El presidente de EE.UU. llamó "dictador cruel" a Castro. Sin nombrarlo, dijo que su mandato "está llegando a su fin". Los cubanos se levantaron y abandonaron la Asamblea
El presidente estadounidense, George W. Bush, exigió a la ONU que intervenga en la crisis política que atraviesa La Habana después de que Fidel Castro delegara el poder a su hermano Raúl y dijo que “el reino de un cruel dictador esta llegando a su fin”.
Ante la Asamblea General de la ONU, pidió que todos los países exijan a Cuba “la libertad de reunión y elecciones libres y competitivas”.
Inmediatamente, la delegación cubana abandonó la sesión.
El jefe de Estado norteamericano evitó hablar de los grandes conflictos internacionales y sólo mencionó de pasada a Irán como uno de los países donde no hay libertades y la gente vive con miedo.
No obstante, sí se detuvo en el caso especial de la Junta Militar de Myanmar (antigua Birmania), contra la que los EE.UU. impondrá nuevas sanciones económicas.