Inseguridad: “No basta con endurecer las penas, hay que atacar los problemas de fondo”
La legisladora recomienda encaminarse hacia una política de Estado Integral, basada fundamentalmente en la prevención y con el fuerte compromiso de todos los Poderes del Estado
El Estado tiene como misión primaria proveer a la seguridad común y garantizar a todos los habitantes el goce de sus derechos.
Por supuesto que todos los Poderes tienen que cumplir adecuadamente su rol. El tema de la inseguridad no sólo atañe al Poder Legislativo, sino también al Judicial, que deberá aggiornar sus criterios y llegar con una sentencia oportuna y en tiempo propio para que sirva de prevención de futuros delitos. Tampoco está ajeno a esta problemática el Poder Ejecutivo, que debe determinar una política clara y completa en materia de Seguridad y Justicia.
Por si sólo, el incremento de las penas en nuestro país, y en las condiciones actuales de la sociedad, demostró no ser el medio adecuado para lograr el descenso de la criminalidad.Entiendo que las herramientas legislativas son eso, “herramientas, instrumentos”, pero deben estar enmarcadas en una política criminal fundamentalmente preventiva, eficaz y sistemática, con la activa participación de la sociedad.
Para ello, es necesario tener presente que el Estado no posee tan sólo como único medio para contener el delito al derecho penal.
Las políticas de crecimiento, desarrollo e igualdad de oportunidades son, asimismo, aptas para brindar soluciones a la comunidad y motivar comportamientos socialmente adecuados con una efectividad superior al de la pena.
Todos estamos de acuerdo en que queremos satisfacer un reclamo sin duda espontáneo y legítimo, pero como legisladores debemos además asumir responsablemente la función que nos compete.De allí que es necesario diseñar políticas que ataquen los distintos ejes que confluyen sobre el delito y esclarecer a la población, no complacerla con frases efectistas que solo cosecharán una adhesión transitoria y efímera, hasta que otro hecho conmueva a la sociedad Argentina y traiga una nueva frustración ante la expectativa generada en torno a una ley.
Los cambios de normas, mecanismos, estructuras, formación e inversiones sólo se pueden lograr dentro de un proceso que no verá sus frutos de manera inmediata. Por ello, debe predominar la coherencia y saber que la continuidad es imprescindible.
Si no somos capaces de concientizar a la población, y comprometernos como verdaderos dirigentes, solo estaremos contribuyendo a la concreción de una ficción y por lo tanto de una nueva frustración, convirtiéndonos en partícipes del ocultamiento de la realidad.Concretamente la problemática de la inseguridad debe ser abordada desde diversos ángulos, y las medidas no sólo deberán adoptarse luego de la comisión del delito, sino en etapas anteriores a su materialización.
Hay que tratar a la gente con respeto y sin mentiras. No podemos prometerle que los problemas de la inseguridad estarán resuelto mañana o pasado. Caminemos hacia una Política de Estado Integral, basada fundamentalmente en la prevención y con el fuerte compromiso de todos los Poderes del Estado. Con la participación y control social, revertiremos paulatinamente esta situación de Inseguridad e Injusticia.
En definitiva, no basta con endurecer las penas, también hay que atacar los problemas de fondo.Y como todos estamos preocupados por la creciente inseguridad y la violencia, debemos bregar todos juntos más allá de las banderías políticas para llevar a cabo una genuina Política de Estado.