Alberto Fernández insistió con que los superpoderes no implicarán que deje de ser "prudente" para manejar el presupuesto" y atacó a la oposición
El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, se defendió duramente de las críticas recibidas desde la oposición por la implementación de los superpoderes aprobada ayer en Senadores.
Se refirió a la líder del ARI, Elisa Carrió, a quien tildó de "formidable farsante", sostuvo que genera "hartazgo" y la acusó de no entender "nada".
"En otro tiempo le dio resultado, pero ahora no le resulta más. Si he visto a alguien autoritario, esa es Elisa Carrió. Se trata del hartazgo que genera", disparó el jefe de Gabinete.
Fernández también insistió con los dos argumentos que para el Gobierno son claves a la hora de darle una tonalidad más suave al proyecto. Uno, que las atribuciones pedidas, la posibilidad de reasignar partidas presupuestarias sin la venia del Congreso, se vienen usando desde el retorno de la democracia.
"Cuando una norma lleva 23 años de cumplimiento ininterrumpido, de excepcionalidad no tiene nada. Es una norma", planteó. Lo cierto es que de prosperar la reforma del artículo 37 la Ley de Administración Financiera, esa facultad sería permanente y no, como hasta ahora, susceptible de discusión en el Congreso cada año.
El segundo argumento que utilizó Fernández fue la exhibición del bajo porcentaje que en los últimos dos años se movió del Presupuesto: algo menos que un 1,5 por ciento del total.
"Hemos tenido mucha prudencia. Fácticamente tampoco es posible alterar demasiado. Sólo se ha utilizado en casos de extrema necesidad, por ejemplo en el caso de Tierra del Fuego, que sufrió un aluvión y perdió puentes y caminos", manifestó Fernández.
El proyecto ya dio su primer paso ayer en el recinto. Ayer por la tarde, el oficialismo aprobó en la Comisión de Presupuesto del Senado el dictamen que abrió la puerta para aprobar los superpoderes.