El mercado argentino del éxtasis, la droga que mató el lunes a una chica que la había consumido mezclada con alcohol en un boliche de la zona Oeste, crece cada vez más
El mercado argentino del éxtasis, la droga que mató el lunes a una chica que había la había consumido mezclada con alcohol en un boliche de la zona Oeste, mueve por mes una suma cercana a los 5 millones de pesos entre los más de 80 mil consumidores que tiene hoy esa sustancia en el país, según señalaron fuentes vinculadas al estudio de las adicciones y el narcotráfico.
De acuedo con una nota publicada por Diario Popular, este estupefaciente recala en el país procedente de Europa -aunque la de mayor “prestigio” entre sus consumidores es el éxtasis que viene de Holanda- tiene un precio elevado que la posiciona como una droga proclive para las clases más acomodadas, aunque cuenta con una “versión nacional” de menor calidad destinada para los que se inician.
Según el presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina (AARA), Claudio Izaguirre, la avanzada del éxtasis está crecimiento en el país desde su arribo en los años 90 y consideró que los ámbitos donde más fluye este producto son las fiestas electrónicas.
Izaguirre apuntó a la raves como “el espacio donde sí el éxtasis tiene más recorrido” y precisó que esa droga de diseño “no es para cualquier bolsillo”, ya que la procedente de Holanda “cotiza a 80 peso por pastilla y otra de menor calidad que llega de Europa, a 50”.
Industria nacional
El especialista indicó que el mercado incluye también una degradada “versión nacional” de la sustancia a la que definió como “pseudo éxtasis” y que son sellos inocuos “pintados como dice la jerga pero que en realidad están impregnados con anfetaminas”.
Tras aclarar que “no se trata de éxtasis puro” pero que se vende a 30 pesos por unidad, Izaguirre dijo que esa droga tiene en la actualidad “mucha demanda pero poca oferta” y de allí que quienes manejen el mercado “se ven obligados a la opción nacional” en procura de lograr, aseveró, “un consumo estable” en el país.
Según consideró, esa droga por lo general llega desde el exterior “en avión a Ezeiza” y puso como ejemplo el caso reciente de un sujeto de nacionalidad holandesa que fue detenido en esa estación aérea cuando transportaba 18 mil pastillas de éxtasis. “Rara vez -dijo- viene en barco para abastecer a los cerca de 80 mil consumidores que según la SEDRONAR tiene la droga”.
La historia del éxtasis en Argentina comenzó a inscribirse en la década del 90 con “promociones que tenían lugar en casaquintas de zonas de buen pasar económico a partir de la distribución de invitaciones personalizadas y con derecho de entrada que rondaban entre los 100 y los 120 pesos”.
Ganó terreno
Con el tiempo el éxtasis fue ganando terreno y por su alto costo quedó como una droga destinada a consumidores con un nivel de ingresos de medio para arriba, con presencia en boliches sobre todo en los que concentran mayor actividad durante la temporada de verano, en especial en la costa atlántica.
Sin embargo Izaguirre, quien al promediar el valor del producto en la calle y la cantidad de consumidores que tiene, estimó que el negocio del éxtasis mueve en el país 5 millones de pesos al mes, focalizó a las fiestas electrónicas como los ámbitos de mayor circulación de esa droga y se lamentó que “los gobiernos provinciales permitan la realización de estos festivales que al menos deberían estar prohibidos”.
Respecto del costo del éxtasis, Izaguirre aclaró que “no es para cualquier bolsillo” y puso como ejemplo que en las discos de la Capital y el Gran Buenos Aires “los proveedores pueden llegar a ofrecer estas pastillas porque la apuesta de quienes manejan el negocio es extender el consumo de la droga”.
Consultado sobre si existen carteles especializados en la venta de éxtasis en el país, el presidente de la AARA enfatizó que “por ahora la venta de esta droga está a cargo de cuentapropistas”, pero aventuró que “en algún momento vamos a tener en el país organizaciones dedicadas al comercio de las drogas sintéticas”.
Circula más en zonas de altos ingresos
La presencia de éxtasis en los boliches de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires tiene que ver con las zonas de mayor nivel adquisitivo, ya que por lo general el común de las discos en lo que oferta de narcóticos de parte de “dealers” y vendedores se centra en cocaína y marihuana.
Así lo consideró Claudio Izaguirre quien planteó como hipótesis de lo que pudo haber ocurrido con la chica que falleció tras consumir éxtasis y alcohol en un boliche ubicado en el Showcenter de Haedo, el hecho que la víctima pudo haber recibido la pastilla como “regalo” de alguien que se la ofreció.
Izaguirre, quien sostuvo que la droga pudo haber sido ofrecida por un proveedor que se encontraba en la disco, sostuvo que “los acompañantes de la chica son quienes tiene la precisión de lo que ocurrió esa noche” en la cual la muchacha de 16 años celebraba su cumpleaños.
El titular de la AARA manifestó también que uno de los efectos del éxtasis en el organismo es que eleva la presión arterial, “lo que también hace el alcohol, por lo que la combinación entre ambos -concluyó- lleva a que exploten los capilares del cerebro y así se produzca un derrame interno”.