos Aires) concretó en total 11 tipos de actividades diferentes, mientras que el año pasado el suceso concentró más de 120 acciones, entre ferias, exposiciones, lanzamientos comerciales, charlas y seminarios.
Por otra parte Casa FOA es, desde 1985, un referente local y regional de la arquitectura interior y la decoración, albergando en su última edición a más de 50 estudios expositores, durante casi dos meses en un espacio de 4500 m2 cubiertos y 3000 m2 exteriores. El modelo de Casa FOA, conformado fundamentalmente por Pymes y microemprendedores, fue replicado en otras ferias de decoración locales como Estilo Pilar y exportado a Brasil.
“Si de salir al exterior se trata, lo que más se exporta son diseñadores, porque en la Argentina hay muy buenos profesionales. También se hacen muchos trabajos por encargo en el área del Diseño gráfico y como producto terminado en manufacturas en cuero. Mientras en los demás rubros, como maderas, muebles, textiles, las exportaciones son menores”, señala Risso.
La mayor parte de las pymes se ha mantenido alejada del mundo del Diseño. Sus dueños o gerentes siempre concibieron a esta disciplina como una abstracción que poco o nada podía aportarle al desempeño de sus firmas o simplemente ignoraban de qué se trataba.
Embarcados en la tarea de sobrevivir, lo consideraban absolutamente prescindible. Pero de a poco la situación fue cambiando. Por un lado a causa de la recuperación económica y el aumento de las ventas y cierta toma de conciencia de los empresarios de sumar herramientas que ayuden a diferenciarse y dar respuestas al desafío competitivo. Por el otro, gracias a distintos esfuerzos, públicos y privados, destinados a ‘desacartonar’ el concepto de Diseño, promoviendo un mutuo acercamiento con la industria manufacturera. El resultado es una creciente cultura del Diseño entre los pequeños y medianos empresarios de varios sectores y la incorporación de sus valores a la producción.
“La realidad indica que hay muchas empresas, radicadas sobre todo en Bs. As. y sus alrededores, que han incorporado y trabajan el Diseño; otras que recién lo están incorporando y una gran cantidad que todavía no han evaluado sus beneficios”, afirma María Laura Risso, Coordinadora del Plan Nacional de Diseño de la secretaría de Industria, Comercio y Pyme.
Por su parte, Adrián Lebendiker, director del Centro Metropolitano de Diseño de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, afirma que “el Diseño es un componente inseparable de la producción industrial y digital en esta etapa de la modernidad. Para la Pyme, el dilema pasa por entenderlo como fenómeno productivo, económico y cultural e incorporarlo a su estrategia como herramienta, más potente que onerosa, en la búsqueda de una mayor competitividad”.
Marcar diferencias
En momentos en que se discute acerca de la vigencia – total o parcial- de los beneficios de la devaluación, los expertos aseguran que las empresas deben apuntar a mejorar su capacidad competitiva de un modo consistente, en el marco de una economía abierta. Y agregan que el Diseño es una herramienta útil para marcar diferencias con la competencia a través de la innovación. “El Diseño interviene en la innovación de los materiales y de las materias primas, en determinados procesos, en las funciones y en la semántica del producto. Esto es, en lo que el producto nos refiere en relación a nuestros valores, en el relato que ese producto connota, en la forma de comunicar todas estas cosas de acuerdo a los canales por donde se vende, en qué lugar se va a vender, en la proyección de los deseos de los usuarios que modifican nuestros actuales productos y disparan nuevas necesidades”, dice Lebendiker.
Para este funcionario, los resultados que obtenga la Pyme, tanto en el terreno estratégico como en las ventas de corto plazo, dependen muchas veces de la mayor y mejor articulación de las intervenciones de Diseño en el producto que busca comercializar.
Por lo demás está fuera de discusión que un buen Diseño también posibilita enfrentar a las producciones que solo compiten por precios.
