"La planta ya esta ahí. No hay nada más que hacer, sino esperar a La Haya".

A miles de kilómetros de distancia y en un diálogo informal con la prensa, el presidente Néstor Kirchner finalmente admitió que no hay posibilidades de que el pedido argentino para relocalizar Botnia prospere.

"Para mí se va a resolver ahí. Hay que acatar el fallo que sea y el tema se terminó", afirmó desde Estados Unidos.

Sus declaraciones, difundidas por el matutino Clarín, preceden al encuentro que las delegaciones de la Argentina y Uruguay tendrán en Nueva York este sábado junto al canciller de España, Miguel Moratinos, en el marco de la gestión de buenos oficios de la Corona española para facilitar el diálogo bilateral por la polémica papelera.

El traslado de la planta fue la hipótesis de máxima con la que el Gobierno impulsó el diálogo directo con Uruguay bajo el auspicio del Rey Juan Carlos de Borbón.

La Argentina había conseguido el traslado de la segunda papelera hacia la zona de Colonia, al sur del río Uruguay en diciembre del año pasado, tras una negociación con la española ENCE, vía el gobierno del socialista Rodríguez Zapatero.

No pasará lo mismo con Botnia y el Gobierno no lo desconoce. Aunque cabe la remota posibilidad de que La Haya demande su traslado -el Tribunal advirtió a Montevideo que podría ser una de sus facultades- se descuenta que, tras la relocalización de ENCE, el impacto ambiental sobre la zona será sustancialmente menor.

Además, Botnia está en condiciones de arrancar.