La publicidad fue financiada por una marca de ropa italiana y muestra a una joven desnuda de tan sólo 31 kilos. El fotógrafo que ideó la campaña es el mismo que durante años generó polémica para la marca Benetton
El drama de la anorexia llegó con toda su crudeza a las vallas publicitarias de las calles italianas y desde allí a la opinión pública a través de la foto de una joven desnuda y de una delgadez extrema, elegida como "modelo" para la campaña de una marca de moda, que ha querido así sensibilizar sobre este problema.
La idea ha sido del fotógrafo italiano Oliviero Toscani, conocido por sus provocativas y polémicas campañas publicitarias -sobre todo las que hizo durante muchos años con Benetton, y ya ha causado con este nuevo trabajo la conmoción de la opinión pública italiana por su crudeza, como también ha recibido críticas por parte de algunas asociaciones.
Las fotografías, que han aparecido en gigantescos carteles publicitarios en las calles de las principales ciudades italianas y en una doble página del diario La Repubblica, muestran a la joven completamente desnuda, de espaldas o de frente, y con las palabras "No-Anorexia".
"Es muy interesante que por fin una empresa haya entendido la importancia del problema y haya tenido la valentía de exponerse sobre este tema" , explicó Toscani en un comunicado.
Luisa Bertoncello, consejera delegada de Flash&Partner -grupo al que pertenece la marca de moda Nolita-, afirmó que cuando vio la foto por primera vez quedó conmocionada por la crudeza de la verdad que comunicaba " y decidió por ello " que era justo usar la publicidad como medio de sensibilización para los males de la sociedad".
El grupo explica que, debido a la " implicación de la moda en esta plaga moderna ", se ha decidido realizar esta campaña coincidiendo además con la Semana de la Moda Femenina de Milán.
La campaña cuenta con el beneplácito de la ministra de Sanidad, Livia Turco, que explicó que este tipo de iniciativas " pueden abrir eficazmente un canal comunicativo original y privilegiado con el público joven, a través de un mensaje de gran impacto idóneo para favorecer la toma de responsabilidad hacia el drama de la anorexia".
La edición italiana de la revista Vanity Fair, en su próximo número, entrevista a la joven de la fotografía, que es francesa y se llama Isabelle Caro.
La joven cuenta a la revista que decidió posar "para que la gente sepa y vea lo que realmente es la anorexia" y explica que los problemas familiares le empujaron a dejar de comer y a quedarse en 31 kilos, con consecuencias físicas como la psoriasis y la hipertricosis lanuginosa (manchas negras en la piel).
"Me he escondido durante mucho tiempo. Ahora me quiero mostrar sin miedo, aunque sé que mi cuerpo causa repugnancia. Los sufrimientos físicos y psicológicos que he sufrido sólo pueden ser de ayuda a quien también ha caído en la trampa de la que yo estoy intentando salir", afirma Caro.
El diseñador Giorgio Armani opinó, por su parte, que " estas campañas con imágenes tan duras y de tanta crudeza son justas y oportunas".
Sin embargo, la presidente de la Asociación para el Estudio y al Investigación sobre la Anorexia, Fabiola De Clercq, consideró una " exageración " mostrar ese cuerpo " de esa manera tan cruda".
Y añadió que "en las chicas enfermas no suscita algún efecto positivo " ya que " muchas de ellas pueden probar una especie de envida por la delgadez de esta joven".
El presidente de la Asociación Italiana de Problemas de la Alimentación y del Peso" , Riccardo Dalle Grave, explicó que "de esta manera se hace banal un problema serio" y premia sólo el objetivo publicitario.
"Si se quiere prevenir sería mejor ayudar a las jóvenes a aceptar tallas más holgadas, pasando el mensaje que también estas son belleza" , dijo Dalle Grave.