Por Nino Fernández
Las pymes le agregan valor a las exportaciones
3 de agosto de 2005
Si bien ocupan una porción minoritaria en el conjunto de las ventas externas, es evidente que el desempeño exportador de estas empresas mejora a paso sostenido.
El último trabajo del CEP (Centro de Estudios para la Producción) revela que en el primer trimestre de este año las exportaciones pymes crecieron 28% respecto de igual período del año anterior, mientras que los embarques de las corporaciones aumentaron un 10%.
Es el cuarto trimestre consecutivo en el que las empresas chicas crecen más que las grandes, un dato poco frecuente en la historia del comercio exterior. Y no solo eso. También es una buena noticia que el aumento en las exportaciones de este rango empresario, lentamente le va agregando valor a los embarques locales.
Sobre esto, el informe asegura que entre enero y marzo de este año las ventas industriales de estas empresas, sean MOI (manufacturas de origen industrial) o MOA (manufacturas de origen agropecuario) representaron el 74% del total de exportaciones de las Pymes, lo que significa un aumento de 27% respecto a los tres primeros meses del 2004.
De este modo, las ventas de las más chicas participan con el 15% en el total de exportaciones industriales del país.
Este dato, que está 3 pp por encima de los valores del 2000, tiene su principal base de expansión en rubros como maquinaria y material eléctrico, carnes y manufacturas de plástico.
No es un dato nuevo, sin embargo, que las exportaciones de Pymes tienen un sesgo industrial, que las distingue en materia de creación de empleo.
Precisamente un trabajo del CEP de hace unos meses recordaba que el precio promedio de la tonelada exportada en las micro y pequeñas empresas es de 943 dólares; mientras que en las medianas es de 608 dólares y en las grandes de 353 dólares, lo cual constituye una aproximación al nivel de valor agregado de la mercadería despachada.
Mayor base exportadora
Gustavo Svarzman, ex Coordinador del Area de Comercio Exterior de la SSEPYME y actual subsecretario de Producción del Gobierno de la Ciudad de Bs.As. considera que el desempeño exportador de las Pymes obedece en buena parte a dos factores: “El tipo de cambio competitivo, que favorece las ventas industriales al exterior, y el aumento del precio internacional de la mayor parte de las commodities. Esto último afecta negativamente a las Pymes, en tanto tienen que comprar materias primas como el acero, el aluminio o el PVC más caras, sin poder aumentar el precio final del manufacturado”.
El funcionario aseguró que de este modo la mejora en la rentabilidad observada a la salida de la convertibilidad se va perdiendo, lo cual “ a mediano plazo puede traducirse en perdida de algunas posiciones de este segmento en determinados mercados externos”.
Con todo, en medio de un patrón exportador altamente concentrado en productos de bajo valor agregado y sostenido en ventajas comparativas, con escasa o nula complejidad tecnológica, continúa dándose un crecimiento de la base exportadora.
En la actualidad, unas 14.100 firmas venden al exterior, el 95% de las cuales son pequeñas y medianas empresas, que embolsan una cifra cercana al 10% del total exportado.
“Hay un creciente número de Pyme que se incorporan al negocio de la exportación, lo cual les permite acceder a un mercado más amplio y diversificar sus ventas. Por otro lado, la mayor cantidad de empresas manufactureras dentro de este conjunto implica exportaciones con un alto componente de valor agregado, lo que se refleja en un mayor valor relativo por unidad exportada en las firmas de menor tamaño”, dice Salvador Persico, gerente de Riesgos de Coface Argentina, compañía francesa especializada en brindar servicios a los exportadores locales.
Según el CEP, durante los tres primeros meses del año, los envíos de las Pymes industriales sumaron 619 millones de dólares, con Máquinas y materiales eléctricos liderando las ventas con 121,3 millones; seguidos por carnes (49 millones); plásticos y sus manufacturas (43 millones) y metales comunes y sus manufacturas (37 millones).
De cara al futuro
Pablo Perelman, director del CEDEM (Centro de Estudios para el Desarrollo Económico Metropolitano) afirma que tras la devaluación aparecieron nuevos nichos exportables, que si bien son un dato auspicioso, no están libres de cierta incertidumbre.
“Las pymes exportadoras se mueven en un marco de alta volatilidad, en el que no está claro si las empresas que hoy exportan lo van a seguir haciendo el año que viene”, dice.
Es que más allá de una coyuntura general favorable para las Pymes, al punto de que estas empresas encabezaron el proceso de inversión de post crisis, el horizonte muestra algunos nubarrones por el lado de la competitividad.
Sobre este punto Salvador Persico, asegura que “la competitividad por el tipo de cambio alto se está erosionando por los aumentos de precios, salarios y costos en general. En este contexto, aumentar el caudal de exportaciones y poner énfasis en la productividad será clave para mantener competitivas a las empresas y poder acompañar el aumento en los costos internos”.
Según la Encuesta Coyuntural 2005 de la Fundación Observatorio Pymi, el aumento de los costos de producción es el principal problema que enfrentan las pequeñas y medianas industrias, lo que se traduce en una caída de la rentabilidad por unidad de producto.
Dice el informe que “los costos directos de producción aumentaron especialmente en metal, maquinaria y equipo, textiles, confección, cuero y calzado”, sectores que acusan aumentos por encima del promedio de las pymes industriales.
En definitiva, no se puede encasillar la actual performance exportadora de las Pymes como una tendencia consolidada. Es probable que recién se pueda hablar en esos términos cuando el Estado termine de delinear una política industrial que sirva de plataforma de crecimiento.
Mientras tanto, los empresarios bien pueden aprovechar la oportunidad de mejorar sus posiciones externas, pero sin descuidar el mercado interno, del que parten y del que siempre pueden volver a depender.