Alberto Sellaro, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado, dice que hace unos años, “los zapatos chinos entraban a Italia a un tercio del precio de los productos locales, y por lo tanto amenazaban con desplazar a la industria de ese país. Sin embargo los italianos recuperaron importantes porciones de mercado al hacer hincapié en el valor agregado del Diseño y la calidad. La misma fórmula se está aplicando en la Argentina y se debe profundizar para competir con la producción importada”.
En efecto, el sector del calzado, considerado sensible en el intercambio regional, es uno de los más aplicados en el uso y desarrollo del Diseño, como elemento diferenciador. Tal es así que, según un alto funcionario del SEBRAE (Servicio Brasileño de Apoyo a Micro y Pequeñas Empresas), hace unos años se discutió en una comisión técnica del MERCOSUR, la posibilidad de hacer una suerte de ‘joint venture piloto’ entre empresas brasileñas y argentinas, en el que se proponía que las firmas nacionales aportaran el cuero y el Diseño y las del vecino país, los productos químicos y la fabricación.
Risso sostiene que además del calzado y manufacturas del cuero, otros sectores trabajan fuerte en esta disciplina, aunque no todas las Pymes lo hacen por igual: “textil- indumentaria, mobiliario y luminarias. En alimentos se lo usa mucho a través de los envases y embalajes y en la Metalmecánica se destaca lo que se hace en maquinaría agrícola y línea blanca”, dice.
En muchos casos “se trata de sectores intensivos en Diseño, ya que operan en mercados muy saturados donde el Diseño aporta un diferencial de rentabilidad a partir de la frecuencia de cambio que el sistema de la moda impone”, dice Lebendiker.
Pero en la Argentina de post-crisis, también las Grandes Empresas están muy activas en la promoción y difusión de la disciplina. Tal los casos de Unilever y Grupo Techint que organizan concursos anuales entre sus Pymes vinculadas, a partir de la utilización de sus productos. En la misma sintonía se ubica la Cámara del PVC, que realiza distintos eventos sobre el tema y son numerosas las organizaciones empresarias que participan y apoyan las actividades que lleva adelante el gobierno porteño a través del Centro Metropolitano de Diseño (CMD).
La reina del Diseño.
En octubre del año pasado Bs.As. fue declarada por la UNESCO ‘Ciudad Creativa del Diseño’. Y si bien en otras ciudades del interior (Córdoba, Rosario, Mendoza, San Juan, Pergamino y 9 de Julio) hay mucha actividad en esta materia, es en la capital del país donde se advierte una suerte de furor por el Diseño.
Datos del Centro de Estudios para el Desarrollo Económico Metropolitano (CEDEM), revelan que en la Ciudad de Buenos Aires las industrias y servicios vinculados al Diseño, a las industrias culturales y al turismo constituyen el 17% del Producto Bruto Geográfico (PBG) y el 16% del empleo de la ciudad.
En el barrio de Palermo se ha constituido un circuito ‘alternativo’, que combina negocios de indumentaria, equipamiento, iluminación, productos para el Diseño de interiores y gastronomía de autor, con numerosas ferias de diseñadores y productores.
En marzo del 2001, ModaBA (el evento de la moda en Buenos Aires) concretó en total 11 tipos de actividades diferentes, mientras que el año pasado el suceso concentró más de 120 acciones, entre ferias, exposiciones, lanzamientos comerciales, charlas y seminarios.
Por otra parte Casa FOA es, desde 1985, un referente local y regional de la arquitectura interior y la decoración, albergando en su última edición a más de 50 estudios expositores, durante casi dos meses en un espacio de 4500 m2 cubiertos y 3000 m2 exteriores. El modelo de Casa FOA, conformado fundamentalmente por Pymes y microemprendedores, fue replicado en otras ferias de decoración locales como Estilo Pilar y exportado a Brasil.
“Si de salir al exterior se trata, lo que más se exporta son diseñadores, porque en la Argentina hay muy buenos profesionales. También se hacen muchos trabajos por encargo en el área del Diseño gráfico y como producto terminado en manufacturas en cuero. Mientras en los demás rubros, como maderas, muebles, textiles, las exportaciones son menores”, señala Risso.