Es Horacio Elizondo. Representa un logro sin precedentes para el arbitraje del país. Sus buenas actuaciones decidieron la designación. Por primera vez un mismo árbitro dirigirá el partido inaugural y la final de una Copa del Mundo
La noticia se palpitaba pero parecía imposible porque ya había sido árbitro en el partido inaugural.
Pero finalmente el argentino Horacio Elizondo fue designado para dirigir la final del Mundial que enfrentará el domingo a Italia y Francia.
El japonés Toru Kamikawa será el encargado de dirigir el partido por el tercer puesto, el sábado entre Alemania y Portugal, según anunció hoy Urs Linsei, secretario general de la FIFA.
Entre los jugadores también habrá dos argentinos: Mauro Camoranesi, mediocampista titular en Italia, y David Trezeguet, delantero suplente.
No se le podría reprochar ningún tipo de favoritismo al referí argentino. Ninguno de los seleccionados que disputarán el partido decisivo por el Mundial eliminaron al equipo de José Pekerman. De haber pasado Alemania, la historia quizás hubiera sido diferente.
Otro punto a favor de Elizondo son sus buenas calificaciones en los cuatro partidos que le tocó dirigir en lo que va de la Copa y el hecho de que otro candidato a estar en el partido decisivo era el francés Eric Poulat, que por cuestiones obvias quedó fuera de camino.
Además, marcará un hecho histórico porque sería el primero en dirigir el partido inaugural (estuvo en Alemania-Costa Rica) y la final en un mismo Mundial.
Elizondo dirigió también República Checa-Ghana, Suiza-Corea (por la primera fase) y el polémico choque entre Inglaterra y Portugal de cuartos de final.
El halago será además para los asistentes argentinos que lo acompañan en la terna: Rodolfo Otero y Darío García.