Por su parte, el líder de PRO calificó de "decadentes" las declaraciones del ministro del Interior. Se recalienta el voltaje político por la discusión de los superpoderes
El ministro del Interior, Aníbal Fernández, apuntó hoy contra el líder de PRO, Mauricio Macri, a quien calificó de "contrabandista", y extendió sus críticas al ex presidente Raúl Alfonsín y a la senadora Hilda "Chiche" Duhalde, por el repudio de la oposición a los "superpoderes" que pide el Ejecutivo para modificar el Presupuesto.
Macri le contestó, dijo que eran declaraciones "decadentes" y aclaró que si él fuese presidente "derogaría" los superpoderes, en declaraciones a Radio América.
Sin nombrarla y en su habitual estilo desenfadado, el funcionario arremetió contra Chiche Duhalde al asegurar que "alguna senadora" por la provincia de Buenos Aires "cada vez que habla es como las medias: abre la boca para meter la pata".
Es que esta mañana, la senadora del justicialismo disidente volvió a cuestionar el proyecto oficial que en estas horas se discute en el Congreso, y denunció que la iniciativa se vincula con lo que quiere el presidente Néstor Kirchner: "Más poder, más poder, más poder".
La iniciativa gubernamental, cuyo tratamiento en el Senado fracasó anoche por falta de quorum, volverá a tratarse en la cámara alta después del mediodía, si es que hay suficientes legisladores para realizar la sesión.
Al involucrarse en la polémica sobre el proyecto, el ministro Fernández, en diálogo a radio 10, embistió contra Alfonsín por ser otro de los políticos que cuestionaron el proyecto del Ejecutivo nacional a favor de otorgarle mayor poder al jefe de Gabinete para manejar el Presupuesto. "La norma que modifica la Ley de Administración Financiera la tienen el 99 por ciento de los municipios y de las provincias, y si no la ha tenido el gobierno radical del doctor Alfonsín es porque él nunca presentó, como lo manda la Constitución, la ley de Presupuesto en tiempo y forma para ser tratada, elaborada y votada por el Congreso", aseveró.
El ministro Fernández fue particularmente duro con Macri, quien tras ratificar su rechazo a la iniciativa del Ejecutivo, advirtió que todo aquello dirigido a que "haya menos controles" facilita "el abuso y la corrupción".