Desencuentros cada vez más profundos - Asteriscos.Tv
Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
21 de noviembre de 2024
Seguinos en
Por Iván Damianovich
Desencuentros cada vez más profundos
4 de octubre de 2006
El gobierno nacional logró abroquelar a los obispos en una suerte de homogeneidad de criterio hasta ahora muy bien disimulada.

El obispo de Iguazú, Joaquín Piña, fue durante años silenciado por el Episcopado.

Defensor de los sin tierra, supo oponerse a los poderes de turno casi en soledad. Hoy su figura se ha convertido en bandera para muchos de sus colegas que miran con preocupación los intentos de permanencia en el poder.

Así como en la sociedad existen posturas progresistas o conservadoras, dentro de la Iglesia esas diferencias parecen haber pasado a un segundo plano.

Aquello de “unidad en la diversidad” del Concilio Vaticano II ha logrado imponerse en los últimos días.

Los obispos entienden que existe en la actualidad un riesgo de caer en la angurria de poder. Así lo manifestó Piña en Misiones y al poco tiempo su par de Tucumán, Luis Villalba. Pero también otros se expresaron en coincidencia, tanto en privado como públicamente.

La injerencia de los hombres de la Iglesia argentina en política choca con la impronta que pretende dar el papa Benedicto XVI al manejo de la curia romana.

El cambio más importante desde que asumió en la Cátedra de Pedro fue la remoción del cardenal Angelo Sodano en la Secretaría de Estado Vaticano. En su lugar ingresó semanas atrás el cardenal Tarcisio Bertone, de perfil pastoral.

Precisamente, pastoral y no política parece ser la línea que pretende imponer Ratzinger desde Roma.

Pese a todo, resulta imperioso reconocer que en cada país la situación es diferente.

Así como en Paraguay el obispo Fernando Lugo pretende lanzarse como candidato a presidente para disputarle ese cargo al actual mandatario Nicanor Duarte Frutos, el recientemente renunciado obispo de Iguazú procurará impedir que el gobernador de Misiones, Carlos Rovira, obtenga mayoría en las elecciones para reformar la Constitución provincial y, así, introducir la reelección indefinida.

Queda en claro que cualquier enfrentamiento entre el gobierno y la Iglesia dejará heridos en ambas partes.

La independencia que comenzó a recorrer el Episcopado argentino en los últimos años ha llegado al punto de, en muchos casos, romper los canales de diálogo.

Desde el gobierno no dan muestras tampoco de acercamiento y, por momentos, parece desconocerse el rol decisivo que la institución jugó en épocas recientes cuando sobrevino la peor crisis en tiempos de democracia.

Un diálogo más expuesto y atento a las reales necesidades de la gente puede desandar tanto desencuentro.