Un joven murió y seis personas resultaron heridas a balazos cuando un hombre -por motivos que están siendo investigados- comenzó a disparar contra las personas que pasaban por el lugar, uno de los más concurridos de la zona del barrio de Belgrano.

El agresor era pelado, tenía campera negra y una manga llevaba una bandera argentina, segú un testigo que lo persiguió.

El sujeto, quien finalmente logró escapar trepando a un colectivo, portaba un arma de guerra y abrió fuego contra los transeúntes en una de las esquinas más transitadas de Belgrano y alrededor de las 17:15, una de las horas pico para la zona.

Voceros de la Policía Federal confirmaron que tres heridos fueron trasladados de urgencia al hospital Fernández, mientras que los otros cuatro fueron llevados al Pirovano, donde uno de ellos -un joven de 18 años- murió mientras era operado.

El titular del SAME porteño, Alberto Crescenti, confirmó la muerte de este joven, identificado como Alfredo Marcenac, de 18 años, quien había sufrido un impacto de bala en la cabeza y dos en el tórax, y estaba siendo sometido a una intervención quirúrgica de urgencia.

Crescenti informó además que los restantes seis heridos (cinco hombres mayores y una menor) sufrieron heridas de bala, "pero que no ponen en riesgo sus vidas".

Al respecto, el jefe del SAME indicó que las personas asistidas fueron una menor de 14 años con herida en el codo, un hombre de 68 con herida en pene y glúteo, y cuatro jóvenes de 18, 19, 28 y 32 años, con heridas en piernas y pies.

En tanto, las autoridades de la comisaría 33 revelaron que aún se desconocen las causas por las cuales el responsable del hecho empezó a disparar su arma en medio de la calle.

En este sentido, el titular de la seccional, comisario Ricardo Torres, indicó que en principio "se presume que se trata de una persona insana, un supuesto demente".

El hecho ocurrió alrededor de las 17:15 en el transitado cruce de la avenida Cabildo y la calle José Hernández, en una de las zonas más comerciales de Belgrano y a pocos metros de dos bancos, por lo que en principio se pensó que la balacera podía tener relación con un posible intento de asalto.

Allí, un hombre empuñó un arma que la policía calificó como "de guerra" y que portaba oculta entre sus ropas, y empezó a disparar, sin que existiese una causa aparente.

De acuerdo con los testimonios de las personas presentes en el lugar, el sujeto realizó unos diez disparos y luego escapó a la carrera.

Asimismo, las personas presentes en el lugar indicaron que el homicida es "morocho, pelado, pero no completamente, con una campera negra y una bandera argentina chiquita pegada en el hombro".

Incluso, un joven vecino de la zona se lanzó en persecución del sujeto, pero éste logró eludirlo y perderse entre la gente, para luego fugar a bordo de un colectivo de línea.

El personal policial, en tanto, comenzó a rastrillar la zona para tratar de dar con el paradero del hombre que disparó su arma y para recoger testimonios, con el fin de establecer las causas del violento episodio.